martes, 8 de diciembre de 2015

CAMINOS DE ANTAÑO EN EL CORAZÓN DE LA DEHESA

En la mañana del domingo, 5 de diciembre, tras la resaca de la fiesta del viernes, una ruta corta y llana nos conviene. Y como viene siendo habitual, desde el Centro de Salud de la villa de Velada, se inicia la marcha, animados por la agradable compañía de un día soleado. El Gran Maestre ha liderado y el rumbo ha marcado, nos dirigimos al Norte por la dehesa de Trujillanos, los que encabezan el grupo parecen despistados y se les da el alto, hay que volver atrás y a la derecha girar para enlazar con el camino señalado, por lo que al de Parrillas nos incorporamos, junto a Carniceros pasamos y el Guadyerbas cruzamos -sin problema, se halla seco, es una pena-, proseguimos hasta alcanzar la Cañada Real (Leonesa Occidental) y hacia la derecha volvemos a girar, nos detenemos a esperar a los dos rezagados, al parecer la mochila con agua no iba bien cerrada y mojaba a Víctor su espalda; agrupados de nuevo reanudamos la marcha siguiendo la Cañada, tras recorrer unos dos o tres kilómetros más nuevamente a la derecha nos tenemos que desviar, para tomar un camino tradicional, que la cruza, denominado de Parrillas a Monteclaros, que en su primer tramo discurre encauzado entre muretes de piedra muy bien conservados; pero al adentrarnos en la pradera el zumbido de unos tiros nos alertan, alguno del grupo nos sugiere que mejor dar media vuelta, pero una voz potente, desde la lejanía, nos tranquiliza exhortándonos a proseguir, cosa que hacemos saltando la portera atravesada en medio. El primero salta Víctor, que toma distancia para fotografiar a los demás, después lo hace el Maestre y ocurre el incidente, con el alambre se ha "enredao" y cae al suelo "volteao"; carcajadas y risas, pero no hay fotos que lo acredita, por tanto no está constatado, ni podrá ser incorporado (je,je...). En la divisoria de los términos municipales de Parrillas y Velada, se encuentra un arroyo sin apenas agua y una maraña de zarzas, el camino original resulta intransitable -quizás de haber estado  el caballero Angelito con una estaca, el camino desatasca...-, por consiguiente, cada cual vadea el arroyo por donde lo estima conveniente. Agrupados al otro lado, buscamos el perdido trazado, oculto bajo la hierba de la pradera, nos guiamos por la pequeña vaguada o bajo del terreno y continuamos pedaleando entre encinas, alcornoques y algún quejigo disperso, la temperatura sigue subiendo y la mañana soleada nos agasaja con inolvidables momentos de disfrute y entretenimiento, una magnífica estampa de la naturaleza en el corazón de la dehesa; por cierto, en estos lares y en otro tiempo divisamos una pareja de búhos reales levantando el vuelo desde la copa de una centenaria encina. LLegamos a la carretera N-502, saltamos la valla, atrancada con candado, y nos dirigimos a buscar la otra portera para proseguir el camino -se halla unos 50 m. al sur de la anterior -, por suerte sin cancela, así que seguimos por dicho camino un pequeño tramo más, después nos fuimos a desviar en la bifurcación por un camino de la izquierda que nos conduce a un hermoso puente de piedra sito en el arroyo Nadinos, donde descansamos, bebimos y comimos; pero no sin antes hacer el numerito: el Maestre, erre que erre, pide una foto, con su GT muy ostentoso se columpia en el arroyo, mete un pie en el agua y se moja las calzas -risas y más risas-; toca salir y secarse el calcetín. Continuamos la marcha bajando el cauce del arroyo escoltado de fresnos desnudos, encontramos una portera de acceso a un camino que nos conduce a otro principal denominado de Montesclaros y ponemos rumbo a la villa, nuestra casa;  nos desviamos poco después por el de Velada, cuyo trazado se acerca a la orilla de un pantano en la finca del Toril, con numerosas anátidas sobre la superficie, llegamos a la portera que da acceso a la carretera y al jefe con el guarda nos encontramos, nos saludamos y poco más. Ya en la carretera, surge otra propuesta, al mirar al frente, surge una nueva propuesta ocurrente, el camino de Mejorada a Parrillas sale de frente, además es un reto que está pendiente; por lo que tras parlamentar, decidimos saltar, pues la portera tiene candado, está cerrada a cal y canto. El camino se ve en buenas condiciones y el paraje con encinas enormes, también a la izquierda se divisa el bosque en galería de la ribera del río, se muestra como un paisaje idílico, además con el aliciente de lo prohibido, porque nunca nos habíamos atrevido a pasar por este camino; pedaleamos con agrado y emocionados, pasamos cerca de las casas de los dueños, pero sin ningún miedo, llegamos al arroyo Nadimos, abrimos una portera y entramos en la Aliseda, qué descanso, qué alegría, otra conquista conseguida, a lo lejos nos sorprende el galopar de un recio caballo -o yegua, no me fijé bien-, un montón de fotos en el acto, además el Gran Maestre intenta intenta acercarse con su burricleta,  a ver si se deja y cambia de pieza. Después, por la Aliseda cruzamos el Guadyerbas, no hay agua esta vez, el cambio climático tendrá algo que ver, no obstante en la dehesa grullas por doquier, algún venado también se deja ver. Volvemos a parlamentar, y decidimos otra vez cambiar, por el camino de Parrillas original hemos de continuar, nos topamos con la alambrada y seguimos junto a ella sin saltarla, atrás dejamos Trujillanos y el arroyo Los Huertos pasamos, pero al llegar a la última cuesta, la dolorosa la llamamos, la burricleta del Maestre está indispuesta, y no tiene fuerzas, llegan Ilde y Martín, y le ayudan a subir, ña meta en Velada ya está aquí.
















lunes, 23 de noviembre de 2015

AVENTURA ÉPICA: DE VELADA A VALDEVERDEJA

 A VALDEVERDEJA EN BURRICLETA: INCURSIÓN EN LA POBLACIÓN  Y TOMA DEL ÚLTIMO BALUARTE  "EL MOLINO DE LOS CAPITANES"

Tras las numerosas llamadas a los miembros de las escuadras, de Gamonal y Velada, para sumarse a una nueva hazaña épica, nos encontramos en el día de la partida, 22 de noviembre, con un octeto de valerosos caballeros en el Centro de Salud bien dispuestos y pertrechos. Antes de iniciarse la marcha, en la salida, El Gran Maestre arenga a sus gentes y les comunica el reto pendiente: exploraremos tierras lejanas, allende nuestras fronteras, alcanzando la villa de Valdeverdeja, en busca del fértil "valle verdejo", paraíso de nuestros ancestros. ¡¡¡Aur, aur, aur!!! , son los gritos que acompañan la salida. En vanguardia, El Gran Maestre abandonando la villa de Velada, tras él su séquito de siete caballeros, seguidamente tomamos la Cañada Real Leonesa Oriental, que discurre en primer lugar por tierras de Gamonal, poco después Calera también; pero surge el primer inconveniente, pinchazo de mala suerte, siendo Ilde el primer penitente. No obstante, la mañana se presenta soleada, aunque un poquito fría, y la marcha discurre con brío, por la estepa castellana, con el color verde que destaca, tanto en siembras de cereal como en hierbas silvestres que alfombran los barbechos. En el pueblo de Alcañizo, junto a una bifurcación de caminos (Alcañizo-Alcolea y Alcañizo-El Puente) nos reagrupamos y rumbo al Sur, por el camino de Alcolea continuamos. Pocos kilómetros después, a la derecho hemos de torcer, cruzamos un guardaganados y en una dehesa de encinas nos encontramos, suenan los crujidos de las bellotas, que se hallan esparvadas en el camino, al ser aplastadas por las ruedas de nuestras bicicletas, y el entorno resulta muy atractivo y entretenido, idóneo para contemplar y disfrutar. Sobrepasamos la labranza y caserío del Pozuelo siguiendo rumbo Oeste hasta alcanzar la carretera de Oropesa-Puente, cruzamos la misma, a su izquierda el afamado restaurante Valdepalacios queda, para continuar por el carreterín que a Torrico nos ha de conducir; pero antes, hemos de salvar un segundo inconveniente, en esta ocasión Pedro es el penitente, rotura de cadena, minutos después los mecánicos la arreglan. Mientras tanto, para no retrasar la marcha El Maestre se destaca, y en Torrico está a la espera y se pone en marcha cuando llegan.
Cruzamos el pueblo siguiendo el trazado de la carretera, nos desviamos por la que continúa hacia Valdeverdeja y nos colamos, gracias a un viejo del lugar que nos tuvo que orientar, nos indicó el correcto camino y por él nos fuimos. Minutos después, divisamos desde la lejanía las primeras casas de la villa, entramos sin ninguna oposición en la misma, pues la mayoría de los moradores aún dormían (es domingo) y la vigilancia era poco activa; así que decidimos tomar la plaza donde se levanta la placa de cerámica y tomar fotografías como prueba de la osadía, coronando al Gran Maestre ante la ausencia del Presidente.
Tras la marcha triunfal por sus calles, coronamos el cerro de La Ermita, después de la bajada, enfilamos por un camino rumbo a los molinos, su firme es pedregoso e irregular, que hemos de salvar con cierta dificultad. Encontramos una flecha en una baliza de madera, con los indicativos de "Molino de los Capitanes" y "Molino Nuevo", hacia el Sur, todo recto. Abrimos una portera y el río Tajo queda muy cerca, no obstante, la última parte resulta casi intransitable (me refiero en bicicleta), por lo que optamos por aparcarlas cerca del lugar y a pie bajar; salvo una excepción, con la burricleta a cuestas el caballero Pedro "El de los Hierros" superó el reto épico: la toma del último baluarte "El Molino de los Capitanes". Y alzó su burricleta por encima de su cabeza, dando las gracias al cielo por coronar la gesta con éxito. Después, en la cubierta del célebre molino todos nos reunimos y lo celebramos, con una proclama que fue grabada: " He nos aquí y ahora, conseguida la victoria, con la toma del último y emblemático baluarte "El Molino de los Capitanes". El Valle Verdejo es ya nuestro, el honor y la gloria para vosotros caballeros, y la grandeza para nuestros pueblos, demos gracias al cielo, la aurora boreal reflejará en la inmensidad del universo este momento épico. Tras la celebración, el avituallamiento y el descanso. Seguidamente, emprendemos el retorno, una vuelta no exenta de dureza. Cruzamos nuevamente la villa ocupada rumbo al norte, por el mismo camino llegamos a Torrico, surge una propuesta de estrategia, que pretende acortar el camino hasta Oropesa, una vía que discurre más al Oeste, en las proximidades del Centro de Reciclaje; pero la apuesta resulta confusa, rayando la pérdida, bordeando las fronteras de tierras de Caleruela y Herreruela, hasta que por fin enderezamos el rumbo camino de Oropesa, a lo lejos despuntan las torres del Castillo en medio de la fortaleza. Circunvalamos por el Este la capital del que fuera en otro tiempo condado, para encaminarnos hacia Torralba, dejándola en la distancia sin aproximarnos a su casco urbano, tomando un camino rural que al cruce de Alcañizo  en la Nacional nos ha de llevar, continuamos por la vía de servicio de Nacional-V, cabe señalar el gran servicio del caballero Pedro "El de los Hierros", que en ayuda del Gran Maestre sus empujones son cada vez más continuos y persistentes. Atrás quedan la Gasolinera y Casa de Postas, mas las fuerzas son pocas, sin embargo, empujón más empujón y un último esfuerzo nos permiten llegar al pueblo y coronar la hazaña con éxito, cuando son las dos del mediodía y a las ocho fue la partida..











domingo, 28 de junio de 2015

RUTA SENDERISTA A LAS CINCO LAGUNA (GREDOS)

CINCO LAGUNAS 

En vísperas del solsticio de verano, 20 de junio del 2015, siendo las 8:10 am desde Peraleda del Tormes la marcha iniciamos, no sin antes posar para el acontecimiento fotografiar, delante del panel que muestra impresa la ruta que se ha de recorrer: Cinco Lagunas. El grupo de montañeros está formado por 6 caballeros (Uge "el Guía", Chuchi "Maravillas", Andrés "el Presi", Domingo "el Maca", Javier "el sobri" y el Gran Maestre) y un escudero (Edu "el sandiero"), todos ellos aventureros veleños, quienes desafiando al calor embriagados de ilusión inician la ruta, en un principio, con mesura; pero a medida que vamos avanzando el ritmo se va incrementando. 

Avistamos unas tablilla con el indicativo de la ruta y tiempo aproximado, figura 5 horas en una y 5 y media en la otra. Empezamos a subir por un sendero con ligera pendiente que discurre entre piornos y matojos, salpicado de piedras dispersas; todo en calma, salvo el respingo de alguna vaca que se alejó de su manada. Seguidamente, llaneamos por el valle poblado de verdes praderas y regueros de agua bajo las hierbas, hasta que divisamos el refugio con forma de chozo donde descansamos un poco, es momento de beber y algún producto comer; una foto para la ocasión y , a continuación, toca ascensión, el sudor va en aumento y la ropa desapareciendo, la temperatura continúa subiendo y el ritmo decreciendo. 
Rebasamos la laguna de Majalaescoba y del bocata va siendo hora, un poquito más allá  -añade el guía tras consultar-; después de media hora más, nos detenemos para el avituallamiento a la sombra de un cancho no muy alto, una vez repuestos nos internamos en un tramo cubierto de lanchas gruesas y anchas siguiendo el curso de los hitos y la lengua del que fuera un glaciar, mientras el cansancio se va acumulando. Llegamos al tramo final, donde se halla la mayor dificultad, pues se requiere ascender por una pétrea pared, a veces hay que trepar para asegurar, agarrándose uno a todo aquello que revista solidez y encajando bien los pies; el grupo se va estirando y sus integrantes descolgando, cada cual este mal trago lo ha de pasar. Por fin coronamos y la laguna Bajera contemplamos, todo un espectáculo, bordeamos pegaditos  a la orilla esta maravilla, a pescadores saludamos, mientras tanto, un pez ha picado, pero como es pesca sin muerte al agua le devuelve; ante este inusual suceso, Edu "el Sandiero" no da crédito y palabras salen de su boca que no son nada hermosas (un garrotazo bien dao y apañao), anda, calla -le corrige Chuchi-, disfrutan así...

Continuamos a la siguiente, la  denominada Brincalobitos, después se halla la Mediana, a continuación La Galana y , por último, la mas grande y primera que recibe el nombre de La Cimera. Un paraje alucinante, cuyas lagunillas de origen glaciar muestran un aspecto salvaje y bello, flanqueadas al frente, derecha e izquierda por enormes moles grisáceas de paredes pétreas, con algunas  manchas blancas en las laderas, son los níveos neveros que resplandecen sobre la piel del roquedo. 

Tras despojarnos de las mochilas, nos preparamos para la celebración del ritual en este paradisíaco lugar; nos adentramos en las frías aguas que cubren nuestros pies y escuchamos con devoción una "loa" preparada para la ocasión: " Senderistas veleños del marquesado, en fecha 20 de junio de 2015, víspera del solsticio de verano, en las 5 lagunas nos hallamos, y la sin par belleza contemplamos. Níveas lagunas espejos del cielo, ojos de azul en la agreste piel del vetusto roquedo, bajo las encrestadas cejas perfiladas la luz del mediodía estampa su color en mi pupila. Henchidos de emoción, manan a raudales sentimientos tan especiales que no encuentran descripción, y brotan de lo más profundo del corazón. 


