EL CIEGO - LA GUARDIA
El fin de semana de los días 6-7-8 de marzo, dos matrimonios, uno veleño y otro talaverano, viajamos a una de las regiones de más renombre y prestigio en el mundo del vino: LA RIOJA ALAVESA. Tanto mi amigo Domingo como mi mujer, muestran gran afición y casi enamoramiento al mundillo que rodea las degustaciones, o catas, de tan saludable y ancestral líquido elemento, venerado por numerosas culturas y pueblos a lo largo de la historia, especialmente del Mediterráneo.
Personalmente, a mí me atraía más la arquitectura de las construcciones, o edificios, que dan soporte a las bodegas: BODEGA DEL MARQUÉS DE RISCAL DE FRANK GERHY Y LA BODEGA AYSOS DE SANTIAGO CALATRAVA.
Una vez allí, nos dimos cuenta que también cuenta con un patrimonio artístico y cultural muy importante, con tradiciones muy arraigadas; por lo que sin lugar a dudas, resulta imprescindible para el viajero reservar en su calendario una visita (nosotros hemos disfrutado muchísimo, y la acogida de sus gentes ha sido extraordinaria.
El primer día, a la llegada a la villa de ELCIEGO, ya de noche, nos recibió la fina lluvia, nos alojamos en la casa rural La Corchea, por cierto, los dueños encantadores, nos mostraron nuestras habitaciones y quedamos
sorprendidos por las maravillosas vistas de la bodega del Marqués de Riscal, así como de la Iglesia San Andrés con sus emblemáticas torres que despuntan del monumento (además, su interior, que días después tuvimos la suerte de visitar, gracias a la amabilidad de Carlos, es en su conjunto una auténtica joya, con distintos estilos arquitectónicos y un ábside en piedra con un retablo dorado excepcional). Después, bien aconsejados, nos fuimos a tapear al Bar-Cafetería Gure, donde nos sirvieron una cazuela de bacalao a la riojana para "chuparse los dedos", junto a otras raciones, que acompañamos con un buen vino rioja "Aladros" de una bodega del pueblo.
A la salida del local, con los paraguas abiertos, dimos una vueltecita por algunas de sus calles y plaza mayor, o del Ayuntamiento, donde también se ubican la Ermita de la Virgen de la Plaza, y las casa solariegas de Los Hierros y Ramírez de la Piscina (con bellos blasones, o escudos, y balconadas con su enrejado de forja.

Cuenta con numerosas bodegas, la mayoría familiares, pues la cultura del vino se halla muy arraigada en sus vecinos, y también con grandes bodegas como la ya citada del Marqués de Riscal. A parte de lo ya mencionado, resulta interesante recorrer los senderos para disfrutar del paisaje de viñedos y acercarse a alguno de sus miradores, que ofrecen vistas espectaculares.
Respecto a su historia, en pequeña pincelada, referir que la villa (cuenta con su rollo o picota) ha estado ligada a la Corona de Navarra y a La Guardia, de la que dependía hasta tiempos de Felipe II, que en 1583 le concede el título de Villa. Toma su nombre de Elciego, según la leyenda, de un habitante ciego que regentaba una posada en el lugar donde se asienta el municipio.
sorprendidos por las maravillosas vistas de la bodega del Marqués de Riscal, así como de la Iglesia San Andrés con sus emblemáticas torres que despuntan del monumento (además, su interior, que días después tuvimos la suerte de visitar, gracias a la amabilidad de Carlos, es en su conjunto una auténtica joya, con distintos estilos arquitectónicos y un ábside en piedra con un retablo dorado excepcional). Después, bien aconsejados, nos fuimos a tapear al Bar-Cafetería Gure, donde nos sirvieron una cazuela de bacalao a la riojana para "chuparse los dedos", junto a otras raciones, que acompañamos con un buen vino rioja "Aladros" de una bodega del pueblo.







capados para habilitar el paso de los rayos de sol, la entrada y bajada al subterráneo, denominado "Calado", de una bodega familiar, bien conservada con arcos de piedra para sujetar la bóveda al estilo tradicional; exteriores de las iglesias, de San Juan y de Santa María de los Reyes -cuenta con un pórtico espectacular- Torre Abacial, lienzos de la muralla que componen el recinto de la fortificación de la plaza (fortaleza), junto con palacios, torres e iglesias...En definitiva, por su riqueza patrimonial, LAGUARDIA es uno de los pueblos más bonitos de España, una villa medieval bien cuidada y conservada que es una auténtica maravilla, muy visitada y apreciada). Finalizamos en la vinoteca de Pepita Uva con una degustación de vinos, quedamos muy agradecidos y satisfechos). Después, nos acercamos a la oficina de turismo para poder visitar, lo que para mí constituye el mayor de sus tesoros, EL PÓRTICO e Iglesia de Santa María de los Reyes, que al hallarse protegido -me refiero al pórtico- se conserva en plenitud, en un estado extraordinario, se trata de un pórtico labrado en roca policromada que bien puede compararse con el célebre Pórtico de La Gloria de la Catedral de Santiago, yo hasta el momento, no he visto otro igual, dado que el de Santiago, cuando le vi, aún no estaba restaurado. Al contemplar la majestuosidad de la Virgen con
el niño Jesús en brazos del parteluz y demás figuras de las jambas y arquivoltas de arcos abocinados, el tímpano con la mandorla o almentra dorada alrededor de la Asunción de la Virgen María, el realismo de las figuras esculpidas en los frisos, me quedé atónito, embelesado, incapaz de describir lo que veía y sentía ...(las imágenes que captamos y se muestran lo dicen todo...).
Además algunas prestigiosas novelas están ambientadas -alguno de sus epesodios- en esta villa de Laguardia, como El Silencio de la ciudad Blanca. o El Bouquet del Miedo.
Recalcar que el subsuelo urbano está completamente hueco, socavada la roca por los "calaos", profundos túneles que albergan las numerosas bodegas existentes: una de las famosas, de aspecto tradicional, es la del fabulista, y otra muy visitada, si bien recubiertos sus muros con hormigón proyectado para evitar derrumbes, es la hospedería De Los Parajes, con cafetería donde degustar unos vinos en el Calao, ubicada en la plaza del ayuntamiento. También cabe mencionar, por su bello porte monumental, el Hotel Castillo El Collado, con su esbelto torreón. Y frente a la Puerta Pagana hay un mirador con vistas espectaculares de la planicie cubierta de viñedos , con sus correspondientes bodegas, al Sur la Sierra de la Demanda nevada y al Norte la Cordillera Cantábrica, una planicie contigua al valle del Ebro.

Tras el desayuno, nuestro amigo Carlos -un lugareño "superamable", que custodia las llaves de la iglesia San Andrés- nos abrió las puertas de tan maravilloso monumento, que es la iglesia de San Andrés y pudimos contemplar el interior, gótico tardío de transición al renacimiento o el barroco, y la sacristía nueva de estilo neoclásico. Sin embargo, lo que más me impresionó en la cabecera de la iglesia fue la decoración dorada de su espectacular ábside y su majestuoso retablo, todo el templo en su conjunto es una verdadera joya.




Tras lo cual, pusimos rumbo a nuestra tierra talaverana, no sin antes parar en la bella ciudad de Burgos, donde visitamos la joya de la capital, su maravillosa catedral gótica, con sus dos torres gemelas de la fachada principal apuntando al cielo azul.
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