En la mañana del día 17 de julio de 2019 nos acercamos a la localidad Cántabra de Ucieda por donde se accede al área recreativa "Casa del Monte", de donde parten varias rutas locales, alguna de ellas acondicionada tanto para Senderismo como BTT, incluso Maratón. Optamos por la atractiva ruta de Los Puentes que recorre un bosque mixto de clima atlántico: un magnífico robledal y extraordinario hayedo. Siguiendo la señalización de balizas e indicativos de madera tomamos un carreterín asfaltado, común en su primer tramo para cicloturistas y senderistas, con alguna variante, que va remontando la falda de la montaña de escasa altura, las vistas del entorno montañoso con sus frondosos valles son maravillosas. Al llegar a unos escalones de madera con panel informativo, dejamos a un lado el carreterín y nos adentramos en una senda arbolada que discurre a media ladera entre robles y hayas, seguidamente el arbolado deja paso a una zona de herbáceas y helechos por donde pululan las mariposas y las muy pesadas moscas. Dejamos atrás el pastizal y nos adentramos poco a poco en el corazón del bosque, tan abigarrado y frondoso que se asemeja al de los cuentos infantiles, donde se suceden los pequeños puentes de madera salvando las torrenteras de aguas cristalinas, y dando paso a continuas subidas y bajadas desde la media ladera a la hondonada del pequeño e intrincado valle; un espacio natural frondoso y bien conservado, apenas alterado, nos sentimos como intrusos en el bosque de las hadas, trasgos, gnomos, duendecillos, etc. La niebla que avanza por las alturas amenaza con lluvia, y poco después caen las primeras gotas que golpean sobre las hojas del dosel arbóreo que nos cobija; nos vemos obligados a sacar los paraguas para protegernos de la misma, pues va arreciando " increscendo", estamos solos en medio de la fronda, sin cobertura y tan sólo un sendero con balizas diseminadas, a veces, poco visibles, incluso los pájaros se han puesto a buen recaudo en sus nidos, no se escucha ningún canto, parece que revolotea una pareja de mediano tamaño que pudieran ser Picapinos. Un pequeño desvío de un centenar de metros, bien señalizado, nos dirige a uno de los árboles singulares del recorrido, se trata del famoso roble tumbado, nos acercamos y quedamos impresionados por la forma que adopta y el tamaño; volvemos de nuevo al sendero y siguiendo la inercia nos encaminamos hacia la variante del recorrido denominada "La vuelta de la Cotera", que es más largo que el que discurre por Las Rozas, en las orillas de los regatos abundan los avellanos con sus frutos encapsulados bajo su venda verde, junto a los helechos que acarician las corrientes de agua, los modestos puentes de madera se suceden, no siempre en buen estado, por lo que hay que andar con cuidado. LLama la atención el porte arbóreo de los Acebos, con sus hojas punzantes y verde brillante, las bolitas verdes son mayoría, pero destacan las bolitas rojas residuales. Alcanzamos otro de los árboles singulares, un haya centenaria, con su imponente porte y grueso tronco, podría denominarse el haya alfa del parque, nos detenemos para fotografiarle; más adelante un tronco de grandes dimensiones se halla caído en medio del camino, a su lado, somos insignificantes. Tras muchos caminar, accedemos a una braña donde pastan los caballos, y más adelante, atravesamos una hoya de superficie aplanada cubierta completamente de altísimos helechos, que nos superan en altura, nos abrimos paso siguiendo el trazado del sendero. Por fin llegamos a una encrucijada de rutas o caminos, con la opción de desviarnos para seguir la ruta del "Hayacorvo", otro de los árboles singulares; sin embargo, vamos cansados y lo desechamos, para finalizar el recorrido donde lo empezamos, en el área recreativa de La Casa del Monte.
Ruta: 20 km.-5 h y media- moderada-paraje natural apenas alterado- calificación: 5 estrellas.
Ruta: 20 km.-5 h y media- moderada-paraje natural apenas alterado- calificación: 5 estrellas.
