PARADOR DE MÁLAGA GOLF

Cuando llegamos por la tarde, tras instalarnos en una cómoda habitación, con terraza y extraordinarias vistas al mar mediterráneo, que por cierto nos cautivaron las maravillosas vistas, decidimos acercarnos hasta la playa, que se halla contigua al bien cuidado campo de Golf.
El paseo nos resultó muy grato, en uno de los extremos de la playa que alcanzaba nuestra vista se encuentra Málaga y en el otro Torremolinos, además las sensaciones de tranquilidad y el sonido del romper pausado de las olas generaban bienestar; sin bien, el ruido atronador y molesto del despegue y aterrizaje de los aviones -el aeropuerto se halla en la inmediaciones-, nos hacía despertar de los breves momentos de ensoñación y sosiego.
Nuestra atención se dirige a un grupo de jinetas que a lomos de sus monturas realizan una ruta a caballo a orillas del mar, y que plasmo en una fotografía. Pese a lo molesto de tener un aeropuerto en las proximidades, merece la pena y resulta muy recomendable alojarse en el Parador, dado que si las ventanas de las habitaciones se encuentran cerradas apenas se escucha el ruido molesto que producen los aviones.
El paseo nos resultó muy grato, en uno de los extremos de la playa que alcanzaba nuestra vista se encuentra Málaga y en el otro Torremolinos, además las sensaciones de tranquilidad y el sonido del romper pausado de las olas generaban bienestar; sin bien, el ruido atronador y molesto del despegue y aterrizaje de los aviones -el aeropuerto se halla en la inmediaciones-, nos hacía despertar de los breves momentos de ensoñación y sosiego.
Nuestra atención se dirige a un grupo de jinetas que a lomos de sus monturas realizan una ruta a caballo a orillas del mar, y que plasmo en una fotografía. Pese a lo molesto de tener un aeropuerto en las proximidades, merece la pena y resulta muy recomendable alojarse en el Parador, dado que si las ventanas de las habitaciones se encuentran cerradas apenas se escucha el ruido molesto que producen los aviones.








concurrida en los días de carnaval. Ya entrada la noche regresamos nuevamente al Parador en el tren de cercanías, todo un lujo tenerlo tan fácil y cerca.
En la mañana del día siguiente, día de la partida, nos acercamos al Parque Comercial a hacer algunas compras y tras las mismas, pusimos rumbo a nuestra tierra de Talavera de la Reina, cuya producción cerámica ha sido declarada por la UNESCO como Bien Inmaterial de la HUMANIDAD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario