jueves, 18 de diciembre de 2025

 BARCELONA & GAUDÍ 

Viaje a la ciudad, que en la actualidad, cuenta con más "flow" a nivel mundial, siendo la ciudad mejor valorada por turistas de todo el mundo.

Tomamos un "Ave" y en pocas horas llegamos a la capital de Cataluña. Después, para movernos por la gran urbe resulta muy eficiente la red de metro. 

La primera tarde-noche de nuestra estancia la dedicamos a pasear por las calles y plazas de la Ciudad Condal, que dada la fecha del calendario, próxima a la Navidad, se encuentran bellamente iluminadas y decoradas con motivos navideños. Resulta un placer pasear por la Calle y Paseo de Gracia, donde se concentran atractivos ejemplares de casas burguesas de los siglos XIX y principios del XX, con sus bellas fachadas de estilo modernista (cristaleras de color, forjado de las rejas en balconadas, ornamentos vidriados, molduras labradas en cornisas y fontales...). Por su relevancia y atractivo diseño, casi de obligada parada, hay que fijar la mirada en las fachadas de "La Pedrera" y "La Casa Batlló" del célebre e innovador arquitecto catalán Antoni Gaudí. Más adelante, alcanzamos la Plaza de Cataluña con sus fuentes iluminadas y sus cintas de bombillas fluorescentes colgantes multicolor, todo un espectáculo. 

Seguimos hacia la "Ciudad Viella"(Casco Viejo), por sus calles estrechas repletas de transeúntes, hasta alcanzar la Plaza de Santa Lucía donde se han instalado las típicas casetas navideñas, delante de la escalinata de acceso a la puerta principal de entrada a la Catedral. Contemplamos y tomamos unas fotos de la fachada principal, con su maravillosa portada gótica y sus altas torres. En su interior, destacan, a simple vista, elementos mobiliarios, como la sillería del coro, y arquitectónicos, como columnas y bóvedas de crucería góticas de las tres naves, la cripta, la girola (o deambulatorio) del ábside que rodea el altar mayor...

En las proximidades, también en la Ciutat Vella, se ubica la Basílica de Santa María del Mar, también conocida como la Catedral del Pueblo, dada la aportación vecinal en su construcción, que aparece referenciada en la prestigiosa novela histórica de Ildefonso Falcones titulada 'La Catedral del Mar". Su majestosa construcción de estilo gótico catalán data del siglo XVI. Presenta una espectacular Portada con grandioso rosetón y arquivoltas apuntadas en su fachada, flanqueada por dos esbeltas Torres gemelas a los lados. Consta,  en su interior, de tres naves (central y dos laterales), delimitadas por esbeltos pilares octogonales, grandes ventanales de vidrieras, cabecero con altar mayor. Cabe destacar la amplitud y altura del espacio interior, que junto a sus grandes vidrieras, proporcionan alta luminosidad y calidez..

En la mañana del segundo día visitamos la Casa Batlló del innovador arquitecto catalán Antoni Gaudí, cuyo legado ha marcado un hito en la arquitectura. El edificio de estilo modernista, se ubica en el Paseo de Gracia, y desde el exterior impresiona su sinuosa y colorista fachada, que dependiendo de la intensidad de la luz consigue diferentes tonalidades en la variopinta gama de colores; efecto conseguido con la utilización del Trencadís, técnica basada en la composición de mosaicos mediante piezas rotas de cerámica vidriada policromada. Los balcones de hierro fundido se asemejan a huesos que configuran antifaces, o máscaras. Destaca, en su parte superior, el tejado con forma de dragón, recubierto de escamas y púas, la parte delantera, simboliza la cabeza con un ojo representado por una ventana ojival; la parte central, con forma onduladas,  simboliza el lomo del dragón; y la parte posterior, simboliza la cola. Por último, la torre simboliza la espada de Sant Jordi clavada  atravesando el lomo del dragón, con la empuñadura representada en la cruz. La fachada es una alegoría de la leyenda de San Jorge y el Dragón.

En los espacios de su interior, las distintas dependencias de la vivienda, escalera de madera con pasamanos ondulado que se asemeja a la columna vertebral de animal gigantesco, vestíbulo con tragaluces que evocan un mundo submarino y formas que se asemejan a caparazones de tortuga, pasillo estrecho de forma ojival, salón de la planta noble con grandes ventanales a la calle y techos que imitan a remolinos, puertas de madera con diseño ergonomético, un patio de luces icónico revestido de una azulejería en armónica gama de tonos azules y cristales que distorsionan la luz evocando olas de agua, el desván con arcos catenarios que parecen el costillar de un animal, habitación principal con despacho de trabajo contiguo, columnas que se asemejan a delgados huesos. 

En la terraza-jardín encontramos bellísimos mosaicos de trencadís de vidrio y cerámica. Destacan también, en la azotea, las chimeneas enmascaradas en ingeniosas esculturas abstractas  (tentáculos en mi imaginación), el lomo del dragón y la torre con la Cruz de San Jorge, de cuatro brazos,  cerámica vidriada y  colores vibrantes.

Cuenta con una Sala de Experiencia Inmersiva, el Gaudí Cube; y por otro lado, se ha instalado una escalera diseñada por el japonés Kengo Kuma revestida con cortinas de cadenas metálicas.

Otro de los edificios más icónicos del modernismo es la Casa Milá, más conocida como La Pedrera, nombre despectivo que fue dado por el material de construcción utilizado, bloques de roca caliza, y a la sobriedad de la fachada. Esta obra diseñada por Gaudí, presenta como característica estética más relevante las formas onduladas de su fachada (olas marinas). También encontramos grandes ventanas y balcones con rejas de hierro forjado, cuyas formas simulan algas marinas.

Recorrido por la Avenida Gaudí, con vistas durante el trayecto de las altas torres de la Sagrada Familia, finalizando en la Fuente Monumental frente al edificio principal del Recinto Modernista del Hospital de Sant Pau, el antiguo Hospital de la Santa Cruz y Sant Pau. Contemplamos desde la distancia la maravillosa Fachada Modernista del Edificio de Recepción y Administración (Teamit), una auténtica maravilla diseñada por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, autor principal del diseño de los pabellones del Complejo Hospitalario, construido entre 1902 y 1930, convirtiéndose en el mayor complejo modernista del mundo, y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Consta de calles, plazas, iglesia y pabellones.

Citamos algunos de sus pabellones:

En la parte central del recinto ajardinado se sitúa el Pabellón de Operaciones. 

Pabellones de construcción modernista de interés histórico-artístico: Sant Jordi, Sant Salvador, Sant Salvador, Sant Leopold, Sant Rafael, Sant Manuel, Montserrat, Mercé, Carme, Puríssima, Santa Apolonia, Iglesia, Sant Frederic, Santa Victoria, Casa de la Convalecencia, Sant Antoni, Cuines, Convent, Farmacia...

Módulos de servicios clínicos: Operaciones, Neurología, Psiquiatría, Cardiología, Anatomía, Pediatría, Oncología y Radioterapia ...

Encontramos un pabellón con exposición de aparatajes médicos e instrumentos quirúrgicos.

Se trata de una arquitectura hospitalaria modélica, una ciudad-jardín con pabellones luminosos, jardines, ladrillo visto, forja, cerámica vidriada colorista, mosaicos, combinación de elementos góticos, renacentistas y árabes.

La Sagrada Familia es la obra cumbre de Antoni Gaudí (1852-1926), y sello de identidad de la ciudad de Barcelona. Desde cualquier mirador de la urbe se divisa la silueta recortada de las altas torres de la Basílica sobre el lienzo celeste, una imagen icónica del monumento más representativo y visitado de la ciudad condal. El proyecto diseñado por Gaudí presenta 18 torres, de las cuales, se han construido 14 de ellas, mientras que en la actualidad se está trabajando en la finalización de la torre 15, la Torre de Jesucristo, la más alta de todas, con la instalación de la Cruz coronando la misma, que alcanzará una altura de 122'5 m y  la convertirá en la iglesia cristiana más alta del mundo. El número de torres ideado, un total de 18, tienen su correspondencia con personajes sagrados del cristianismo: 1 de Jesucristo, en el centro y más alta, rematada por una Cruz resplandeciente de cuatro brazos, en proceso de ejecución; 4 de los Evangelistas, alrededor de la central, sobre el crucero, coronadas por esculturas; 12 de los Apóstoles, en las fachadas de Natividad y Pasión, son más bajas, ; y 1 de la Virgen María, sobre el ábside, coronada por una gran estrella luminosa. El diseño ingenioso e innovador de Gaudí fusiona la geometría natural en la construcción y el simbolismo de la iconografía religioso, creando formas originales de gran impacto.

En la fachada del Nacimiento, las Torres tienen base cuadrada y se vuelven circulares, con doce costillas (listones).

En la fachada de la Pasión, las Torres tienen base romboidal y se vuelven elípticas, con catorce costillas.

En la fachada de la Gloria, en proceso de construcción, las Torres tienen base decagonal y veinte costillas.

