martes, 31 de agosto de 2021


 TOURMALET  RECIBE  A  MTB  VELADA

A las 10 de la mañana del día 27 de agosto de 2021, luce el sol y con temperatura agradable, todo está dispuesto para iniciar la ascensión al mítico Tourmalet, icono de la célebre carrera del Tour de Francia. En la salida ubicada en Luz Saint Sauver (Francia) nos concentramos 5 cicloturistas veleños (Rufo, José María "El Maestre", Andrés "El Presi", Domingo "El Maca" y Jesús "Chuchi Maravillas") en torno al famoso Km 0 y así, bien equipados con el traje de gala, posar para las cámaras, dado el momento único e inolvidable. 


A la señal de salida nos pusimos en marcha por la calle de Barèges en la carretera D 918, que nos llevará hasta la cima del Col del Tourmalet.  La alegría y emoción se reflejaban en nuestras caras, acompañado de gritos y palabras de ánimo exhortando a acometer con entereza el reto que nos habíamos propuesto, toda una aventura por descubrir. Los primeros kilómetros que discurren por un trazado en línea recta y con una pendiente cercana al 5% resulta bastante cómodo, pero a medida que van pasando los kilómetros y nos vamos acercando a la localidad de Barèges la pendiente va "in crescendo" situándose alrededor del 7%-8% , por lo que el grupo se va desgajando y perdiendo alguno de sus componentes, que quedan rezagados, entre ellos el que suscribe. Aparecen las primeras curvas en forma de herradura y podemos divisar, desde la distancia,  a los adelantados pedaleando a un fuerte ritmo. 




Cruzamos el casco urbano de dicha localidad escuchando música ambiental y algún que otro piropo de los lugareños dirigidos a nuestras personas en reconocimiento a nuestro esfuerzo y nacionalidad (Allez-allez españoles!!), mientras tanto, un sin fin de ciclistas, la inmensa mayoría con bicicletas de carretera, nos iban sobrepasando en la subida, que bien pareciera una romería por la cantidad de aficionados que se habían dado cita, un tropel...


Dejamos atrás la población y a la altura del punto kilométrico 8-9 se presentan repechos con rampas que se acercan al 10% y 13%, si bien son tramos cortos y puntuales, pues la media del kilómetro ronda el 9%; sin embargo, la fatiga hace acto de presencia y al acercarme al kilómetro 10, donde se halla una pancarta con la figura del gran ciclista profesional Fignon, me vi obligado a realizar una parada para oxigenarme (jeje). Uno de mis compañeros, al percatarse de mi ausencia, detuvo la marcha y esperó hasta mi aparición; mientras que los demás "seguían a todo gas" (Chuchi, el del gas, sobrado está!! Ja,ja,ja!!). 

Reanudamos la marcha, dejando atrás el Parking de la estación de Sky , y afrontando a duras penas los kilómetros siguientes con pendientes que sobrepasan  ligeramente el 8%, mi buen compañero, (El Presi), marcha a buen ritmo, y aunque me va ofreciendo su rueda, va abriendo hueco y me voy quedando. 

De nuevo, al llegar a un bar-restaurante (Super Barèges), sucumbo a la tentación y he de parar a descansar y reponer fuerzas con el avituallamiento. 


Reanudo la marcha en solitario, elevo la vista a las alturas y en el cenit diviso el edificio que se levanta en la cima del Tourmalet, y entre la cima y mi bicicleta una revuelta, otra revuelta, tercera revuelta y ... hasta perder la cuenta; vaya resoplidos, me retuerzo en la cadencia tras cadencia, mas no hay tregua ni benevolencia, la ascensión no respeta ni a los "jubiletas", sólo queda pundonor y paciencia, la meta aunque aún lejos cada vez un poco más cerca, aprieta el calor, sigue luciendo el sol y se empapa de sudor la camiseta, ya sólo distan tres kilómetros para la meta y seguidamente una empinada cuesta, ronda el 9% y me traiciona la cabeza, otra parada más que me atenaza la flojera, descabalgo hacia un lado y pongo el pie en la tierra, recurro al agua adulterada con las sales de isotónica, cuan placebo de mejora... Me rearmo en mis sentimientos y pienso: lo tengo que lograr, he de llegar, no voy a dejar escapar esta oportunidad...


Me encaramo de nuevo a mi burricleta francesa, encajo mi cala al pedal y presiono hacia abajo con fuerza, aprieto los dientes y piñón con más dientes, hacia arriba marcho con la vista puesta allá en lo más alto, en la gloriosa meta; desvío por un instante la mirada y ésta encuentra a mi compañero en una pronunciada curva de un trazado en Z más Z, parece que toma fotos del espectacular entorno, un paraje majestuoso para los amantes de este deporte. Otro rampón me aguarda y son ya pocas las fuerzas, a falta de kilómetro y medio, no tengo más remedio que poner el pie en el suelo y oxigenarme por dentro, contemplo la inmensidad del fondo del valle, el trazado serpenteante de la carretera, la lejanía y la enorme distancia recorrida; mientras tanto, pienso: ya lo tengo muy cerca.



Reanudo la marcha, sobrepaso el último kilómentro y alcanzo la última curva donde una fotógrafa con cámara en mano realiza varias tomas de mi persona, y a mi pregunta en tono jadeante  de cuánto falta, me responde que unos 300 m. para la meta; saco fuerzas de donde apenas quedan y afronto con entereza la última y dura cuesta, una rampa con una pendiente del once al trece por ciento, el tramo de mayor dureza, todo un reto que felizmente supero entrando glorioso a la meta (para mis adentros, je, je). Prueba conseguida y El Tourmalet nos da la bienvenida. 


Saludos de los compañeros, quienes llegaron primero, y con mucho tiempo. En la plataforma, o rellano, donde se encuentra la caseta del Bar, en la que se encuentra una exposición de bicicletas antiguas y leyendas del ciclismo, se respira un ambiente festivo con muchos ciclistas reunidos, entre ellos bastantes españoles, charlando amigablemente tras la ascensión. A  continuación, fotos en el Col y cervecitas frescas para todo campeón. 




Luego la vuelta, toda la bajada a rienda suelta, con los cortavientos puestos para evitar posible enfriamiento. A la llegada un buen recibimiento y fotos del exitoso momento.

RESUMEN DE LA ASCENSIÓN AL COL DEL TOURMALET

Distancia: 18,6  km //  Desnivel: 1405 m // Pendiente media: 7,5 %

Salida: Luz-St-Sauveur a las 10 h, altitud: 710 m   // Kilòmetre Zéro

LLegada: Coll de Tourmalet, altitud 2115 m, desnivel 1385 m// 1º  2:23 h- 2º y 3º 2:30 h - 4º y 5º 3:30h

Bajada: 25 a 30 minutos (Luz-St.-Sauveur)


























lunes, 2 de agosto de 2021


RUTAS DE CANTABRIA III: PICO TRES MARES Y NACIMIENTO DEL EBRO
 

Desde Reinosa (Cantabria) se accede en coche a la carretera CA-183, que pasa por Fontibre y se inicia la ascensión a la estación de esquí de Alto Campó, un recorrido de 25 km. propicio para realizar una ruta de mtb con un fuerte desnivel. Tras dejar  la anterior carretera a la altura de Brañavieja se toma la carretera CA-916 que nos sube a la parte más alta del estacionamiento de vehículos, denominado Mirador Fuente del Chivo. 


Una pista de tierra asciende hasta el Remonte Tres Mares, y a continuación un sendero pedregoso nos conduce hasta el célebre Pico Tres Mares, en cuya cima se ha habilitado un mirador espectacular donde se puede contemplar Peña Labra, y los valles de los tres ríos: el río Pisuerga al Sur, el río Nansa al Norte y el río Híjar al Este. Se denomina así "Tres Mares" porque da origen a tres ríos cuyas aguas van a desembocar en tres mares diferentes: El río Pisuerga es afluente del río Duero que desemboca en el Océano Atlántico, el Híjar es afluente del río Ebro (se convierte en río Ebro en Fontibre) que desemboca en el mar Mediterráneo y el río Nansa que se lleva sus aguas al mar Cantábrico.


En el camino de vuelta, observamos a dos cicloturistas coronar la ascensión al Mirador del Chivo, toda una proeza teniendo en cuenta la longitud, altitud y desnivel de la carretera, que asciende serpenteando por la verde ladera de la montaña (una buena ruta para los amantes del cicloturismo mtb).



En el retorno a la localidad de Reinosa, resulta visita obligada detenerse en Fontibre, lugar de nacimiento del río Ebro, en un bello paraje poblado de altos árboles cuyas sombras nos protegen del sol de verano, y que junto a una alfombra verde de herbáceas nos invitan al descanso (una siestecita de relax). 


Una senda bien acondicionada da acceso a la surgencia del nacimiento del río Ebro, el manantial de donde brota el agua bajo la roca; puesto que del caño de la fuente anexo al manantial no corre el agua en verano.




Impresiona el color azul turquesa de sus aguas y el discurrir de la corriente entre sauces y plantas acuáticas, los patos dibujan sobre su superficie distintos trazos entrecruzados en su deambular. Una escena maravillosa.



Un alto en el camino para tomar unas fotos de la casa mansión donde se rodó la película de Amenábar titulada "Los Otros" (un inciso en el reportaje de fotos que nada tiene que ver con las rutas, salvo que se halla ubicada en Cantabria)