En este paraje de ensueño y fantasía, cinco ninfas de poesía, en noches de blanca luna, se bañan en las lagunas desnudas, fecundando sus aguas puras con los chorros  deliciosos que brotan de sus pechos. El canto de las ondinas enmudece en el silencio, pero el eco de sus notas reverbera en el pensamiento. ¡Dejémonos llevar hermanos por la magia del momento¡ y unidas nuestras manos adentrémonos en la laguna para gozar de la frescura que santifica nuestra alma y dulcifica nuestro cuerpo. Se derrama agua que moja nuestras cabezas, y también las camisetas, y a continuación gritamos con ardor: ¡Fuerza y vigor, y vino para el corazón! (lema del club). Después del ritual, dos de ellos se atrevieron a bañar, sumergiéndose como faunos asilvestrados en las gélidas aguas. Tras un descanso, no demasiado largo, y en parte recuperados, los más valientes y osados decidieron continuar y la Portilla escalar, son casi las dos y , antes de comer, un nuevo reto van a emprender, el fulgor de los rayos del  sol resulta demoledor, pero no lo piensan más y empiezan a escalar, pero a las primeras de cambio de los cinco quedan cuatro, ¿qué habrá pasado? -nos preguntábamos los dos de abajo que optamos por el descanso-; Edu resultó ser, que al ver el nevero quedó a la espera prisionero. Pese a la dureza de la ascensión, el grupo de cuatro (José Antonio, Chuchi, El Maca y Uge) La Portilla coronó, con José Antonio a la cabeza que demostró más destreza y fortaleza. Con la bajada finaliza la hazaña, ha resultado todo un éxito, muy meritorio por cierto.Llegó la hora de comer y beber, nos han traído un regalo, un poco de nieve que, para enfriar la bebida, bien nos viene. Alimentados y recobradas las fuerzas toca la vuelta, dejamos atrás las lagunas y nos aprestamos a afrontar con precaución el descenso de la pared, sin demasiado correr, al bajo llegamos sanos y salvos, continuamos por el curso del valle sorteando los lanchares, laguna de Majalaescoba, praderas,  el chozo (refugio), por el sendero nos encontramos con mucha gente, parece una romería de penitentes, porque las altas temperaturas hacen mella en su figura; con una excursión de Puertollano nos topamos, parecen muy cansados, van perdiendo integrantes por el camino  y están lejos aún de su destino, pues un autobús en el pueblo les espera y nos tememos que, de seguir así, hasta la noche no llegan (risas y chistes al respecto). Hacemos un alto, junto al torrente, para refrescarnos; entre tanto, el grupo se parte en dos, y el Gran Maestre, junto a Chuchi y Andrés, toma la delantera y no esperan, por lo que aquellos que se quedaron atrás tienen que apretar, al fin nos alcanzan y al Gran Maestre sobrepasan, ¿qué ha ocurrido? ...una contrariedad o incidente, la suela de la bota derecha -del Gran Maestre- está deshecha, resultando un inconveniente para el tramo siguiente. El ritmo cae en picado, Chuchi que se había quedado atrás para expulsar el sobrante corporal, alcanza al rezagado y le acompaña con agrado; sin embargo, el tramo final se hace eterno, los adelantados esperan  bajo unas sombras un momento, todos juntos de nuevo, ya queda poco -¡ánimo maestro!, gritan todos-, sólo el remate final; de nuevo en marcha, otra vez andar y andar, mas la meta no llega jamás...Suspiros de alivio al avistar la añorada meta, lo primero que hacemos es "beber agua fresca", la que sale del caño de la fuente de piedra; unos llegan a las siete y cuarto, otros llegan a "y media". Para celebrarlo y relajarnos, nada mejor que un buen baño en las oscuras aguas del río Tormes, a la sombra de los frondosos árboles de ribera....Y EN EL PUEBLO UNA CERVECITA FRESCA! FIN  










miércoles, 10 de junio de 2015

RUTA   TÓRRIDA

Domingo 7 de junio, celebración del Corpus en la villa de Velada, con presencia en la procesión de los que días atrás tomaron la primera comunión y suntuosos altares ornamentados para dicha celebración. Y en la salida, tan solo media docena de sufridos caballeros dispuestos a la batalla en un día que se prevé muy cálido y extremo. Iniciamos la ruta y enseguida afrontamos la empinada subida de la Gamonosa, en la ascensión se estira el pequeño pelotón, mas el Gran Maestre el ritmo seguir no puede y se descuelga rápidamente. En el alto, se entabla un diálogo y dos de los Caballeros -los más diestros- deciden acometer por sí solos un mayor reto, marchándose por otros derroteros; y en la encrucijada, inmóviles quedan tres de los veleños en espera y auxilio de su Maestro: son los sufridos compañeros, en cumplimiento del más sagrado de los mandamientos sellado en juramento (se trata del hercúleo Goyo y de los charquitos famosos). ¿Qué ha pasado?...Que los "Galácticos" se han marchado, quieren algo más exigente y tú no estás para escalar ninguna pendiente. Bueno, pues nosotros cuatro, una ruta cortita y  pronto a casita, a degustar una cervecita. Y así fue: camino de Mejorada, camino de Segurilla, Camino de Pepino por la bajada de la "descabalgada", Camino de Cervera por la Cuesta de Primera, y en el pueblo, pausa para el avituallamiento, Camino de Los Leñadores a Segurilla, 
Camino de Mejorada, Camino de Gamonal con un calor infernal, Senda de la Ermita de la Encarnación, Vía Pecuaria del Cordelillo, Campo de Tiro y entrada en la Villa de Velada. Una tórrida jornada en compañía de buenos camaradas. Fotos cedidas por Ángel Gómez "Charquitos", Marqués de todos líquidos, nuestro agradecimiento por las buenas fotos.