miércoles, 3 de diciembre de 2025

GARGANTA LAS LANCHAS

 


MICRORRESERVA "GARGANTA LAS LANCHAS"

Con nuestro turismo pusimos rumbo, ayudados por GPS, a la localidad toledana de Las Hunfrías, perteneciente al término municipal de Robledo del Mazo, donde se encuentra
el paraje natural de la Garganta de las Lanchas.

Un par de kilómetros antes de la bajada al pueblo de Robledo del Mazo, en plena bajada, se ha acondicionado un Mirador del Valle del río Pusa, que a primeras horas de la mañana nos ofrece una hermosa vista panorámica de la densa niebla asentada sobre en fondo del valle, mientras las cumbres que le rodean sobresalen en las alturas mostrando limpia su encadenada silueta alumbrada por los primeros rayos de sol naciente. Tomamos algunas fotos.

Cruzamos el pueblo de Robledo del Mazo por la carretera provincial TO-1089/TO-7531-V, y tras

recorrer aproximadamente 3 kms, poco antes de la entrada del pueblo de Las Hunfrías, encontramos a un lado de la carretera el Panel Informativo de inicio de la ruta de senderismo y acceso a la misma. Estacionamos fuera de la calzada, en la uno de los laterales, nos colocamos el polar y la mochila, echamos un vistazo al panel informativo Garganta de las Lanchas, ruta PR-TO 34, de 4 kms ida, lineal, moderada...; y comenzamos la andadura.  

En el primer tramo, camino forestal ancho, encontramos plantaciones de pinos de reforestación, y resulta un tanto aburrido; si bien, la mañana fresca y soleada invita a pasear.


Al acercarnos al curso del Arroyo Las Lanchas va cambiando el paisaje, con una vegetación de ribera donde crecen los álamos, sauces y fresnos; mientras que  las laderas de las


estribaciones de la Sierra de Sevilleja se hallan pobladas de robles, cuyas copas lucen sus hojas con el bello colorido otoñal, impregnado de matices (un extenso robledal. Tras recorrer, aproximadamente, unos dos kms llegamos a la Cascada 1, donde encontramos un panel informativo de la Microrreserva Las Lanchas, con el título "Las
Lanchas, el Jardín Salvaje"; cuyo enunciado responde a la escasa presión humana sobre el ecosistema, por lo que se halla en un óptimo estado de conservación. La acción humana sobre el ecosistema en la época prehistórica se limitaba a la caza y abrigo en las oquedades de las formaciones rocosas (fuego para cocinar y pinturas rupestres milenarias que se hallan ocultas, sin revelar su paradero); mientras que en las diferentes etapas de nuestra historia la acción humana se circunscribe, en su mayoría, al pastoreo y la apicultura.


Visitamos la Cascada 1, desde el mirador contemplamos el espectacular salto de agua, tras las lluvias caídas los últimos días. Bajamos al cauce del arroyo, para observar la caída del salto de agua. La humedad y frondosidad que nos rodea nos empapa de emoción,

un rodal arbóreo de arrayanes (hoja caduca) mezclados con loros (hoja perenne, de intenso verde), y en altura más cercana al suelo el verdor de musgos y helechos. 

Ascendemos por el roquedo hasta la empalizada del sendero acondicionado y nos incorporamos al trazado de


la ruta establecido; pero antes, leemos el panel informativo que encontramos, en él aparecen como titulares "Cuentacabras" (en referencia al paso estrecho utilizado para el conteo de los animales del rebaño) y "El secreto que la roca esconde" (fósiles hallados en las rocas de cuarcitas).  


Avanzamos por el paso estrecho abierto entre altas paredes de roca. 



Alcanzamos el mirador de la Cascada


2, cuyo acantilado presenta gradas o escalones, por donde fluye el agua en salto accidentado y ruidoso. 



Continuamos por la senda cuyo
trazado discurre por la margen


izquierda del cauce del arroyo y rebasamos la Cascada 3, conocida como la "Cascada Escondida", que pasa desapercibida cuando caminamos por la senda frente a su altura. 

El sendero se estrecha, apenas se aprecia y discurre por el robledal,

que cubre la ladera; también encontramos algunos madroños y otros arbustos. Bajamos al cauce para observar las "Lanchas" que cubren el lecho de la Garganta y las canaletas (surcos) por donde corre el agua. Las lanchas son grandes bloques planos de roca, una especie de plataforma rocosa llana.


Reanudamos la marcha en busca de la Cascada 4, conocida como "La Cortina de Agua", pues la corriente de agua al dar el salto y descolgarse , cuando el caudal es considerable, forma una cortina de agua sobre el acantilado. Alcanzamos el atractivo paraje; si bien, hay que salvar un paso complicado sobre la roca desnuda mojada, cubierta de una pátina de agua cristalina. Conseguimos pasar sin ningún incidente, extremando las precauciones, por la parte superior del acantilado hasta el otro extremo.

 Tomamos asiento y nos disponemos a contemplar la Cascada, pero dado el escaso caudal del salto de agua no pudimos asistir a la contemplación de la añorada cortina de agua. Un tanto contrariados, nos alejamos del lugar, con la esperanza puesta en que otra vez será.



Iniciamos el retorno desandando el camino, alzamos la vista con la mirada puesta en las crestas cuarcíticas de la montaña, ahora bajamos la mirada hacia la hondura del fondo del valle, enjaulado entre las empinadas laderas de la Sierra. Las características orográficas del estrecho y profundo valle
resultaban idóneas para la caza en época prehistórica, pues constituían una encerrona para las manadas de animales. Las pinturas rupestres milenarias de los abrigos son un tesoro escondido que han de permanecer en el anonimato en aras de la mejor conservación..


Cuando nos hallábamos a la altura de la Cascada 3, conocida como la Cascada Escondida, decidimos desviarnos de la ruta e iniciar el descenso, un tanto complicado, al fondo de la cascada. Muy lentamente fuimos bajando agarrándonos en la vegetación reinante y salientes de roca. 

Cuando estuvimos en el lecho del arroyo frente a la impresionante cascada un sentimiento de gozo

y plenitud me inundaba, me ilusionaba: mojada la cara por las gotas de agua que salpicaban al despeñarse el chorro de agua desde las alturas y romperse contra la roca. La humedad reinante en la hondonada y el frescor del aire que se respira te hace sentir  hermanado con la madre naturaleza. Nos hallamos rodeados de una rica vegetación

frondosa y verde, donde destacan como especies endémicas de la Microrreserva el helecho real ( verde brillante y exuberantes frondas) y el loro (árbol de hoja 🌿 alargada, verde y perenne. Su importancia reside en que, los existentes en la Microrreserva Garganta Las Lanchas, son únicos en la provincia de Toledo. 



Momentos para la contemplación y el disfrute en un paraje natural recóndito y salvaje. 

Ascendemos por la ladera fluvial hasta la parte alta de la


Cascada, cruzamos el cauce del arroyo y nos incorporamos de nuevo a la ruta. Mientras volvemos y nos encaminamos hacia el punto final de la ruta, divisamos  desde la lejanía la parte más alta de la Cascada 3 , conocida como la Escondida. 


Cerca de la finalización, tenemos una buena vista panorámica del pueblo de las Hunfrías.Tomamos unas fotos.

Finalizada la ruta, comprobamos que hemos tardado 3 horas. Y la experiencia muy grata, un tesoro de la naturaleza escondido.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO.