miércoles, 11 de septiembre de 2019

ORDESA: SENDA DE LOS CAZADORES-COLA DE CABALLO





ORDESA: SENDA DE LOS CAZADORES-COLA DE CABALLO

Tras bajar del BUS que nos traslada de Torla a la Pradera de Ordesa, pertrechos con los enseres propios de una ruta de montaña en las mochilas, nos disponemos, sobre las 9.00 horas de un día soleado, a iniciar una ruta senderista emblemática por el cañón del valle de Ordesa: Pradera de Ordesa-Senda de los Cazadores-Faja de Pelay-Circo de Soaso-Cola de Caballo. Siguiendo la dirección que marca la tablilla de señalización "Senda de Los Cazadores" cruzamos el río Araza y remontaremos por la margen izquierda del mismo. En un principio, en el fondo del valle, la vegetación que encontramos es la típica de ribera en sus orillas: sauces, fresnos, avellanos, abedules, álamos, arces, tilos, gencianas, escabiosas, saúcos...Podemos escuchar el canto de algún pajarillo, como el carbonero, o el herrerillo, mientras caminamos plácidamente. Sin embargo, muy pronto la senda va ganando altura progresivamente a la vez se transforma en estrecho sendero que serpentea por la ladera y su firme se va cubriendo de piedras, nos adentramos en la profundidad del bosque, bajo la oscuridad de las sombras de magníficos ejemplares de hayas y abetos, también encontramos pinos silvestres, sentimos el frescor matinal y humedad del ambiente de la umbría. 

El fuerte desnivel que presenta el trazado en los 2,5 km de subida, alrededor de 650 m, requiere de un esfuerzo soberano que casi nos deja exhaustos, el tramo de los escalones reviste cierta dificultad ; pero cuando alcanzamos el espléndido mirador de Calcilarruego, que ofrece una amplia panorámica del valle, se olvida totalmente el sufrimiento pasado y nos embarga la emoción, quedamos boquiabiertos y absortos contemplando la belleza del cuadro que la naturaleza ha dibujado y vestido de colores: los grises y ocres de los farañones escarpados de las rocas en las alturas se ornamentan con las distintas tonalidades de verdes (el más oscuro de los pinos negros, con otros más atenuados de las hayas y los pastizales de la pradería subalpina, en tonos más claros); a su vez, en la profundidad del fondo del valle las pinceladas de las aguas azul turquesa completan el lienzo. 
Momentos para el disfrute, las fotos, los comentarios... tratamos de identificar los elementos o accidentes geográficos más sobresalientes de izquierda a derecha: Tozal del Mallo, Circo de Carriata, Faja Racón y Gallinero, el Taillón al fondo en un segundo plano con forma piramidal, Circo de Catatuero y la Fraucata coronado por el pico Tobacor...Una familia con niños de 10 y 6 años, nos han acompañado a lo largo de la senda, la niña que aún no ha cumplido los seis es toda una campeona, la felicitamos por lo conseguido. 

Repuestos de la impresión, proseguimos la ruta por el cómodo sendero que discurre por la Faja de Pelay, una cornisa en altura que llanea en su primer tramo y se torna en suave descenso en la bajada al Circo de Soaso. Ahora, el hayedo deja paso al pino negro, serbal de los cazadores, acebo, acompañados de herbáceas, rododendros, edelweis o flor de nieve; y si echamos la vista atrás podemos apreciar un paisaje geomorfológico de valle glaciar en forma U, que la lengua del glaciar ha ido modelando con la erosión, que a medida que se aleja del Circo se va estrechando en forma de V por la erosión fluvial de los derrubios acumulados. Desde la lejanía, diviso la Brecha de Roldán (Roland), nos acercamos -siempre desde las alturas- a las gradas de Soaso, le apunto la dirección al artista de la fotografía, David, quien toma buena nota.  Acometemos la bajada al Circo de Soaso, las vistas son espectaculares, en el fondo del mismo verdea el praderío subalpino, una marmota sobre una peña capta nuestra atención, pero si levantamos la vista las cresterías encadenadas que coronan las paredes vertica,es de rocas calizas y areniscas que lo conforman resultan impresionantes, el paisaje kárstico de las cumbres se muestra en forma de cuevas, tajos, surcos, dolinas, oquedades, torres, agujas, escarpes de vértigo, fajas, aristas, crestas... 
Atravesamos el Circo de Soaso con la vista puesta en la meta final, la cascada de la Cola de Caballo que se descuelga desde las cumbres, entre el Cilindro de Marboré y el majestuoso macizo del Monte Perdido (la mayor altura de roca caliza en Europa con 3.355 m). LLegamos a sus pies, a la orilla de la poza que se forma, quedamos pasmados, extasiados al contemplar tanta belleza, el nombre dado de Cola de Caballo le va como anillo al dedo, los chorritos de agua se van abriendo y ampliando la extensión de ocupación, es decir, la apertura va "in crescendo" y ramificando escalonadamente, a semejanza de un abanico, como el haz conformado por las crines de la cola de un caballo que se va expandiendo, abriendo progresivamente  y aumentando su anchura. No hay palabras, se agotan los calificativos mientras admiramos tal maravilla, según el periódico británico "The Guardian" es considerada la Cascada más bella del mundo; quién sabe, puede ser...tal vez lo sea...Muchas fotos en el idílico lugar con la Cascada de fondo, individuales, en pareja, en grupo...No cabe la menor duda, como se puede apreciar en las imágenes captadas por mi amigo Chuchi, uno de los integrantes del grupo, se trata de una de las maravillas naturales del mundo. 

Después de este baño de felicidad, de ensueño, de disfrute, de bienestar, toca el avituallamiento, mientras no perdemos ojo de lo que tenemos delante. Tras el reposo, emprendemos la vuelta cargadas las pilas, surcando el cielo se perfila en vuelo un águila culebrera con el ofidio en sus garras, qué más nos puede deparar la aventura??? Más adelante lo descubrimos, por un sendero, estrecho y pedregoso, alcanzamos el emblemático paraje de las Gradas de Soasa, por donde las aguas del río Araza, fluyen salvando los distintos escalones rocosos de distinta dureza que presenta el lecho del río, pinceladas de colores blancos, transparentes, azul turquesa, decoran la estampa del hermoso paraje, para deleite de los transeúntes y admiradores.  A continuación la senda se ensancha hasta convertirse en una cómoda pista que se adentra en el bosque de Hayas (Hayedo-Abetal),
hábitat del pájaro carpintero, tanto pito negro como pito real, junto con aves más pequeñas como el herrerillo,  agateador azul, carbonera, curruca ...Pero lo que más impresiona son las bellas cascadas que nos vamos encontrando a lo largo del camino de vuelta que discurre casi paralelo a la orilla derecha del río Arazas, bastante llano, con suave desnivel de bajada hacia la Pradera de Ordesa (la mayoría de los senderistas opta por esta ruta, calificada como fácil). Cabe señalar como de especial interés tanto por su altura como hermosura, la Cascada de El Estrecho, La Cueva y la de Arripas, el azul turquesa de sus aguas en terrenos calizos resultan muy llamativos, y merece la pena desviarse unos metros del camino principal para contemplar su belleza. 
Sobre las 18.00 horas llegamos a la Pradera de Ordesa, final de la ruta, tras 9 horas de marcha, si bien hay que descontar los tiempos de avituallamiento, paradas, desvíos, fotos, paneles informativos, etc. En el bar anejo al estacionamiento del BUS saciamos la sed con unas jarritas de cerveza bien frescas, a la vez que charlamos con los demás integrantes del grupo amigablemente. 

RUTA: CIRCULAR //TIEMPO EMPLEADO: 9 horas// DIFICULTAD: Moderada-alta por senda de los Cazadores y fácil por el fondo del valle// CALIFICACIÓN: TOP-10 Y 5 ESTRELLAS// DISTANCIA: 19 KM.
DENOMINACIÓN DEL ENTORNO: PARQUE NATURAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO, forma parte de la Reserva de la Biosfera "Ordesa-Viñamala", y Patrimonio Mundial de la UNESCO.















































































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