Todas las Torres presentan un perfil parabólico y se afilan en la parte superior para acentuar la sensación de verticalidad y ascension hacia los cielos. Rematadas por pináculos recubiertos de materiales radiantes, de trencadís colorista y de cerámica vidriada. Las Torres se dividen en campanarios y cimborrios.

La entrada a la basílica, para la visita de su interior, se realiza por la Puerta del Nacimiento, cuya fachada, realizada en vida de Gaudí, presenta un estilo arquitectónico caracterizado por el naturalismo, con elementos vegetales, de flora y fauna, junto con detalles y escenas alusivos a la celebración del nacimiento de Jesús. Se sitúa al Este y divida en tres portales ornamentados con esculturas de la Sagrada Familia, La Adoración de los Pastores y Reyes Magos, coronado por el Árbol de la Vida y la Luz Divina. También encontramos elementos relativos a la Anunciación y Coronación de la Virgen María.  

Una tormenta de truenos y rayos se cierne sobre la ciudad condal, acompañado de una fuerte tromba de agua,  cuando nos disponemos a entrar en el interior de la Basílica por la Puerta del Nacimiento, orientada al Este. Nos adentramos por uno de los brazos del transepto hasta situarnos bajo la Cúpula-Cimborrio del Crucero, que se levanta sobre cuatro impresionantes columnas de color rosado (o tonos sepia),  en cada una de ellas se haya colocado un medallón ornamental con la imagen de cada uno de los cuatro Evangelistas. Alzamos la vista y contemplamos una de las maravillas de la arquitectura, un diseño único, con firma de autor, estilo "Gaudí", que viene caracterizado por la utilización de elementos funcionales, y ornamentales a su vez, cuyos modelos son extraídos de la naturaleza; en este sentido, predominan los motivos vegetales, en donde las columnas simulan grandes troncos de árboles de los que salen las ramas formando copas arbóreas en las bóvedas. En los cimborrios se abren los ventanales que posibilitan la entrada de luz, que proporcionan una gran luminosidad al interior (la búsqueda de la Luz es uno de los elementos más explorados Gaudí).

Al ampliar el ángulo de visión a nuestro alrededor, observamos más columnas arbóreas con las ramificaciones de los arcos en catenaria (otra aportación arquitectónica).

En la cúpula-cimborrio de la Torre de la Virgen María situada en el ábside, donde se encuentra el altar mayor, se divisa en lo alto un gran e ingenioso lucernario, imitando la filtración de los rayos del sol a través del follaje de un bosque que aporta luminosidad. Al igual que el resto de lucernarios de las numerosas bóvedas, todos ellos están concebidos en base a la figura geométrica hiperboloide para que la luz se disperse con amplitud y uniformidad; parecen relojes de arena en tonos dorados. Se consigue una jerarquía lumínica con vidrieras intensamente coloreadas en la parte inferior y Ventanales con vidrio claro en la superior para que la luz ilumine los mosaicos de las bóvedas. En el altar mayor se halla un baldaquino modernista que cobija la escultura de Jesucristo en la Cruz. 

Las vidrieras situadas en la pared orientada al Este tienen tonos azules, varían en intensidad y dejan pasar la luz del sol naciente, creando una atmósfera lumínica de nacimiento a la vida. Mientras que las vidrieras colocadas al Oeste, los rayos del sol de poniente al atravesar los colores rojos-anaranjados de las vidrieras transforman la luz natural en una iluminación cálida en consonancia con la fachada de la Pasión de Jesús.

El diseño de las escaleras de caracol, las interiores, está inspirado en la naturaleza, en la concha de un caracol.

En la Puerta de bronce de la Eucaristía, situada en el Pórtico de la Gloria (en construcción), a los pies de la nave central, se halla escrito el Padrenuestro en catalán, y en un segundo plano, de fondo, la petición "el nuestro pan de cada día dánosle hoy" escrita en 50 idiomas diferentes, simbolizando la unidad global de la fe.

Se hallan expuestos unos paneles con información sobre el proyecto arquitectónico, técnicas utilizadas y fases en el proceso de construcción de la Sagrada Familia.

Deambulando de un lado al otro, absortos en la contemplación de tantos elementos de sutileza ingeniosa, llegamos a la sacristía, situada en el deambulatorio que hay detrás del ábside, encima de la Cripta donde se halla enterrado Gaudí. En la sacristía se encuentran expuestos enseres litúrgicos y mobiliario, varios de ellos herrajes de artística forja. El diseño arquitectónico se inspira en la naturaleza, con formas arbóreas y estructura de paraboloides que se unen en el vértice.

Por último, salimos por la Puerta de la Pasión para contemplar la espectacular fachada, denominada Fachada de la Pasión. Se hallan distintos conjuntos escultóricos que representan los últimos días de la vida de Jesús:

Tierra.Última Cena, Huerto de Getsemaní, Beso de Judas, La Flagelación, Negación de San Pedro. 

Calvario. Jesús con la Cruz, la Verónica, Soldado, Vestiduras.

Muerte y Resurrección. Crucifixión, descendimiento y Jesús Resucitado.

Presenta como característica general, más relevante, la austeridad, con la utilización de las líneas rectas y la falta de ornamentación vegetal (desnudez). Las columnas tienen forma de huesos (tendones), representan el dolor y sufrimiento de la Pasión de Cristo. En las Puertas de bronce aparecen grabados textos bíblicos. También el cuadro mágico de los números que suman 33, la edad de la muerte de Jesucristo.











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En el interior, .




 











miércoles, 3 de diciembre de 2025

GARGANTA LAS LANCHAS

 


MICRORRESERVA "GARGANTA LAS LANCHAS"

Con nuestro turismo pusimos rumbo, ayudados por GPS, a la localidad toledana de Las Hunfrías, perteneciente al término municipal de Robledo del Mazo, donde se encuentra
el paraje natural de la Garganta de las Lanchas.

Un par de kilómetros antes de la bajada al pueblo de Robledo del Mazo, en plena bajada, se ha acondicionado un Mirador del Valle del río Gévalo, que a primeras horas de la mañana nos ofrece una hermosa vista panorámica de la densa niebla asentada sobre en fondo del valle, mientras las cumbres que le rodean sobresalen en las alturas mostrando limpia su encadenada silueta alumbrada por los primeros rayos de sol naciente. Tomamos algunas fotos.

Cruzamos el pueblo de Robledo del Mazo por la carretera provincial TO-1089/TO-7531-V, y tras

recorrer aproximadamente 3 kms, poco antes de la entrada del pueblo de Las Hunfrías, encontramos a un lado de la carretera el Panel Informativo de inicio de la ruta de senderismo y acceso a la misma. Estacionamos fuera de la calzada, en la uno de los laterales, nos colocamos el polar y la mochila, echamos un vistazo al panel informativo Garganta de las Lanchas, ruta PR-TO 34, de 4 kms ida, lineal, moderada...; y comenzamos la andadura.  

En el primer tramo, camino forestal ancho, encontramos plantaciones de pinos de reforestación, y resulta un tanto aburrido; si bien, la mañana fresca y soleada invita a pasear.


Al acercarnos al curso del Arroyo Las Lanchas va cambiando el paisaje, con una vegetación de ribera donde crecen los álamos, sauces y fresnos; mientras que  las laderas de las


estribaciones de la Sierra de Sevilleja se hallan pobladas de robles, cuyas copas lucen sus hojas con el bello colorido otoñal, impregnado de matices (un extenso robledal. Tras recorrer, aproximadamente, unos dos kms llegamos a la Cascada 1, donde encontramos un panel informativo de la Microrreserva Las Lanchas, con el título "Las
Lanchas, el Jardín Salvaje"; cuyo enunciado responde a la escasa presión humana sobre el ecosistema, por lo que se halla en un óptimo estado de conservación. La acción humana sobre el ecosistema en la época prehistórica se limitaba a la caza y abrigo en las oquedades de las formaciones rocosas (fuego para cocinar y pinturas rupestres milenarias que se hallan ocultas, sin revelar su paradero); mientras que en las diferentes etapas de nuestra historia la acción humana se circunscribe, en su mayoría, al pastoreo y la apicultura.


Visitamos la Cascada 1, desde el mirador contemplamos el espectacular salto de agua, tras las lluvias caídas los últimos días. Bajamos al cauce del arroyo, para observar la caída del salto de agua. La humedad y frondosidad que nos rodea nos empapa de emoción,

un rodal arbóreo de arrayanes (hoja caduca) mezclados con loros (hoja perenne, de intenso verde), y en altura más cercana al suelo el verdor de musgos y helechos. 

Ascendemos por el roquedo hasta la empalizada del sendero acondicionado y nos incorporamos al trazado de


la ruta establecido; pero antes, leemos el panel informativo que encontramos, en él aparecen como titulares "Cuentacabras" (en referencia al paso estrecho utilizado para el conteo de los animales del rebaño) y "El secreto que la roca esconde" (fósiles hallados en las rocas de cuarcitas).  


Avanzamos por el paso estrecho abierto entre altas paredes de roca. 



Alcanzamos el mirador de la Cascada


2, cuyo acantilado presenta gradas o escalones, por donde fluye el agua en salto accidentado y ruidoso. 



Continuamos por la senda cuyo
trazado discurre por la margen


izquierda del cauce del arroyo y rebasamos la Cascada 3, conocida como la "Cascada Escondida", que pasa desapercibida cuando caminamos por la senda frente a su altura. 

El sendero se estrecha, apenas se aprecia y discurre por el robledal,

que cubre la ladera; también encontramos algunos madroños y otros arbustos. Bajamos al cauce para observar las "Lanchas" que cubren el lecho de la Garganta y las canaletas (surcos) por donde corre el agua. Las lanchas son grandes bloques planos de roca, una especie de plataforma rocosa llana.


Reanudamos la marcha en busca de la Cascada 4, conocida como "La Cortina de Agua", pues la corriente de agua al dar el salto y descolgarse , cuando el caudal es considerable, forma una cortina de agua sobre el acantilado. Alcanzamos el atractivo paraje; si bien, hay que salvar un paso complicado sobre la roca desnuda

mojada, cubierta de una pátina de agua cristalina. Conseguimos pasar sin ningún incidente, extremando las precauciones, por la parte superior del acantilado hasta el otro extremo.

 Tomamos asiento y nos disponemos a contemplar la Cascada, pero dado el escaso caudal del salto de agua no pudimos asistir a la contemplación de la añorada cortina de agua. Un tanto contrariados, nos alejamos del lugar, con la esperanza puesta en que otra vez será.



Iniciamos el retorno desandando el camino, alzamos la vista con la mirada puesta en las crestas cuarcíticas de la montaña, ahora bajamos la mirada hacia la hondura del fondo del valle, enjaulado entre las empinadas laderas de la Sierra. Las características orográficas del estrecho y profundo valle
resultaban idóneas para la caza en época prehistórica, pues constituían una encerrona para las manadas de animales. Las pinturas rupestres milenarias de los abrigos son un tesoro escondido que han de permanecer en el anonimato en aras de la mejor conservación..


Cuando nos hallábamos a la altura de la Cascada 3, conocida como la Cascada Escondida, decidimos desviarnos de la ruta e iniciar el descenso, un tanto complicado, al fondo de la cascada. Muy lentamente fuimos bajando agarrándonos en la vegetación reinante y salientes de roca. 

Cuando estuvimos en el lecho del arroyo frente a la impresionante cascada un sentimiento de gozo

y plenitud me inundaba, me ilusionaba: mojada la cara por las gotas de agua que salpicaban al despeñarse el chorro de agua desde las alturas y romperse contra la roca. La humedad reinante en la hondonada y el frescor del aire que se respira te hace sentir  hermanado con la madre naturaleza. Nos hallamos rodeados de una rica vegetación

frondosa y verde, donde destacan como especies endémicas de la Microrreserva el helecho real ( verde brillante y exuberantes frondas) y el loro (árbol de hoja 🌿 alargada, verde y perenne. Su importancia reside en que, los existentes en la Microrreserva Garganta Las Lanchas, son únicos en la provincia de Toledo. 



Momentos para la contemplación y el disfrute en un paraje natural recóndito y salvaje. 

Ascendemos por la ladera fluvial hasta la parte alta de la


Cascada, cruzamos el cauce del arroyo y nos incorporamos de nuevo a la ruta. Mientras volvemos y nos encaminamos hacia el punto final de la ruta, divisamos  desde la lejanía la parte más alta de la Cascada 3 , conocida como la Escondida. 


Cerca de la finalización, tenemos una buena vista panorámica del pueblo de las Hunfrías.Tomamos unas fotos.

Finalizada la ruta, comprobamos que hemos tardado 3 horas. Y la experiencia muy grata, un tesoro de la naturaleza escondido.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO.


























 

lunes, 24 de noviembre de 2025

FERMOSELLE (ZAMORA)&CAMINO DE HIERRO (SALAMANCA)





FERMOSELLE


 Y


 CAMINO DE HIERRO

Escapada de fin de semana al municipio zamorano de Fermoselle (su nombre podría obedecer a "Hermosillo", o bien, según versión popular "Fermosa-elle"=Hermosa-ella). Es conocido como "el pueblo de las mil bodegas", y

también, como "el balcón del Duero". Se halla formando parte del Parque Natural de los Arribes del Duero, ubicado en la "Raya", línea fronteriza de España-

Portugal que viene marcada por el Cañón del río Duero.  El casco urbano se levanta sobre una colina rocosa de granito y gneis (una especie de batolito), siendo el subsuelo horadado por el
hombre hace siglos, con piquetas, para la construcción de bodegas subterráneas; según nos informan, las bodegas más antiguas datan de época visigoda, alrededor del siglo V d.C. Resulta muy interesante la visita guiada a varias de sus bodegas para apreciar el trabajo realizado en las rocas de gneis (más blanda) y granito para albergar las artesanales bodegas, más bien pequeñas. En esta visita,
tuvimos la ocasión de contemplar alguno de los

aljibes con agua, que fueron utilizados por los judíos de la época para su ritual de purificación, con siete escalones para bajar (número sagrado con especial significado para ellos). También se nos informó, que el pueblo, dada su proximidad a Portugal, fue en el pasado refugio de muchos judíos cuando fueron perseguidos, quienes habitaron en el pueblo; y que tras la expulsión de 1492, unos
huyeron a Portugal y otros se convirtieron obligados al Cristianismo para permanecer en la localidad (judíos "conversos").




Asistimos a una Cata de Vinos del terreno en la Bodega Pascual Fernández con una enóloga muy atenta y agradable. Degustamos distintas variedades de uvas locales.


Recorrimos algunos barrios del pueblo, con edificaciones tradicionales, como la Calle


Requejo, con sus casas típicas de piedra, el famoso "Arco", bajo el que transitamos. Se trata de un arco agudo de sillares de piedra con travesaño superior , de una de las puertas de la muralla medieval (desaparecida). 

Dicha calle, según nos cuentan, alberga 200 bodegas subterráneas excavadas en la roca. 

En la Plaza Mayor se ubica el edificio del ayuntamiento, con Torreta con reloj y campana (conocida como la campana torera). Esta plaza, en el pasado, formaba parte del Castillo Medieval de doña Urraca (Portuguesa). 

El Castillo fue destruido por orden

de Carlos V en el siglo XVI, por el apoyo del Obispo Acuña, instalado en él, al bando de Los Comuneros. En la actualidad, presenta un mirador espectacular del Cañón del río Duero.


El patrimonio religioso cuenta con la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (data de los siglos XIII-XVIII, con estilos románico, gótico y renacentista. Destaca su alta Torre, los sillares graníticos de sus materiales de construcción, su portada gótica) y la Iglesia de Santa Colomba (siglo XIl, sillares de granito, estilo arquitectónico románico). Y el antiguo Convento Religioso reconvertido en Casa de los Arribes del Duero.

El turismo rural en Fermoselle es muy importante dado que reúne un gran potencial, tanto por el patrimonio histórico-artístico como por la riqueza natural,
sobre todo, belleza paisajística. Cuenta con rutas de senderismo muy atractivas, con espectaculares miradores que ofrecen maravillosas vistas de los Arribes (laderas elevadas) del Duero.

Al día siguiente, domingo, teníamos la reserva

para realizar la ruta de senderismo "Camino de Hierro" en la provincia de Salamanca. La ruta turística está
gestionada por una Empresa, tras la concesión pertinente de la Diputación Provincial de Salamanca, por cierto, una iniciativa que ayuda al
mantenimiento y conservación. Según la información recibida por parte del personal encargado, y paneles informativos, la ruta de 17 kms, discurre por un tramo de Vía de Ferrocarril que unía, a través de
enlaces, la ciudad de Medina del Campo, en Castilla, con la ciudad portuguesa de Oporto, construida con fines
de intercambios comerciales, pero pasado un tiempo el proyecto resultó deficitario y se abandonó. 


El punto de recepción se halla en el

Muelle Fluvial Vega del Terrón (crucero turístico por los Arribes del Duero), donde te proporcionan una linterna y un chaleco reflectante, te dan la información correspondiente, así como las normas a respetar (evitar molestar a las colonias de murciélagos que pueblan alguno de los 20 túneles que hay en el recorrido). Tras la 

explicación, en un autobús nos trasladan al punto de inicio de la ruta sito en el municipio de La Fregeneda (Salamanca).

La estación de La Fregeneda fue muy importante

en su tiempo, dado que era control de frontera de paso a Portugal, con el servicio de Aduana, vigilancia de pasajeros y mercancías, despacho de billetes, almacenes, etc. Aún se mantienen en pie varios de sus edificios, si bien, con los desperfectos

propios del abandono y paso del tiempo. Encontranos un vagón de tren y un indicativo conmemorativos de la vía férrea. El tramo de la vía iba desde La Fregeneda en Salamanca a  Barca d'Alva en Portugal.


Iniciamos la ruta por la vía con la vista puesta en el primero y más largo de los túneles, el túnel núm 1 denominado La Carretera, con una longitud de 1593 m. Nos introducidos en su interior alumbrados con las linternas que nos proporciona la organización y procurando evitar ruidos, en silencio y enfocando hacia el suelo, nunca hacia arriba donde se hallan colgados los murciélagos (distintas especies). Conviene extremar las precauciones, tanto en los laterales de la vía por donde se canaliza el desagüe del agua, cunetas cubiertas con losetas, como si se transita por el interior de los raíles con las traviesas y cantos (balastro). La oscuridad deja paso a la claridad del ojo del túnel que marca el final. 


Atravesado el túnel, mientras caminamos, encontramos el primer puente con el nombre El Pingallo (río). La superficie, solada de listones de madera se muestra resbaladiza, por lo que pasamos despacio. 

Comienza a llover, si bien, íbamos


preparados con chubasqueros y paraguas, resulta un incordio. 


Más adelante, aparece un segundo túnel, con el nombre de  Las


Majadas y 3'32 m de longitud, posiblemente, el más corto de los 20 túneles de la ruta. A la salida nos encontramos que la vía discurre entre trincheras de berrocales. 


 Aparece a nuestra izquierda un


antiguo chozo de piedras encajadas.  Ha dejado de llover y cerramos los paraguas, pero las traviesas están mojadas y resbaladizas.

Alcanzamos el túnel Núm 3 , con el nombre de Morgado y

una longitud de 1400 m. En ésta época se halla abierto, pues en época de cría de los murciélagos está cerrado, por lo que hay que tomar un desvío alternativo. Un panel informativo ilustra sobre las tres especies de murciélagos que tienen su hábitat en el interior: de herradura, ratonero grande y de cueva. A medida que íbamos adentrándonos pudimos

comprobar el manto de guano que cubría el suelo y pisábamos en la travesía. 

Pasado el tercer túnel, avanzamos por el camino divisando


parajes espectaculares en los Arribes del río Águeda, donde discurre encajonado y profundo, cuyas aguas, tras las lluvias caídas, se muestran en color café con leche (marrón claro). Las empinadas y elevadas laderas de verde intenso en la cara de Umbría por donde se descuelgan y fluyen impetuosas, por intrincados y angostos valles, las torrenteras bravías. 

Vuelve a llover y hemos de cruzar el Puente Morgado de 105 m de longitud y 21 m de alto. Tomamos algunas fotos tanto del Puente como del Arroyo, con pequeña, pero bonita cascada.

Más adelante, al otro lado del río Águeda, en la orilla portuguesa, observamos los efectos

catastróficos de un incendio que tuvo lugar hace unos años en Portugal, con restos de árboles quemados

en los bancales, o terrazas, (olivos, almendros), arbustos; sin embargo, el manto vegetal herbáceo empieza a recuperarse con las lluvias.

Una pareja de águilas reales vuelan describiendo círculos en las alturas,

sobrevolando por encima de nuestras cabezas, pudiendo apreciar los dos círculos blancos en los extremos de sus alas y una delgada franja transversal blanca en su cola, que sobresalen de su plumaje negro (oscuro) que cubre su cuerpo.  Si bien, en la foto no se llega a vislumbrar los detalles, dado que en el momento de la captura se habían alejado.

El trazado de la linea ferroviaria discurre a

media ladera, por la margen derecha, paralelo al cauce del río Águeda, que marca la divisoria entre España y Portugal. Y que en este tramo del camino presenta una hendidura muy profunda.


Alcanzamos el túnel núm 4, de pequeña longitud, por lo que se divisa la luz del ojo al fondo, no precisa el encendido de las linternas. 


Cuando salimos nos espera el Puente

de Poyo Rubio, su longitud es de 113 m y su altura de 22 m, sobre el arroyo del mismo nombre. Miramos por las

hendiduras entre los listones de madera al fondo del barranco y suscita cierto vértigo; caminamos lentamente.  

En la ladera portuguesa seguimos observando los daños producidos por el incendio forestal, con árboles


quemados en los bancales, donde se intercalan y mezclan los colores predominantes: negro, marrón y verde (con variedad de tonalidades).


Pasamos varios túneles y puentes,


como el número 5 "La Belleza", que horada un precioso Roque.

Cesa la lluvia unos minutos, en la ladera situada a la solana, territorio de España, abunda el acebuche, la retama y las chaparras, entre otras especies vegetales. Ruinas de algunos chozos y cuadras de pastoreo.

Mientras avanzamos, disfrutamos de las bellas
vistas de la hondura del valle tapizado de verde vegetal, que contrasta con el  color terroso de las turbias aguas del río. Túnel núm 7 "El Pico" , que agujerea la pared berroqueña.



Nos cruzamos con el coche de apoyo de la organización (empresa concesionaria de la explotación), que se dirige a auxiliar a un rutero que ha sufrido un esguince de tobillo.  Pasamos el túnel 8 "Cega Verde" e instantes después otro puente, 


"Puente El Lugar" con 41 m de altura.


Seguimos la marcha y avistamos un nuevo túnel, en esta ocasión,

el número 10 "La Cortina", con una longitud de 78 m. El trazado presenta una amplia curva.


A la derecha divisamos una antigua chimenea industrial en lo alto del roquedo. Un
nuevo túnel aparece delante de nuestros ojos,

pasado el mismo, seguidamente, hemos de cruzar otro puente. 

El tramo por el que transitamos encontramos numerosas

chumberas con sus frutos maduros, los higos chumbos, con su color rojo intenso. También van apareciendo tablillas
con el punto kilómetro por el que pasábamos. Aún nos falta un tercio del recorrido y se abre paso entre las nubes tímidamente el sol. 


Túneles 11 y 12, Cega Viña y Los Llanos, con las linternas encendidas pasamos los túneles. Algunas losetas que cubren las cunetas presentan desperfectos, por lo que transitamos por el centro de la vía, pisando sobre las traviesas de madera. 


Los Torrentes, con sus saltos de agua, se abren
paso entre los matorrales de la ladera, en caída accidentada en el brazo del río, cuyo caudal se va acrecentando  en su avance hacia la desembocadura. 


Continúan proliferando las Chumberas con sus abundantes frutos rojos. Cruzamos un nuevo puente sobre sus tablones mojados.



Alcanzamos el túnel núm 13 "El Lugar", suelto
momentáneamente el paraguas y tomo unas fotos del paisaje en un día lluvioso, si bien, lluvia


intermitente. 



Un poco más adelante, el túnel 14 "La Barca" con las chumberas a ambos lados de la boca de entrada.


Encontramos unos servicios 🚾 móviles a la altura de la caseta de un antiguo apeadero de estación, en ruinas.  


Transitamos por el estrecho sendero que discurre a uno de los lados de la

vía y permite aumentar ligeramente la velocidad. Un nuevo puente en el camino, su nombre "Puente LOS POYOS", de 135 m de longitud y 39 m de alto.

Y llegamos a uno de los parajes paisajísticos más espectaculares, de una belleza deslumbrante y
atractiva, los bancales de la ladera portuguesa poblados de viñedos, con alguna parcela intercalada de olivos. Asistimos a uno de los momentos más

atractivos del recorrido, unos rayos de luz se cuelan entre las nubes y crean una ambientación ideal para la captura de fotos. Parece sacado de un cuadro impresionista donde se ha plasmado la gama de matices de la combinación de colores

que presentan las vides en otoño en sus distintas alturas: en la parte inferior las aguas turbias de un color marrón terroso, subiendo a media altura el color anaranjado de las hojas otoñales del campo de vides, con las líneas geométricas de la plantación en perfecta simetría, y por último, en las partes más altas de la ladera, los colores rojos vino de las vides. 


Toda una sinfonía de colores otoñales para recrearnos con la contemplación del hermoso paisaje. Un deleite para la vista (la belleza del escenario natural) y el oído (los sonidos en el silencio): captar la belleza y sentirla. Tal vez unas imágenes tomadas en el móvil puedan ilustrar todo aquello que contemplamos.

El último tramo, ya sin lluvia, resulta mucho más fácil y ligero, una vez cruzado el Puente "Las

Almas" de 133 m de longitud en el km 76 de la línea ferroviaria. Resaltan los rojos colores de las hojas de las
Cornicabras que abundan en el lugar Pasamos también, a continuación el túnel núm 19, y nos aproximamos al final.


Túnel núm 20, un indicativo en tablilla nos informa de la salida obligatoria al final del túnel 20. En la boca de salida disamos la desembocadura del río Águeda, que se ensancha, y vierte sus aguas en el río Duero. Salvando su curso de agua se han construido dos puentes uno, el más

antiguo, con bonita estructura en celosía de vigas metálicas, el puente Internacional (185 m

longitud y 22 m altura) de la abandonada linea de ferrocarril de  Fuente de San Esteban a

Pocinho, y el otro, el puente Internacional de carretera abierto al tráfico de vehículos, que conecta las localidades de La Fregeneda y Barca d'Alva. 

Finalizamos la ruta Camino de Hierro en el

Centro de Recepción Vega de Terrón tras 5 horas de caminata y 18 kms recorridos (distancia oficial: 17 kms). El Centro de Recepción se ubica frente al Muelle Fluvial Vega de Terrón, desde donde parte el barco turístico que navega por los Arribes del Duero.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO.