jueves, 18 de marzo de 2021


BARRANCAS DE BURUJÓN-MELQUE-DOLMEN-PUENTE LAS CANASTAS
 

Salimos de Talavera de la Reina una mañana soleada de marzo y tomamos la carretera CM-400 en dirección a La Puebla de Montalbán. Pasada dicha localidad, en dirección a Toledo, y a la altura de la intersección con la CM-4050 encontramos una señal informativa del aparcamiento de Las Barrancas de Burujón. Dejamos atrás el aparcamiento y seguimos por un camino de firme muy bacheado hasta llegar al mirador de Los Enebros (aproximadamente unos 4 kilómetros); estacionamos el vehículo frente al merendero existente y nos dispusimos a recorrer el sendero de los miradores. 



Las vistas que nos ofrecen tanto el mirador de Los Enebros como el mirador del Cambrón son espectaculares, tanto de las cárcavas, o barrancas, como de los meandros del río Tajo con sus impresionantes acantilados térreos, en los que resaltan los tonos ocres de sus paredes verticales y escarpadas. Este singular monumento natural de Las Barrancas, en el embalse de Castrejón del río Tajo, es producto de la erosión de los depósitos sedimentarios blandos (arenas y conglomerados) por la acción de las aguas, tanto de las lluvias como del caudal del río Tajo. El tamaño de los surcos y hendiduras sobre la piel terrosa de las laderas resultan muy llamativos por la gran belleza del conjunto, con una vista panorámica portentosa.





Tras abandonar este singular y bello paraje retornamos a La Puebla de Montalbán para tomar la carretera CM-4009 en dirección a San Martín de Montalbán, pues en sus alrededores se hallan varios monumentos de gran interés, como el Castillo Templario de San Martín de Montalbán (sólo visitable con guía tras concertar previamente la correspondiente visita, por lo que pasamos de largo), la Ermita de Santa María de Melque, el Dolmen de San Martín y El Puente de Las Canastas. 

A continuación, la Ermita de Santa María de Melque, bien merece una visita. Se trata de una iglesia visigótica del siglo IX, con una estructura arquitectónica de planta en cruz griega, su nave longitudinal presenta una maciza bóveda de cañón apoyada en arcos de herradura. 


La robustez de la edificación viene dada por el material de la construcción, a base de bloques de granito ensamblados en seco. El monumento en su conjunto se caracteriza por la solidez, austeridad y recogimiento, con un ábside central y crucero espectaculares, también destaca su pétrea bóveda de cañón así como el techo abovedado pétreo. A mi entender, desentona un tanto la restauración realizada de la parte superior de la torre cuadrangular que sobresale del edificio. 

Cerca de la referida Ermita, y en la misma carretera, se encuentra el Dolmen de San Martín, una necrópolis neolítica, al que se accede por un camino en buen estado, salvo los últimos cien metros, por lo que es aconsejable estacionar el turismo, para recorrer el último tramo a pie hasta hallar el correspondiente indicativo. Seguidamente, un sendero descendente que discurre entre carrascas (encinas) no conduce al monumento megalítico. 



Se trata de un corredor circular de bloques verticales de granito con su cubierta. Se puede observar en algunos puntos el interior del corredor. En primavera puede resultar interesante y entretenido pasear por los alrededores disfrutando del entorno natural.




Pasado el pueblo de San Martín de Montalbán en dirección a Navahermosa, se encuentra un indicativo del Puente de Las Canastas, al cual se accede por un camino de difícil tránsito en su tramo final, de unos 4 kilómetros aproximadamente, hasta llegar al arroyo del Torcón, donde se dejan los coches.


 Después,  se cruza el cauce para tomar un sendero que discurre arroyo abajo por su margen izquierda y que nos llevará siguiendo el curso de las aguas hasta el singular Puente de Las Canastas, de origen romano, si bien con alguna restauración; pero ciertamente impresiona. Según las informaciones, por aquí discurría la calzada romana de Emerita Augusta a Toletum. Los pilares naturales del puente son roquedos de granito, al igual que las impresionantes paredes verticales que encajonan el curso fluvial. Un entorno de ribera que invita al disfrute, al almuerzo y al descanso. Existe otro acceso alternativo, posiblemente más fácil, que se halla en la carretera CM-401, próximo a Navahermosa, a la altura del puente sobre el arroyo del Torcón.


En el pueblo de Navahermosa se encuentra el castillo, en ruinas, conocido como el Castillo de Dos Hermanas, y que se accede por un camino que parte del casco urbano. 


El último tramo, de ascensión al altozano, se realiza andando, pero no es demasiado exigente. Merece la pena por las vistas que se obtienen desde lo alto.





Y por último, de vuelta a San Martín de Montalbán, contemplamos el exterior de su iglesia de San Andrés (una parte de su edificación de estilo herreriano/renacentista), y bajamos, después, al río para visitar los Puentes Chicos (siglo XIX). También en su término municipal se hallan otros elementos de interés, entre los que cabe destacar: las Tumbas Antoropomorfas de época romano-visigoda y los restos de un Molino de Agua.