domingo, 25 de diciembre de 2022


PEÑAFIEL: EN LA CUNA DEL RIBERA DEL DUERO
 

En la villa medieval vallisoletana de Peñafiel (Penna Fidelis por mantenerse como un baluarte defensivo fiel al rey cristiano en el período de la Reconquista) se encuentra el museo del vino "Ribera del Duero" y algunas de las más prestigiosas bodegas, como la de PROTOS (término griego que significa "primera", pues acredita el honor de ser la primera, alrededor de 1927, de acuñar la denominación de origen "Ribera del Duero", que tuvo a bien ceder dicha denominación a las demás bodegas asentadas en el valle del río Duero y que se han acogido a la misma. 


El enoturismo ha cobrado gran importancia en la comarca y actúan como gran reclamo de visitantes que buscan en la ruta del vino degustar sus ricos caldos.




Al abrigo de su imponente Castillo, que data del siglo X y corona la colina, se halla el casco antiguo de la localidad, que se ubica a orillas del río Duratón y en las proximidades del río Duero, uno de sus puentes sobre este río data de la edad media.




 En la falda de la ladera, a nivel subterráneo, se encuentra una de las bodegas más prestigiosas de "Ribera de Duero". se trata de Protos (el nuevo complejo de edificación es obra el prestigioso arquitecto británico Richard Rogers), y sobre la superficie térrea avistamos distintas chimeneas-respiraderos emergentes. 


A parte de su insigne Castillo, también cabe señalar lienzos de su antigua muralla, La Plaza del Coso (habilitada desde el siglo XV para festejos taurinos), Torre del Reloj, Bodegas subterráneas, iglesia parroquial de San Miguel de Reoyo, iglesia de Santa María de Mediavilla (Museo de Arte Sacro), iglesia conventual de San Pablo (gótico-mudéjar), 



Monasterio de Santa Clara (destaca su claustro), La Ermita de San Roque...





En los alrededores destaca La Iglesia y Monasterio de Santa María de Valbuena, una auténtica joya del  gótico-cisterciense , sobresale su imponente claustro, una maravilla artística.

junto con su iglesia y la Sala de Monjes (con sus arcos fajones). 




Habilitado como hotel de termalismo y que alberga Las Edades del Hombre.





En la zona se encuentran prestigiosas bodegas, con sus viñedos, cepas en espaldera y vaso: Azuaga, Pesquera, Vega Sicilia, Lumen

Imprescindible visitar alguna de sus bodegas, que ofertan su turismo enológico, y degustar sus prestigiosas catas de vinos. 



Asimismo, destaca también su rica gastronomía, con su plato más célebre: "el lechazo", un auténtico manjar. 





Bien merece la pena, acercarse al pueblo de Curiel de Duero, con su Residencia Real Castillo de Curiel en lo alto de la mota rocosa, Palacio de Los Zúñiga, iglesia de Santa María...






























 


martes, 22 de noviembre de 2022


COLORES OTOÑALES EN LOS BOSQUES DE HAYAS DEL NORTE
  

Aprovechando la festividad del día de la Enseñanza viajamos el fin de semana del 18 de noviembre al Norte Peninsular, y nos alojamos en el Palacio Renacentista de la familia Larrea, en la localidad alavesa de Argómaniz, convertido en Parador Nacional de Turismo. 


Cabe destacar la belleza del edificio en su conjunto, especialmente la ornamentada Portada de la Puerta Principal de estilo clásico-helenístico, donde se ubica la cafetería, escenario ideal para degustar el txacolí, vino típico del País Vasco.




Ávidos de paisajes naturales que nos brinda esta época del año, nos dirigimos con el vehículo al Parking de Saldropo para realizar las rutas "Humedal  de Saldropo-Cascada de Uguna y Hayedo de Otzarreta (Vizcaya). 

A la salida del Parking, tomamos la pista hormigonada de la derecha, que resulta más corta, para visitar la Cascada de Uguna, ubicada en la falda de la ladera de una de las estribaciones del macizo Gorbea, y en un profundo y estrecho valle que recorre el río Uguna. Tras caminar unos 8 minutos y recorrer unos 250 m aparece una pronunciada curva a la derecha, y a esa altura sale a la izquierda de la marcha una senda descendente  entre dos cipreses de mediano tamaño, también a ambos lados encontramos helechos y unos vistosos acebos cargados de frutos rojos. 


Más adelante, bosquetes de altos cipreses verdes, y seguidamente, nos adentramos en un hermoso hayedo, con vetustos ejemplares de alto y colorista porte. Hemos de tener los ojos bien abiertos en busca de un punto naranja dibujado en el tronco de un haya mocha, a unos dos metros de altura, dicho árbol -de aspecto añejo, le falta una rama- se ubica a la derecha de la marcha, asimismo, enfrentado se halla otro ejemplar con una marca en forma de flecha cerca de la base de su tronco, marcando la dirección a seguir por un estrecho sendero que va descendiendo progresivamente al fondo del valle por donde discurre el río Uguna. 


Con mucha precaución, pues el suelo se muestra mojado y resbaladizo, vamos bajando entre hayas centenarias cuyas hojas presentan una variopinta gama de colores: verdes, doradas, anaranjadas, y, esparcidas en el suelo, hojas caídas de color rojo oscuro (rojo óxido). A medida que nos acercamos a la Cascada de Uguna, vamos escuchando el sonido onomatopéyico del agua al precipitarse en el salto. Por fin, acomodados en una peña, a modo de pedestal, contemplamos la cascada en la falda de la montaña y el hermoso paraje que la rodea, teñido de una rueda de colores otoñales combinados. Momento para el disfrute visionando esta bella estampa otoñal.


De vuelta, por el mismo camino, más corto que el trazado establecido, íbamos comentando lo afortunados que hemos sido por el cese de la lluvia durante la ruta, pues momentos antes del inicio había llovido con ganas.



Cerca del lugar, a pocos minutos en coche, se halla también el Parking del renombrado "Hayedo de Otzarreta" (Vizcaya), por lo que nos dirigimos al mismo y estacionamos. Podemos observar, en las inmediaciones, a varios visitantes con trípodes y cámaras fotográficas de alta gama.


Se trata de una ruta corta que se inicia en el mismo parking, adentrándonos enseguida en el corazón del hayedo, atravesado longitudinalmente por un vistoso regato que complementa el hermosísimo paisaje otoñal, confiriéndole un "plus" al encanto del paraje. Paseamos tranquilamente sobre la mullida alfombra roja de hojas caídas, por suerte, con pocos visitantes; así que disfrutábamos a cada paso contemplando detenidamente cuantos elementos paisajísticos encontrábamos: el discurrir de las aguas cristalinas de la corriente, las copas de los árboles con su estampa colorista de sus hojas en otoño, esa combinación de verdes, dorados, naranjas, marrones, rojos ... Un hermoso cuadro pintado por la naturaleza para deleite de quienes tienen la fortuna de contemplarlo en esta época: "Paisaje Otoñal" en el hayedo.

Numerosas fotos para captar la belleza que nos rodea y retenerla aunque sea en imágenes, para poder disfrutar a posteriori también de ellas. No obstante, cabe reseñar que las copas de los árboles se encuentran retocadas por la mano del hombre, semejando la poda de sus ramas a los brazos verticales de la hidra marina. También añadir, que el hayedo visitable es pequeño, por lo que el recorrido no requiere demasiado tiempo, dependerá de las expectativas de cada cual. 

Al día siguiente, día 19 de noviembre de 2022, nos dirigimos en coche a tierras navarras para visitar el Bosque Encantado de Urbasa en el Parque Natural de la Sierra de Urbasa. Se trata de un extenso hayedo bien conservado, tal vez el mejor bosque de hayas de Navarra, con las atractivas rutas del "Hayedo Encantado" (ruta de los montañeros hasta el Alto de la Cruz)  y  "Camino de Pastores". Existe un Punto de Información junto al Parking; sin embargo, dadas la inclemencias adversas del tiempo, empezó a nevar poco después, se hallaba cerrado. 


Aún así, no pudimos resistirnos a la tentación de pasear bajo la fuerte nevada por las inmediaciones y adentrarnos un poquito en el bosque, tomando algunas fotos singulares bajo las copas de los hayas. ¡¡Nos calamos pero disfrutamos!!  





Continuamos por la carretera nevada en dirección a Estella, sin cadenas y con mucha precaución pues la nieve empezaba a cubrir el asfalto. Teníamos una reserva para la visita de la Reserva Natural del Nacedero del Río Urederra en la localidad navarra de Baquedano. 




