lunes, 1 de julio de 2013

EL NIDO DEL ÁGUILA

DE PLAYAS BLANCAS AL TECHO DEL MUNDO (30-JUNIO-2013)



El octeto formado por 2 gamoninos y 6 veleños emprendieron la más alta de las aventuras por tierras de Ávila, y así en la mañana del 30 de junio emprenden la  portentosa acometida al Techo del Mundo. La partida tiene su inicio a orillas de un cristalino río cortejado por chopos y alisos, en un paraje denominado de Playas Blancas en el río Ramacastañas, por una pista forestal remontamos el valle, seguidamente la Cañada Real hasta Santa Cruz del Valle; no obstante para poder llegar hubimos de salvar una prolongada rampa de gran dificultad, considerada de Categoría Especial; pero los bravos corredores animados al escuchar el resonar de tambores lograron coronar el altozano de la villa, y por las estrechas callejuelas se abrían paso sus burricletas. Atrás queda el casco urbano, y en escalada permanente los caballeros se retorcían y apretaban los dientes, una pista hormigonada nos sube al depósito del agua, sometidos a una durísima prueba dos integrantes del grupo se descuelgan, al Gran Maestre y a Domingo no les aguantan las piernas, la fatiga les hace descabalgar y durante un tramito tienen que andar con la bici del ramal. Ya recuperados hacia el Techo del Mundo continúan pedaleando. Toda una hazaña de grand altura y unas vistas panorámicas de auténtica hermosura. Un nuevo hito liderado por el amigo Víctor, Víctor Canillas el marqués de la Cocinilla, donde el desnivel acumulado roza la locura y los bravos caballeros se baten en el empeño, a conseguir el gran reto. El Gran Maestre y Domingo, cambiaron de camino y en vez del sendero del vértigo, continuaron "to tieso", pero alcanzaron el roquedo donde se halla el Gran Techo, El Techo del Mundo, y colocaron la pica de la GT en la cima que mejor se ve. 
Después continuaron los dos hermanados y ascendieron por la pista forestal hasta el Puerto de Pedrobernardo coronar. Lograda la gran hazaña, esperaron al resto de la escuadra, que venían abriendo brecha ascendiendo la gran cuesta, rodeando por la cara sur la imponente mole del monte, vencedores de la épica gesta. Allí nos encontramos, en el Puerto de Pedrobernardo, avituallamiento en la fuente que está cerca y fotos de la leyenda. Después, bajada vertiginosa también, ni la cámara con la suficiente nitidez lo capta, Martín el caballero fiero no tiene ningún miedo, y con bravura se lanza en el descenso a toda manta....
Al llegar a Playas Blancas, un bañito nos aguarda, y unas cervecitas fresquitas junto con unas tapitas. ¡Qué gran jornada! La felicidad nos acompaña y retornamos a nuestras casas.










































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