jueves, 14 de septiembre de 2017

SENDERISMO Y ESPECTÁCULO: SUBIDA AL ANGLIRU

VUELTA CICLISTA A ESPAÑA 2017: SUBIDA AL ANGLIRU

En la mañana del día 9 de septiembre de 2017, nos disponemos a viajar en coche desde Oviedo hasta la población de Riosa con la intención de asistir al espectáculo deportivo más atractivo en el ámbito del ciclismo profesional dentro de la Península Ibérica: la subida al Angliru, un puerto de montaña de categoría especial, que en esta ocasión coincide con la etapa reina de la vuelta, también conocido en el argot de los ciclistas como el infierno. Tras dejar estacionado el vehículo, nos dirigimos a pie hasta Riosa, donde el Ayuntamiento había dispuesto unos microbuses para trasladar a parte del público asistente hasta la explanada de Viapará que se halla a mitad de la ascensión; sin embargo, tras una hora de espera, se nos comunicó por parte de la organización que no nos aseguraban plaza en el mismo, dada la larga cola de personas a la espera, por tanto, decidimos abandonar la cola y dirigirnos a pie al alto del Angliru. Atrás dejamos la población de Riosa y enfilamos la carretera que asciende, en principio, suavemente, y que a medida que progresábamos en la subida se iba incrementando la pendiente. Los primeros kilómetros resultaban agradables, con la vista puesta en el verdor del paisaje, con distintos tonos según la vegetación reinante: prados de siega con un verde claro, rodales de bosque en las laderas con un verde mucho  más oscuro que contrasta con el anterior, el verde de los manzanos que aportan otro colorido, casas rurales dispersas con su terruño anejo...De vez en cuando, una parada y una foto para recordar lo que nuestros ojos contemplaban, todo ello se acompaña con una charla animada. A su vez, una retahíla de cicloturistas, tanto con bicis de carretera como mtb, se dirigían al alto con pedaleo firme y denotando ganas, ilusión, disfrute; es decir, con aire festivo. No faltaban los grupos de caminantes, que acarreando sus neveras y viandas, iban derrochando bienestar, alegría, buen rollo, que contagiaban a los demás y caldeaban el ambiente; así, no faltaba un señor que equipado con sus botes y útiles de pintura iba decorando la carretera con variopintas pintadas, que hacían mención a la carrera y a los ciclistas participantes. El día amenazaba lluvia, y así fue, en un abrir y cerrar de ojos aparecieron raudas las nubes y nos cayó un fuerte chaparrón, gracias a que íbamos equipados para la ocasión y al poco escampó. Al cabo de dos horas, aproximadamente, alcanzamos la explanada de Viapará, donde la organización había establecido un área recreativa con carpa incluida, cuya estructura yacía esparcida por los suelos derribada por el viento. A partir de este punto intermedio, la gente se va posicionando a ambos lados de la carretera para el momento culminante del paso de la carrera, por cierto, penúltima etapa y la reina, un hito en el mundo del ciclismo, y que se ha convertido en un poderoso reclamo para los aficionados a este deporte -aquí se dan cita y encontramos a personas venidas de todos los lugares, tanto nacionales como extranjeros, enarbolando sus respectivas banderas: española, ikurriña, catalana, andaluza, extremeña, asturiana, colombiana, irlandesa, británica, francesa, uruguaya...Por cierto, también desplegamos la nuestra de "LA CABRA TIRA PAL MONTE" y nos colocamos la camiseta del club MTB VELADA, del que hacemos gala, incluidas nuestras mujeres que nos acompañan en el evento. Continuamos ascendiendo hasta alcanzar la célebre rampa de Les Cabanes, con un desnivel del 21%, de obligada parada para fotografiarnos junto al panel (empieza el infierno); tras lo cual, seguimos camino, las fuerzas de algunos/as van flaqueando y nos vamos separando, cada cual con su pareja, el cansancio es la consecuencia. De nuevo vuelve a llover, son cerca de las tres, decidimos que conviene ya parar, dar descanso a la mente y al cuerpo ingiriendo alimento; alguno/a de los integrantes del grupo (somos ocho) ya no puede más, y pese a los ánimos del más avezado en su afán de alcanzar La Cueña Les Cabres con su célebre "un kilómetro más", la respuesta de mi compañera no se hizo esperar: ya es la tercera vez que dices un kilómetro más y me empiezo a enfadar... no hay marcha atrás, elegimos el lugar y el momento para plantarnos con el equipamiento, a unos 4 km. del final de la etapa, hacia el km 10 de la subida aproximadamente, muy cerca de la rampa conocida como La CUEÑA LES CABRES, el tramo más duro de la subida con un porcentaje del 23%; pero, a la altura de una cerrada curva muy empinada, donde el olor a embrague quemado era notorio e intenso. Mientras tanto, llega la pareja de rezagados, El Maca despliega la bandera y las mujeres la sujetan (captada en tve), ya sólo queda esperar, unas dos horas según nos informan; por lo que dos de los integrantes deciden seguir adelante hasta llegar a la rampa mortal para la hazaña coronar y poder fotografiar, después se dejaron caer para situarse en la pancarta del Km 3 a meta para ser captados por la tve -hecho que ocurrió y se les puede ver -. Entre tanto, el cielo se encapota de nubes y vuelve a jarrear, en esta ocasión una buena tromba de agua nos cae encima, y desciende por la pendiente,  carretera abajo a todo trapo, inunda el firme y salva en algunas zonas el perfil térreo de la cuneta, nos protegemos como podemos, bajo el paraguas y con el chubasquero, la temperatura experimenta un descenso, notamos que pese al chubasquero algo nos hemos calado, y nos movemos arriba-abajo para no enfriarnos. Pasado un cierto tiempo, vuelve a clarear y las nubes se van, vuelve a lucir el sol y el firme de la carretera recobra el buen estado, prácticamente se ha secado, por lo que las condiciones son propicias para la subida. El Maca ha hecho amigos, y le dan a probar el buen vino, son con ricas viandas caseras de su tierra. Pasadas las cinco de la tarde, estando en vela, se empieza a escuchar el alborozo de los espectadores que se hallan unos kilómetros más abajo, lo que nos alerta de que ya están muy cerca; por fin, en el fondo de la recta, aparecen los motoristas abriendo la carrera, hay quien comenta que se trata de Contador, que viene escapado  y ha abierto brecha, se está aproximando y ya le divisamos, la gente agolpada en los laterales le jalea; empiezo a grabar con el móvil al líder de la carrera, eufórico y lleno de entusiasmo exclamo mientras grabo: "valiente, valiente, valiente..." "venga Alberto, venga valiente..." Se le ve muy entregado y que rueda con cadencia, va bastante destacado respecto al grupo perseguidor, compuesto por tres o cuatro, más tarde aparece Chris Froome bien arropado, también les grabo...La curva cerrada en la que estamos tiene un fuerte desnivel y los corredores se tienen que abrir para afrontarla, a los coches y motos que les acompañan les cuesta; van pasando corredores y más corredores, los espectadores aplauden, vitorean, jalean...¡qué gran espectáculo! ¡Es la etapa reina! Cuando giran en la curva los corredores miran a lo alto, no pueden evitarlo (van reventados), para ver que lo más duro aún les queda. También nosotros miramos  a LA CUEÑA LES CABRES en lo más alto de la ladera, petado de gente, está a rebosar, cuanta gente allí se concentra; mientras tanto, uno del pelotón nos deleita en plena ascensión con un brillante "caballito" y un montón de aplausos se lleva, otro gesticula con la mano demandando más aplausos y el público se vuelca, les anima, les jalea. Nos enteramos que Contador ha ganado, su segundo Angliru, toda una proeza; sin embargo, en la general queda el cuarto, del podio muy cerca, pero eso no le resta grandeza, porque ha peleado, ha dado espectáculo y con él hemos vibrado, una jornada inolvidable, espectacular, intensa...Más de cien mil personas, según nos cuentan, han asistido al maravilloso espectáculo y nosotros, los ocho, hemos disfrutado. ¡Hasta la próxima! ¡Bravo por los ciclistas, EL ANGLIRU y la vuelta!





















miércoles, 13 de septiembre de 2017

RUTA DE SENDERISMO: EL NARANJO DE BULNES "URRIELLU"

DE PANDÉBANO AL REFUGIO VEGA URRIELLU (NARANJO DE BULNES)

En la mañana del 8 de septiembre de 2017, cinco integrantes del grupo senderista "El Crampón" pusimos rumbo con dos vehículos desde Arenas de Cabrales a la población asturiana de Sotres, donde nos equipamos de agua, pan y viandas para el avituallamiento. Se nos aconsejó que nos convenía acercarnos con el coche, utilizando una pista forestal próxima a esta población, hasta una zona de aparcamiento denominado Pandébano; así, de esta forma, evitaríamos unos kilómetros que nos podrían resultar tediosos y molestos dado el polvo que levantan los vehículos al circular. Tras estacionar los vehículos en dicho paraje, y equipados convenientemente para la marcha, sobre las 10:00 horas iniciamos la ruta desde el punto señalizado con una baliza y tablilla que indica la referencia de la misma: "GR-202  Pandébano -Ref Vega Urriellu"; si bien, antes de emprender la marcha, tomamos unas fotos para el recuerdo. Seguidamente, nos pusimos a andar por el sendero que discurre por verdes praderas donde pasta el ganado vacuno remontando unas lomas de tránsito fácil, distintas cabañas dispersas pueblan la zona complementando el colorido del cuadro que contemplan nuestros ojos; poco después, avistamos en la lejanía y en el fondo del valle pequeñas casitas agrupadas correspondientes al pueblo de Bulnes. La temperatura resulta agradable y se aviva el ritmo de la marcha, las hierbas de los prados van dejando paso a las aulagas de flores amarillas, brezos morados, majuelos y escaramujos con sus bayas rojas...A continuación, en la ladera, rodales de bosque donde predomina el hayedo, y en la distancia atisbamos a ver un tramo de la famosa ruta del Cares; por supuesto, todo ello rodeado, en las alturas, de abruptas e imponentes cumbres grisáceas, de roca caliza, pertenecientes a Los Picos de Europa. Vamos contentos charlando por el sendero, variopintos temas salen a colación: la razón de dicho nombre, tanto de Picos de Europa como de Naranjo de Bulnes... Conjeturas y poca certeza, les comento que la palabra Europa procede el griego y podría significar, según algunos, ojos grandes; por otro lado, la mitología hace referencia a una mujer fenicia bellísima seducida por el dios Zeus, que se transformó en toro y se la llevó a Creta (hay varios cuadros con el nombre de "El rapto de Europa"). De esta guisa, a medio camino y transcurrida una hora, alcanzamos el "venteadero", un estrecho pasadizo entre paredes rocosas a modo de ventana abierta que nos permite contemplar, desde la lejanía, en todo su esplendor "El Urriellu" (para los lugareños), o "El Naranjo de Bulnes" (para los visitantes de tierras más lejanas, como nosotros "los veleños" , de la provincia de Toledo, hermanados con los extremeños y con los serranos de Gredos: el fondo que aparece en la pancarta del club "LA CABRA TIRA PAL MONTE" corresponde a una foto del Circo de Gredos). Las vistas espectaculares, un monolito vertical de grandes dimensiones sobresale en la montaña, alguno exclama : "vaya canto para una linde"; se preparan las cámaras del móvil para obtener un montón de fotografías de esa maravilla que contemplamos radiantes de gozo, ¡qué grandeza! Proseguimos la marcha por una zona de fácil caminar, con suave pendiente, tanto de bajada como de subida, hasta que llegamos, ya en las proximidades, a la parte más dura del recorrido, una ascensión entre canchales que se hallan a los pies de los abruptos roquedos, el trazado en zig-zag del sendero lo dice todo: hay que sudar para coronar. Por fin, tras el esfuerzo y cierto agotamiento, llegamos a una gran explanada y avistamos el refugio "Vega Urriellu", numerosas personas descansan en las inmediaciones, también nosotros nos disponemos a descansar; pero antes, hemos de captar nuestro paso por el lugar: un montón de fotos dan fe de que conseguimos coronar. Miramos el reloj y son las 12:30, hemos tardado dos horas y media; ahora toca alimentarnos y beber unas cervezas bien frescas, mientras contemplamos extasiados la belleza, la satisfacción es inmensa...Por la pared del Naranjo asciende un hombre con su cuerda, un minúsculo punto en medio de la grandeza...
Llega la hora del retorno, también hay que disfrutar con la vuelta, fotos por doquier, para recordar más tarde con imágenes la épica, la ruta cinco estrellas, desplegamos la pancarta del Club Veleño de Montaña con su cabra saltando sobre el molino atalaya, símbolo de Velada, y de fondo las cumbres nevadas de nuestras queridas montañas, la Sierra de Gredos en la provincia de Ávila: El Almanzor, La Galana, El Ameal, El Cuchillar, Los Tres Hermanitos, El Cervunal y ...más...y más...
En el camino de retorno, uno de los integrantes del grupo, El Maca, desciende por la fuerte pendiente con la bandera desplegada, y son muchas las mozas, andaluzas, asturianas, cántabras...que fotografiarse quieren a la bandera agarradas. Muchas risas, alguna broma y diversos comentarios, alegres vamos bajando, disfrutando con las vistas, detrás de las montañas el Cantábrico, fotos y más fotos, una oquedad en la grisácea blancura de la roca, tal vez una osera, quizás otra cosa...Ya nos acercamos a la ventana, el sendero se estrecha entre las paredes rocosas, volvemos la vista atrás y se estrella de nuevo con la joya, es la despedida de la mole gigantesca, adiós al Urriellu que ensalzamos como cumplido un sueño, y con palabras de volveremos. Avistamos las cabañas ganaderas, el final ya está cerca, las vacas y terneros en la pradera, uno de nosotros se tumba en ella, mientras otro se les acerca a aquellas; una jornada se acaba, con una hazaña para enmarcar, felizmente culminada, y en la vuelta, tras dos horas veinte, triunfantes, la  llegada. (Distancia: 6,5 Km - Dificultad: media-alta// Peligrosidad: pequeña//Atractivos: los bellos paisajes de montaña //Comentario: Una de las rutas de montaña más atractiva, tal vez la segunda en el ranking tras la de Treviso, también en el Parque Natural de Los Picos de Europa)