jueves, 13 de julio de 2023

SANTANDER: VERANO AÑORADO 

La ciudad de Santander reúne unas condiciones únicas para disfrutar del verano: clima templado, monumentos, museos, hermosa bahía, paseo marítimo, ruta costera, extensas y numerosas playas, rica gastronomía y terrazas de copas... y, en las proximidades, valles y montañas verdes (Valles del Pas y Saja-Besaya). Bellísimos amaneceres y atardeceres, propios de una postal.


Iniciamos la andadura presentando un reportaje fotográfico, donde se plasma parte de esa belleza que atesora. En primer lugar, sus playas, unas extensas y bien conocidas, como la grandiosa playa de El Sardinero,




 y otras más recoletas como Mataleñas. Hay una ruta de senderismo que se dirige al Cabo Mayor, bordeando la costa, pasando al lado del Parque Municipal y Campo de Golf de Mataleñas, Mirador de Cabo Menor y finalizando en el Cabo Mayor. 


Las vistas del Sardinero, de la Isla Mouro y Península de la Magdalena, son espectaculares en días soleados, con los veleros en el mar azul.



El larguísimo y concurrido paseo marítimo, desde el Centro Botín (Pº de Pereda) hasta la Segunda Playa de El Sardinero (Avda. de la Reina Victoria), ideal para pasear y sentarte en un banco con la mirada puesta en los bañistas, o en los barcos y veleros que circulan por la bahía. Incluso disfrutar de las vistas que te ofrece el balcón de apartamento o habitación.



Encontramos también majestuosos edificios y palacios ajardinados, como el imponente Casino, el Hotel Real Alfonso XIII,
 el Palacio de la Magdalena, La Quinta Los Pinares, 


La Oficina de Correos, La Catedral, el Ayuntamiento, la Plaza Porticada Velarde... Una visita guiada puede resultar muy interesante para conocer un poco más en profundidad la hermosa ciudad santanderina.



No puedes pasar por alto el Edificio del Centro Botín y contemplar desde su azotea, o desde alguno de sus miradores, la ciudad y sus jardines, y especialmente, la majestuosa bahía con sus puertos, embarcaciones, la playa de El Puntal y Sierra Cabarga al fondo.

La noche te invita a descubrir lugares y escenas mágicas, sólo tienes 
que detenerte unos instantes, contemplar, reflexionar y vivir el 
momento...

Y captar en la retina y vivenciar el momento, como  el reflejo de los rayos de la luna sobre las aguas marinas, recordando los versos de la Canción del Pirata de Espronceda "la luna en el mar riela"...Y que la imaginación vuele, vuele... y ama a quienes tienes cerca, compartiendo las vivencias.

Degustar su rica gastronomía en bares y restaurantes resulta un privilegio, donde hay mucho a elegir, desde la mariscada en el Barrio de Pescadores, entre otros muchos y buenos restaurantes, el cocido montañés o labaniego, hasta el plato de anchoas o queso picón del bar Bodega La Conveniente, que ameniza la velada con las notas musicales de una pianista.





En el litoral contiguo al Faro de Cabo Mayor, en la Barriada de Cueto, partiendo del Edificio de la Agencia Estatal de Meteorología, encontramos un sendero costero que va bordeando los abruptos acantilados rocosos, con islotes y escolleras, pasa por el Panteón del Inglés, y divisamos desde la punta de un saliente el Islote Ansión,

lugar propicio para sentarse y esperar a que tenga lugar, en días soleados, una maravillosa puesta de sol en el horizonte marino. 









También encontramos espectaculares moles rocosas  con profundas hendiduras divisorias en el calado. 







La noche del 4 de julio, en el campo de fútbol del Racing Club de Santander, tuvimos la fortuna de asistir al sensacional concierto del famoso grupo de rock británico MUSE, único en España durante el 2023, con motivo de la celebración del Año Jubilar Lebaniego. Y lo cierto es que no defraudó en absoluto, con un público entregado, coreando sus letras,  los componentes del grupo lo dieron todo, y disfrutamos de "lo lindo", una experiencia inolvidable.


La proximidad de las montañas y valles también es otro de los atractivos que reúne la ciudad de Santander. 

Y para los amantes al senderismo ofrece numerosas y variadas rutas, todas ellas muy atractivas, en donde la vegetación  y el agua son un regalo de la naturaleza ("verde que te quiero verde", "corrientes de aguas frescas, puras y cristalinas").
La primera ruta que realizamos, "El Canto Pilanco, partía del Centro

de Interpretación de la Naturaleza Saja-Besaya, y optamos por seguir la ruta acompañados por un guía de la Asociación para el Desarrollo Rural "Naturea", que fue todo un acierto por el conocimiento que tienen del Parque Natural y por sus explicaciones científicas y didácticas. 
Recorrimos un hayedo apenas alterado, junto al valle del río Saja, y subimos al mirador del Canto
Pilanco, con unas vistas de las laderas boscosas y praderíos espectaculares.
Cerca del Centro de Interpretación del Parque Natural Saja-Besaya, en la misma carretera CA-280, encontramos la espectacular Cascada Pozo del Amo, rodeada de una abigarrada vegetación boscosa. 

Y por la tarde, como suele ser habitual en este lugar, la lluvia hizo acto de presencia, con fuerza e intensidad.






De vuelta a Santander, hicimos parada en Ruente, donde visitamos en Puente Medieval con sus numerosos ojos, y nos acercamos dando un agradable paseo a la surgencia de 




La Fuentona, donde brotan sus aguas de color azul turquesa y, en el panel, se acompaña de una curiosa leyenda.


En la segunda ruta, denominada La Garma del Río Pisueña, uno de los valles pasiegos, también acompañados por un guía de Naturea Cantabria, pudimos contemplar las cabañas de los pasiegos y formas de vida de los habitantes de esta conocida Comarca, dedicados principalmente a la ganadería y productos derivados (leche, mantequilla, queso, y los célebres "sobaos pasiegos". 

Atravesamos prados, regatos, remontamos la ladera y bajamos al fondo del valle, hasta alcanzar la surgencia del río Pisueña, su nacimiento. 



Las explicaciones del guía fueron muy instructivas y amenas; y, además, los paisajes de una gran belleza.


Al fondo, Los Picones de Sopeña





De regreso a casa, optamos por la carretera que discurre por el valle del río Miera, que forma parte también de Los Valles Pasiegos. pasando por las localidades de Solares, Liérganes, La Vega, Rebollar, Linto, San Roque de Riomiera... hasta el mirador de Covalruyo. 
Desde lo alto del mirador de Covalruyo se obtiene una maravillosa panorámica del valle glaciar en forma de artesa entre las dos cadenas montañosas que le flanquean a ambos lados. 

Los días soleados y claros se puede llegar a divisar en la lejanía el mar Cantábrico, las vistas son espectaculares. 
Seguidamente, coronamos el Portillo de Lunada de 1350 m de altitud, que marca la divisoria de Cantabria y Burgos. Para los amantes de la práctica del ciclismo, la ascensión al alto del Puerto, con una subida continua de unos 14 km les puede resultar muy atractiva, idónea para ponerse a prueba.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO