lunes, 30 de diciembre de 2013

LA RUTA BLANCA (CAMINO DE PARRILLAS A MONTESCLAROS)


Domingo 29, del mes de diciembre, Martín y Óli en la salida se arrepienten, tienen que acompañar a sus peques; pero los demás, deciden esperar a que aumente la cuadrilla un poco más. Presentes están el Maca y el Carpín, se suma el maestro, que con su GT parece un poco indispuesto, pero parece solucionado, así que apremia: cuándo arrancamos?? Hay que esperar, porque Diego e Ilde la bici han de montar y las ruedas inflar... Un momento, aquí llega el capitan Roberto, comandando a los Gamoninos, que suman cinco, con su señera, la doble cruz en su travesaño de color blanco. Bienvenidos son nuestros amigos. Sorpresa, dos escuderos se nos presentan, vienen de parte de Víctor, y quieren seguirnos por el camino...y en marcha se pone la escuadra, por 12 integrantes formada, a la par y en número igual caballeros de Velada y Gamonal, cinco para cada cual, mas dos escuderos novicios veleños...Allá vamos, camino de Navalcán para luego girar a la altura de la depuradora, y poner rumbo a Parrillas, entre chaparreras por el camino Guadyerbas... Un momento, os comento, añade Boliche con conocimiento, el caudal del Guadyerbas está más alto y puede impedirnos el paso...pues los planes cambiamos y por la Aliseda cruzamos, que está hormigonado. OTEAMOS el paso del camino Parrillas, pero el grupo declina, renunciamos...dónde están los veleños osados, faltando Martín y Víctor, los demás están indecisos...Y nos marchamos, por La Aliseda en fila de uno el río vadeamos, mientras Roberto fotografía el evento. Rumbo a Parrillas hasta el Cordel y giro a la derecha esta vez, para luego coger el camino de Parrillas a Montesclaros. Se da el alto, los escuderos sufren espanto...y han abandonado, los demás avanzamos entre cercados berroqueños muy bien dispuestos, salvamos varias alambradas en porteras colocadas, después pastizales intransitables, que blanquean en su cubierta por la helada inmensa, humedad escarchada por Roberto captada. AL Arroyo llegamos y...ahora por dónde cruzamos???
Buscamos, pues por donde el año pasado. Saltamos, vadeamos, fotografiamos y por el sendero rumbo norte desfilamos. Observamos que el trazado discurre más al norte, pegado al muro de los cercados, con la ayuda de Charquitos habrá que desbrozar de zarzas el senderito. El maestro da el alto, los primeros, deteneos!!!, que a Montesclaros el camino sigue más abajo, aunque no está marcado, hemos de atravesar estos prados encharcados. Es el alcornoque del búho real, dice el Carpi al pasar, pero ...dónde andará? Por fin, el pequeño pantano está ahí, no preocuparos que por arriba lo bordeamos, y después a la derecha, que la carretera ya está cerca. A la portera llegamos y nuevamente saltamos, vaya cómo pesa la GT pelleja, se suman 4 manos y la volteamos...Vaya dilema, tras cruzar la carretera, ya no existe portera al otro lado de la carretera de Arenas...la alambrada recién colocada ha sido en parte cortada, subamos pegados al arcén a ver si más adelante está abierta tal vez...Efectivamente, han dejado preparado el vano para habilitar el paso. Prosigamos hacia El Nadinos y luego exploramos por dónde le vadeamos...por allí cruzó Martín pero le cubrió hasta el sillín...yo no paso por ahí dice el Carpi con rintintín...vamos a LA orillita del arroyo, que más adelante está menos hondo, y cruzamos cerca del puente sin mojarnos, un caminito recién abierto nos conduce derecho al nuestro. Pero dónde estamos, le pregunta al Maca su compa Eduardo...es el camino de Montesclaros, pues nosotros dos nos despegamos y os dejamos...desertamos.

Y avanzamos entre reses de ganado por el camino parrillano, los gamoninos no son expertos y cometen un entuerto, nos desviamos pero poco después al trazado retornamos y seguidamente arribamos a Montesclaros, donde repostamos y charlamos.Hay que volver, por dónde ha de ser?? Yo me inclino por los caleros, dice el Maestro. Pero el Guadyerbas puede darnos guerra. Nos arriesgamos...seguro que esta vez cruzamos.
Y marchamos agrupados , por la Dehesa hermanados, disfrutamos del paisaje,  verdean los prados después que el sol ha calentado,entre encinares y alcornocales...Y llegamos al Guadyerbas Todos tenemos que pasar la prueba...Maestro tú el primero,para tirar las fotos luego.
NO!!!, que desde éste alto me basto y puedo, desde aquí todo lo veo. Venga, allá van bajando el vallado en diagonal, pedalea, pedalea y ya están fuera; sin incidentes pero el Maestro está pendiente, ahora va...hacia adelante y hacia atrás, que te vas, que te vas, frena ya...uf! Qué susto.Continuamos entre las zarzas y sorpresa, bloqueado está el paso con ramas colocadas.Hay que retirarlos...todos colaboramos y lo despejamos. Continuamos después de las Juntas, cruzamos carretera y por el camino Torilejo marchamos prestos.El arreón y subiendo la cuesta el empujón. A Velada llegamos y con la fiesta de la bicipeque nos encontramos, saludamos, nos despedimos y finalizamos. Fue la ruta blanca dibujada por la helada.

























miércoles, 25 de diciembre de 2013

martes, 24 de diciembre de 2013

EL LAGO HELADO

En la gélida mañana del domingo, 22 de diciembre, el séptimo de burriclistas, formado por 3 gamoninos y 4 veleños, liderados por su maestro, emprenden la hazaña y se lanzan a la conquista de la tundra Oropesana, réplica insigne de la Siberiana, para explorar el lago helado, todo un hito muy ensalzado. Con fuerza y vigor salvaremos innumerables obstáculos, como los charcos helados, el arroyo blanco, la pradera con sus gotitas de cristal, la escarcha del pastizal, el trampal del jaral y las hozas del jabalí.
Se da la salida a los participantes de la ruta glacial, en hora temprana de la fría mañana invernal. Emprendemos la marcha por el Camino Real, sorteando y/o atravesando charcos helados, hierbas escarchadas, areneros congelados...todo bajo grados ...el cuerpo tiritando, la nariz moqueando y los dedos de las manos hibernando, pero la reducida escuadra ni se arredra, ni se amedrenta, y arengados por el lema de fuerza y vigor, pedalean por el camino avanzando con tesón. Cabalgando sobre sus burricletas, a un lado dejan el Barrero, Cerrodávila, Cornocosillo, los Alijares, El Arenal, la Dehesa Nueva...y una piara de cerdos en el arroyo Mangas de Cuero. Avistamos en el cielo numerosas bandadas de Grullas. 
Tras un amago de pinchazo y algún tropezón, entramos en calor cuando alcanzamos el Dehesón, poco después nos presentamos frente a la portera del camino de Lagartera, que se dirige al Norte a Navalcán. Poco después, un accidente geográfico se interpone en nuestro paso. Quién será el osado caballero que habrá de vadear el arroyo blanco el primero... Allá van, Francis Drake el pirata del Corral, y Víctor canilla marqués de la Cocinilla. Lo han logrado, están a salvo...y ahora los demás, que también lo van a pasar. Fotos para la ocasión y agüita del bidón.
Tras el paso del arroyo blanco, color esparcido por la helada, nos adentramos en la tundra Oopesana, prima hermana de la gélida siberiana, ¡ay! Cómo centellean los cristales congelados de la helada sobre los pastos resecos, o sobre las diminutas hierbas que pueblan la pradera, o sobre patina de hielo labrada por el Céfiro polar. 

Tanto frío, tanto frío, perdimos el sentido...y nos desviamos, dejamos el bajo y bordeamos el alto, por una trocha terrosa, ancha y tortuosa, pero cómodamente  avanzamos y .... finalmente el ansiado lago divisamos junto a las casas del altozano.  Qué decepción!!! El lago no se heló y el objetivo se truncó. Para paliar, por la orilla hay que pasear y los famélicos hielos quebrar, para así fotografiar. Felicitación al Presi, grabada para la tesis, por tanto hay que entonar para después cantar. Una vez repuestos, tras engullir los alimentos, en la umbría divisamos un arroyo bien helado...en la próxima lo exploramos!!!







Y retomamos el sendero rumbo norte, en busca de la portera perdida, pero al llegar al jaral, no había por donde pasar, el maestro se empeña hacia la deracha y sólo encuentra oceras, huellas del jabalí en la finca llamada así. Aquí pinchamos, dice el Carpi resignado; allí está la alambrada, y por consiguiente, debe estar cerca la ansiada portera. Seguidamente, el célebre paso triunfal se ha de fotografiar. Lo logramos, foto levantando los brazos....cruzamos y al embalse arribamos....
Una pátina luminosa cuán espejo excelso sobre la masa de agua embalsada, esgrime su semblanza color acuarela con edificios anaranjados y el rostro de la sierra en tonos grisáceos...fue como el despertar de un sueño de ayer...me enamoré del cuadro grabado en la retina de mis estados de ánimo áureos.
Y la escuadra desplegada, capitaneada por Roberto, saliendo al encuentro, del fotógrafo que capta el lucimiento del efímero momento. Volviendo al camino, agazapado entre los matojos encontramos a Víctor, que con su cámara bien emplazada esperaba el paso de la caballería montada...para  que la escena fuera captada e inmortalizada. A todo gas, con un buen ritmo de pedal, a casa vamos ya.




Retorno a Velada, vuelta a casa.