VERDES PRIMAVERA: Senderos de La Hontalba y Los Pinos (Mejorada)
Sinfonía cromática de colores en la escala de verdes que transmite emoción y genera pasión...Pasión por subirte en una burricleta y disfrutar, en agradable compañía, de todo aquello que nos ofrece la madre naturaleza. Pese a la amenaza de lluvia, que ligeramente cayó, el soplo del viento, o cualquier otra inclemencia del tiempo, la escuadra de velada, conformada en el día de hoy (3-4-16) por tan sólo veleños intrépidos -pues ni gamoninos ni talaveranos nos acompañaron- se puso en marcha para la salvaguarda del patrimonio de la "marca" y de los caminos vecinos: camino y circuito MTB de Gamonal (Cruz del Niño Perdido),
Ermita de La Encarnación, camino de Mejorada, camino del Casar y, después, el espectacular camino de La Hontalba en Mejorada, bautizado como el sendero del Pedrisco, por la cantidad de piedras que pueblan la senda, entre muros berroqueños tapizados de musgo, donde la vegetación, tras las gotas de agua caídas, lava su cara y brilla en todo su esplendor ante nuestras ávidas miradas, los tonos verdes decoran el cuadro que se engalana a nuestro paso: las distintas variantes en el musgo, la distintas gamas de las herbáceas, el verde pino, el más apagado de la hoja de encina, el armonioso de la retama, el verde oscuro del arbusto, el más claro de las hojas del fresno...
y como aderezo los puntitos amarillos de las mil flores que crecen en los prados. Este color vivo, lleno de brillo, cargado de matices, conforma un pictórico mosaico que nos invita a contemplarlo y disfrutarlo. Entre chubasco y chubasco, nos viene a la memoria "en abril aguas mil", mientras tanto desde los adentros de la campa llega a nuestros oídos el cadencioso canto del cuco, en un compás rítmico, binario, de dos por dos "cu-cu", "cu-cu" ...El camino se va abriendo paso y encajonando entre muros pétreos de cercados circundantes con sus verdes prados, bucólicos parajes que se imprimen en la retina de quienes miran, siempre y cuando los retuertos de la angosta trialera nos lo permita, salpicada de numerosos cantos y mojones que ponen a prueba las habilidades y destrezas de los burriclistas -osados e intrépidos caballeros veleños, si bien con pericia muy variopinta: quiebros, saltos, vuelos, aterrizajes, caídas, vuelcos, revuelcos, giros, equilibrios, desequilibrios... Después, un alto en la Ermita de San Roque para el avituallamiento, bebiendo y tomando alimento. A continuación vuelta a casa por el camino "Mataburras" y ...desvío por el camino de Los Pinos, reducido a sendero con multitud de vericuetos, con calificación de "pedigrí", -que se lo pregunten a Goyo, al Caripi o a Martín-, que a medida en que vamos avanzando va menguando y complicando, a su vez la maleza nos va enredando, atrapando y el Carpi cae rondando.
Seguidamento camino de Los Huertos, Cordel de Ganados y Velada alcanzamos. Fin de la "pachanga", la pierna del Maestre está "bien alta" por tanto pachanga. Distancia: 38 Km.
Autores de las fotos (agradecimientos): Víctor, Martín, Nico y Maestre.
Ermita de La Encarnación, camino de Mejorada, camino del Casar y, después, el espectacular camino de La Hontalba en Mejorada, bautizado como el sendero del Pedrisco, por la cantidad de piedras que pueblan la senda, entre muros berroqueños tapizados de musgo, donde la vegetación, tras las gotas de agua caídas, lava su cara y brilla en todo su esplendor ante nuestras ávidas miradas, los tonos verdes decoran el cuadro que se engalana a nuestro paso: las distintas variantes en el musgo, la distintas gamas de las herbáceas, el verde pino, el más apagado de la hoja de encina, el armonioso de la retama, el verde oscuro del arbusto, el más claro de las hojas del fresno...
y como aderezo los puntitos amarillos de las mil flores que crecen en los prados. Este color vivo, lleno de brillo, cargado de matices, conforma un pictórico mosaico que nos invita a contemplarlo y disfrutarlo. Entre chubasco y chubasco, nos viene a la memoria "en abril aguas mil", mientras tanto desde los adentros de la campa llega a nuestros oídos el cadencioso canto del cuco, en un compás rítmico, binario, de dos por dos "cu-cu", "cu-cu" ...El camino se va abriendo paso y encajonando entre muros pétreos de cercados circundantes con sus verdes prados, bucólicos parajes que se imprimen en la retina de quienes miran, siempre y cuando los retuertos de la angosta trialera nos lo permita, salpicada de numerosos cantos y mojones que ponen a prueba las habilidades y destrezas de los burriclistas -osados e intrépidos caballeros veleños, si bien con pericia muy variopinta: quiebros, saltos, vuelos, aterrizajes, caídas, vuelcos, revuelcos, giros, equilibrios, desequilibrios... Después, un alto en la Ermita de San Roque para el avituallamiento, bebiendo y tomando alimento. A continuación vuelta a casa por el camino "Mataburras" y ...desvío por el camino de Los Pinos, reducido a sendero con multitud de vericuetos, con calificación de "pedigrí", -que se lo pregunten a Goyo, al Caripi o a Martín-, que a medida en que vamos avanzando va menguando y complicando, a su vez la maleza nos va enredando, atrapando y el Carpi cae rondando.
Seguidamento camino de Los Huertos, Cordel de Ganados y Velada alcanzamos. Fin de la "pachanga", la pierna del Maestre está "bien alta" por tanto pachanga. Distancia: 38 Km.
Autores de las fotos (agradecimientos): Víctor, Martín, Nico y Maestre.
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