Estacionamos en el Parking habilitado para los visitantes, una vez hecha con anterioridad la reserva de pago, y nos dirigimos al Punto de Información. Seguidamente, iniciamos la ruta atravesando el barrio de la localidad siguiendo las flechas y nos encaminamos por una pista ancha hacia el curso del río Urederra, dirigiendo la mirada a las

laderas arboladas de la Sierra de Urbasa que presentan un colorido espectacular, una hermosa combinación de radiantes colores otoñales que atraen nuestras miradas.

Más adelante, dejamos la pista forestal y tomamos una senda ribereña que discurre paralela a la orilla del río, con una vegetación de bosque en galería donde encontramos gran diversidad de especies, y donde


destacan, por su deslumbrantes colores otoñales, el amarillo-anaranjado combinado con ámbar y rojo de las hojas de hayas, con el rojo vino de las hojas del serbal de los cazadores, acompañados por el dorado de las hojas de los álamos, el verde-amarillo pálido de sauces y fresnos, y el verde brillante del musgo, helechos y herbáceas.


El suelo de la senda reviste un tono rojo-óxido, negruzco en ocasiones, por la cubierta de hojas caídas del hayedo colindante. Una estampa otoñal impresionante y conmovedora, que evocan lugares lejanos paradisíacos y que tenemos aquí tan cerca, una auténtica gozada esta maravillosa experiencia.




Pero no sólo llama la atención el atractivo colorido de la vegetación, tras la lluvia, sino que el deslumbrante color azul turquesa de las aguas del río Urederra, cuyo significado en castellano es "aguas bellas", resulta impactante y nos traslada, en vuelo de la imaginación, a escenarios idílicos de películas, incluso al mismísimo "Edén"; en este sentido, jamás había contemplado tanta belleza paisajística en un entorno natural, resulta indescriptible y sin calificativos para mis modestos "saberes". 

Las imágenes hablan por sí solas, y puedo añadir que he disfrutado enormemente con la ruta en esta estación de otoño, cuando las plantas se ponen sus trajes de gala y nos regalan una muestra artística de cuadro de colores para el disfrute de nuestros sentidos, sobre todo para la vista, complementado por el sonido del fluir de las aguas, junto con el canto esporádico de algún pajarillo. 

El color azul turquesa de las aguas remansadas de las pozas se revierte en la blancura de los saltos y transparencia de las zonas más someras. 


Alzamos la vista para contemplar la gran altura del cortado rocoso, un escarpe vertical en forma de gran arco,  de toba calcárea muy porosa y con numerosas oquedades; en una de las cuales, situada a media altura de la pared, se ubica el nacedero del río Erederra; si bien, no podemos divisar dado que no se puede acceder, se halla cortado el acceso en un punto de la ruta con unas vallas y señalización, está protegido.  



Llegados hasta el final del recorrido, donde una señal nos prohíbe el paso, hemos de retornar por el trazado alternativo de vuelta, que discurre más alejado del curso del río. 

Ruta: Circular/ Senderismo/ Distancia: 7 km / Tiempo: 2:30 h./ Calificación: Sobresaliente 10.



Por la carretera de regreso al alojamiento, hicimos un alto en la carretera y nos acercamos al mirador de UBABA (boca de agua), que nos ofrece unas magníficas vistas del valle de río Urederra desde las alturas y de las cadenas montañosas que le flanquean, cuyas cumbres y laderas envueltas en la niebla con los llamativos colores dorados y anaranjados de robles y hayas despierta nuestra admiración.

Ahora bien, el visionado del entorno tiene sus limitaciones, pero ha merecido la pena el recorrido por la cornisa del cortado, también llamado "Balcón de Pilatos". 


También hicimos otra parada, nuevamente, ya de vuelta, en el mencionado "Hayedo Encantado" de Urbasa, para pasear sobre la nieva y bajo las copas de los hayas, observando el contraste de la blancura de la nieva y el tono rojizo de las hojas. Un escenario mágico.



Por otro lado, a nivel artístico y arquitectónico, visitamos la localidad de Salvatierra (Álava), donde destaca su casco histórico medieval, con casonas y palacios blasonados e iglesias monumentales; así como su Plaza Porticada.

En los alrededores, en Gove, se encuentra la iglesia de románica de San Martín de Tours del siglo XII, que cuenta en su interior con magníficas pinturas murales del siglo XIV.


Y a pocos kilómetros de la localidad anterior, en Alaitza, está la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, y en su interior destacan unas peculiares pinturas rojizas en los muros de la bóveda, por las imágenes y motivos que representan: escenas de la vida cotidiana del medievo, como caballeros, soldados, asalto a una fortaleza, peregrinos, campesinos...