lunes, 17 de febrero de 2020

TOLETUM VIDI


TOLETUM  VIDI


La ciudad de Toledo, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1986, atesora un compendio de manifestaciones históricas, artísticas y culturales que, junto a la belleza natural del paisaje, la encumbran a ser considerada como una de las más bellas ciudades del mundo: belleza natural y monumental. Por lo que bien merece una visita, y dado la cantidad de bienes y obras patrimoniales que posee necesitaríamos al menos una semana para acercarnos tan solo a contemplar cada una de ellas, sin profundizar demasiado en detalles y características científico-técnicas, porque Toledo es en sí, el casco histórico me refiero, un museo anclado en el devenir del tiempo, y un cuadro paisajista por la naturaleza sobre la que se asienta y rodea su emplazamiento.
Trataré de transmitir lo que personalmente, al visitarla, he sentido y siento, pues cada vez que me acerco -por proximidad- descubro, o siento, algo nuevo y me emociono por dentro, acompañado de fotografías que ponen de manifiesto la belleza del momento. Lejos de facilitar y aportar datos relevantes, y de contenido, de la obra, bien sea pintura, artesanía, edificio/monumento, o espacio abierto, pretendo, más bien orientar sobre aquellos lugares, puntos de encuentro, momentos … que más han calado, a golpe de vista, en mis “adentros”; y espero que, tras el visionado resulte útil al viajero. 

OROGRAFÍA Y PAISAJE. 
Viene configurada por su río, las aguas del Tajo han excavado un angosto y profundo valle abriéndose paso en “tajo” entre los duros materiales paleozoicos (sustrato rocoso con afloraciones de peñas y riscos) con los que se encuentra a la altura del emplazamiento de la ciudad. El meandro que describe el curso del río, en forma de arco de ballesta, abraza la colina sobre la que se asienta la urbe medieval, y sus taludes escarpados -sobre todo el de su margen izquierda-, dotan a Toledo de una defensa natural casi inexpugnable, que acompañado de sus recias murallas incrementan el baluarte defensivo (la rendición y toma de la ciudad por Alfonso VI en 1085 se produjo tras varios años de cerco). 
La vista panorámica que ofrece la ciudad desde el mirador del valle, situado al Sur y en la margen izquierda, es espectacular; y si nos encaramamos en La Piedra del Moro (según una de las mil leyendas de Toledo, bajo la misma, se halla enterrado un príncipe moro que vaga por las noches) al atardecer o con las primeras luces del día quedará por siempre la imagen grabada en el recuerdo (hay un sendero, a la altura de la Ermita de la Virgen del Valle, que asciende hasta la base de la peña, de corto recorrido, unos 200 m. También desde el Parador de Turismo se puede bajar siguiendo el trazado de una senda. Cerca de la citada peña, hay unas piedras superpuestas de forma natural que asemejan, según figuraciones, la cabeza de un moro con turbante). Asimismo, otra buena opción para la contemplación de la ciudad y del entorno natural es acercarse al Parador Nacional y disfrutar en su terraza de las vistas deleitándose con un café, copa o refresco. 
También desde el albergue del Castillo de San Servando (donde el rey Alfonso X El Sabio escribió algunas de sus obras) se divisa la urbe desde otro punto de vista, a la altura del Puente de Alcántara, más al Este. 
Tanto por el emplazamiento geográfico, como su recinto amurallado, con su Alcázar, y su urbanismo de callejuelas estrechas, la ciudad de Toledo es un buen ejemplo representativo y característico de ciudad medieval. Y si paseamos por sus calles, a ser posible vacías, parece como si nos remontáramos en la historia varios siglos atrás.
Si alguno es aficionado al senderismo, o cicloturismo, hay una Senda Ecológica que discurre por la orilla derecha del río, desde el Paseo del Barco Peaje, Puente San Martín, Torreón de Los Baños de la Cava, Ermita del Cristo de la Vega, Torre del Agua, Campus Universitario y finaliza en la Pasarela Colgante de  Polvorines (ofrece, al atardecer, con los rayos del sol de poniente iluminando el flanco Oeste de la ciudad unas vistas maravillosas, con la perspectiva del cuadro que pintara en su día El Greco).
Por último, añadir que tuve la fortuna de sobrevolar con un ultraligero el meandro que describe el río Tajo y contemplar a vista de pájaro la hermosa ciudad, no tengo palabras para describir lo que sentí en ese momento, pero el placer fue muy intenso, resultó una experiencia fantástica del visionado tan bello de Toledo, inolvidable en el tiempo.

HISTORIA  
                                                            
El origen de la ciudad hay que buscarlo en los restos arqueológicos hallados en El Cerro del Bu, se trata de un asentamiento celtíbero fortificado, similar a un castro, datado en la Edad de Bronce, y ubicado en un promontorio que sobresale y corona el talud de la orilla izquierda del río, situado al Este, a la altura del vado del río. 
La fundación de la ciudad propiamente dicha tuvo lugar en el año 192 a. C. tras la conquista romana del núcleo urbano fortificado de los carpetanos, con el nombre de Toletum, iniciándose la romanización y gran desarrollo de la urbanización del oppidum (plaza fuerte o baluarte defensivo).
Adquirió gran relevancia en época romana, dado su posición estratégica, ubicada en el Centro Peninsular e importante nudo de comunicaciones (Vías romanas: Emérita Augusta-Toletum-Cesaraugusta//Corduba-Toletum-Cesaraugusta). Realizaron importantes construcciones en la ciudad, algunos vestigios o restos romanos que nos han llegado son: el Puente de Alcántara (origen romano), pilares o estribos de sujeción en ambos extremos del Acueducto, Cuevas de Hércules en San Ginés (depósitos de agua), Termas Romanas de Amador de los Ríos, El Circo Romano (en la Vega Baja) …
En el lugar que hoy ocupa el Alcázar de Toledo (punto más alto de la ciudad), se erigió el Pretorio (Palacio Romano). 
El reino visigodo instala su capital en Toledo, y al adoptar como religión el cristianismo, se construyeron varios templos (Basílica de Santa María/Catedral Visigoda sobre la que se levantó después La Mezquita Mayor, y posteriormente La Catedral Primada, se celebraron varios Concilios que se exponen en el museo de los concilios y de la cultura visigoda en La iglesia mudéjar de San Román). Los Concilios eran una clase de Asamblea político-religiosa que establecieron pautas doctrinales y de gobierno del reino. Prácticamente han desaparecido todas las construcciones de época visigoda en Toledo, salvo los restos arqueológicos del Yacimiento de La Vega Baja correspondientes a edificaciones visigodas y urbanismo del poblamiento de la zona. 
La dominación árabe de la ciudad se extiende desde el año 711 d.C. de la toma de la ciudad (caudillo musulmán Tarik) hasta el año 1085 de la caída (Alfonso VI, rey cristiano, recupera la ciudad). Durante este período se reconstruye la ciudad adoptando la planificación urbanística característica de una medina medieval amuralla (trazado irregular de callejuelas estrechas y recovecos, característico de un urbanismo abigarrado, que se
disponen en torno a un centro neurálgico que se corresponde con el Zoco o mercado principal instalado en la plaza mayor “Zocodover”). Se dota a la ciudad de recias murallas, puertas sólidas, altas torres albarranas y, en el promontorio rocoso más elevado, dominándolo todo, la  Alcazaba. Que unido a la orografía del terreno sobre la que se asienta y el río que la rodea por varios flancos, en forma de hoz, convertían a la ciudad en un bastión prácticamente inexpugnable en su tiempo (no fue reconquistada por asalto, sino que su rendición pactada tuvo lugar tras varios años de asedio). 
En su primera etapa fue dependiente del Emirato y, después, Califato de Córdoba, pero tras la desintegración del Califato y división en Taifas, se convirtió en el Reino Taifa de Toledo, que fue el período de mayor esplendor, con Al-Mamún como rey más sobresaliente. El amplio legado y los numerosos vestigios de esta etapa islámica siguen presentes en la ciudad: monumentos, artesanía, gastronomía, documentos y saberes científicos (matemáticas, astronomía, medicina, arquitectura, literatura, etc. Podemos destacar como más visibles y visitables: Murallas del recinto amurallado (S. IX-X) , Puerta Vieja de Bisagra (origen árabe, restos)o también denominada de Alfonso VI, Puerta Nueva de Bisagra (reconstruída sobre la anterior árabe), Puerta del Cambrón, Puerta de Alcántara (origen árabe, remodelada posteriormente),Puerta de los Doce Cantos(remodelada), Puerta de Bad-al-Marmum o de Valmardón,  Mezquita del Cristo de la Luz (Mezquita de Bad al- Marmum reconvertida en iglesia, estilo de arte árabe y mudéjar, una de las dos mezquitas que han llegado hasta nuestros días, de las muchas que tuvo la ciudad árabe de Tulaytula),   Mezquita del Salvador (gestionado por el Consorcio de recursos culturales) , restos arqueológicos de los Baños árabes de Tenerías y El Torreón del Baño de la Cava (origen árabe y reconstrucción cristiana del S. XII), Puente de Alcántara (de origen romano, reconstruido por los árabes en el siglo X, nuevamente reconstruido por los cristianos en tiempos de Alfonso X y posteriormente sufrió nuevas modificaciones, como el arco triunfal barroco situado en la entrada oriental).

Toledo cristiano en la Baja Edad Media y Edad Moderna.   En el año 1085 los cristianos, tras el asedio al que la sometieron, se apoderaron de la ciudad mediante un pacto con los gobernantes musulmanes. El rey Alfonso VI de León toma la ciudad, y se hace llamar rey de las dos kábilas ( las dos culturas: cristiana y musulmana). Buscaba así el buen entendimiento y convivencia de las tres culturas reinantes en la ciudad, incluyendo a la judía. Se funda la Escuela de Traductores de Toledo (eruditos judíos, árabes y cristianos trabajando juntos), que alcanzaría siglos después su máximo esplendor con el reinado de Alfonso X El Sabio, transmitiéndose muchos de los saberes de Oriente a Occidente, lo que supuso un gran avance cultural. A Toledo se le denomina la ciudad de las Tres Culturas, pues en esta época, durante varios siglos (cerca de seis siglos, hasta la expulsión de los judíos en 1492), coexistieron en la misma ciudad cristianos, musulmanes y judíos. Muchas de la Leyendas de Toledo están ambientadas en este marco social, de relaciones entre personajes de las tres comunidades. 

En 1226 se inician las obras del monumento más representativo de la ciudad, la Catedral Primada de Santa María, “la dives toledana” por la riqueza artística que alberga (arquitectura, pintura, orfebrería, escultura, retablos, sillería, artesonado), de estilo gótico predominante, si bien encontramos otros estilos.
Los maestros artesanos moriscos fueron los artífices de las maravillosas construcciones de estilo mudéjar (Monasterios, Palacios, Puertas, Iglesias, Patios), de la artesanía y técnica del damasquinado (una de las señas de identidad de la ciudad).

 Una de las obras más representativas del estilo mudéjar es La Puerta del Sol (S. XVI). 
Y fruto de la herencia árabe, judía y cristiana (conventos de monjas) es el afamado mazapán toledano, otra de las señas de identidad de nuestra ciudad.  Y por último, la artesanía de las espadas y aceros es una tradición ancestral toledana de fama mundial (utilizadas en célebres películas), forjadas con un acero excepcional, que en la Edad Media su fabricación adquirió gran relevancia, dado que eran muy demandadas para armar a los ejércitos.
En el año 1476 los Reyes Católicos mandan construir el Monasterio de San Juan de los Reyes en el barrio judío, una espectacular muestra arquitectónica de estilo gótico isabelino, en la iglesia de una sola nave destaca el crucero y el cimborrio, la profusa y suntuosa decoración, y además cuenta con un claustro maravilloso. Y fue en el reinado de los Reyes Católicos cuando tuvo lugar, en 1492, la expulsión de los judíos. También en la primera mitad del siglo XV se construyó el Palacio de Fuensalida (sede de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad). 

Toledo en la Edad Moderna: Capital del Imperio.
Toledo (elige líder de la Comunidad a Juan de Padilla) encabezó el levantamiento comunero en 1520 contra Carlos I, que finalizó con la rendición de la ciudad en 1522. El emperador Carlos V (Carlos I rey de España) traslada la corte a la ciudad de Toledo, convirtiéndose en capital del Impero español entre 1519 y 1561, y el Alcázar fue su residencia tras las obras de remodelación que se llevaron a cabo. Durante este período, al convertirse en centro político y económico, se incrementó su población
hasta alcanzar los 50.000 habitantes y la ciudad se embelleció con numerosas edificaciones (conventos, palacios, hospitales, iglesias, etc.) y la consiguiente afluencia de maestros, arquitectos y artistas. Como monumentos más sobresalientes de este período destacamos: El Alcázar (residencia real, reedificado en S. XVI), la Puerta Nueva de Bisagra (S. XVI reconstrucción), Hospital-Palacio Tavera (S. XVI) y Hospital-Museo de Santa Cruz (S. XVI), El Convento de San Gil (S.XVII, sede de las Cortes de C-LM), Palacio Arzobispal (S.XVI, fachada renacentista), Palacio del Ayuntamiento (S. XVI-XVII).
En el año 1561 el rey Felipe II traslada la corte a Madrid, convirtiéndola en la capital del reino, iniciándose paulatinamente la decadencia de Toledo.

CONSEJOS Y SUGERENCIAS PARA DISFRUTAR DE LA VISITA 

1. Para disfrutar de una vista panorámica excepcional del emplazamiento paisajístico de la ciudad histórica, y contemplar el conjunto de la ciudad de forma similar a como lo plasmó en su día El Greco en aquel célebre cuadro de Toledo, recomiendo subir a La Piedra del Rey Moro , que se accede
por un sendero que asciende desde el Mirador del Valle en Ronda de Toledo, frente a la Ermita de la Virgen del Valle (10 minutos andando); y pasar unos minutos en silencio, disfrutando de las vistas (cuenta una leyenda que bajo la piedra está enterrado un príncipe árabe que no llegó a tiempo -ni pudo- de conquistar la ciudad y rescatar a su amada, y que por las noches su espíritu vaga …).  
También se puede acceder desde El Parador Nacional, en las proximidades desciende un sendero hasta La Piedra, y junto a esta se localiza la cabeza del moro, unas piedras superpuestas que se asemeja a la cabeza de un moro con turbante.
Resulta otra buena opción, sentarse en la terraza del Parador y tomarse un café (copa o refresco) admirando el paisaje. Las fotos que se obtienen desde este punto, al igual que desde el anterior, son espectaculares.
Si nos alojamos en el albergue del Castillo de San Servando, existe un mirador fabuloso (no suelen admitir visitas), además el Castillo es un bien de interés cultural (Alfonso X El Sabio estuvo alojado temporalmente).
Desde la Ermita de la Virgen de la Cabeza, en la zona de Los Cigarrales, sita al suroeste, también se tiene una vista panorámica de la ciudad muy buena.

2. Senda Ecológica. Para los amantes del senderismo o cicloturismo, la parte principal discurre por la orilla derecha del río, desde la Torre de Hierro hasta la Pasarela colgante de Polvorines sobre el río Tajo (maravillosas vistas del flanco Oeste de Toledo con San Juan de los Reyes sobresaliendo),
pasando por el yacimiento arqueológico de Los Baños árabes de Tenerías (S. X-XI), la Torre mozárabe de Alfarach (S. XII, estilo mudéjar), conocida popularmente como “El Cubillo” (frente al Convento San Gil), Puente de San Martín (S. XIII-XIV, leyenda), Torreón de los Baños de la Cava (leyenda El Baño de la Cava), Ermita del Cristo de la Vega (leyenda en la que se inspiró  José Zorrilla), Campus de la Universidad de C-LM (antigua Fábrica de Armas).


3. Perderse por callejuelas, pasadizos, callejones y plazuelas del Casco Histórico (las cuestas son una de las características de la ciudad), a ser posible sin la aglomeración de gente, es otro de los atractivos. El Barrio judío, situado al Oeste, por la zona de las dos sinagogas (Tránsito y Santa María
La Blanca), calle del Ángel-Arquillo del Judío, calle San Juan de Dios, calle del Mármol, Travesía Judería, Calle Samuel Levi Callejón Verde, callejón Cava Baja …En los alrededores de la Catedral: callejón Vicario, callejón San Pedro, Bajada Pozo Amargo… Por el Barrio árabe, en los alrededores de la Plaza de Zocodover, calle Sillería, calle Alfileritos(donde se halla una hornacina con la imagen de la Virgen y según la tradición las mozas toledanas pinchaban un alfiler y pedían un deseo tras una oración, en base a una leyenda del siglo XVI, como señal de amor y esperanza) , callejón Menores, calle Cristo de la Calavera (leyenda) calle Bécquer (donde residió durante una temporada G.A. Bécquer, y en una casa de la calle San Ildefonso, varias de sus leyendas están ambientadas e inspiradas en Toledo, pues recorrió sus calles y conventos para ilustrar su obra “Historia de los Templos de España”, y dejó estampada su firma en la Portada renacentista del Convento de San Clemente).

4. Toledo y sus mil leyendas. Toledo también es célebre por la cantidad de leyendas que han perdurado a lo largo del tiempo y han llegado hasta nosotros (quien no ha oído hablar de “la noche toledana”, o del “Cristo de la Vega”).
 Para sumergirse en sus leyendas nada mejor que contratar una ruta guiada nocturna, donde recorrerás calles, plazas y conventos complementado con el relato de las leyendas que se encuadran en dichos lugares. Voy a enumerar algunas de ellas:

Greco-Romana: La Cueva de Hércules, La Roca Tarpeya…
Visigodos: El Baño de La Cava (Florinda, apodada “La Cava, hija del Conde Don Julián, mientras se encontraba bañándose en las aguas cristalinas del río Tajo, fue sorprendida por el rey visigodo Don Rodrigo, que al verla se encaprichó de la hermosa joven e intentó obtener sus favores, siendo rechazado una y otra vez, hasta que valiéndose de una artimaña -y sus poderes- la deshonró. Al enterarse su padre de lo ocurrido, planeó la venganza aliándose con los musulmanes y destronando al rey Don Rodrigo),La Casulla de San Ildefonso …
Árabes: Una noche toledana (la población toledana se sublevó en varias ocasiones contra el Emir de Córdoba, y el gobernador de la ciudad de Toledo, como venganza, ideó dar un escarmiento a los notables o principales, les invitó a un banquete en palacio, y según iban llegando la guardia les iba degollando y arrojando a un foso, por lo que también se conoce como la Jornada del foso), la princesa Galiana, La Peña del Rey Moro…
Judíos: El Pozo Amargo (La hija de un rico judío, llamada Raquel, de gran belleza, se enamora de un caballero cristiano, y por las noches se veían a escondidas y charlaban en el brocal del pozo del jardín. La noticia llegó a oídos del padre, quien muy enfurecido, esperó escondido a que llegara la noche, cuando apareció el joven cristiano y apoyó sus codos sobre el brocal del pozo con la vista puesta en la imagen que se reflejaba en sus aguas, salió de su escondite y le apuñaló mortalmente por la espalda.  Cuando llegó Raquel, descubrió a su amado ensangrentado y sin vida en el suelo, y henchida de dolor lloró amargamente. En adelante, todas las noches la joven judía acudía al brocal del pozo a mirar en el fondo la imagen reflejada de su amado, que sin poder contener las lágrimas caían sobre las aguas convirtiéndolas en amargas), El arroyo de La Degollada, La Rosa de Pasión (G.A. Bécquer)...
Cristianos: El Cristo de la Calavera (Da nombre a una calle de Toledo. Cuenta la leyenda que dos caballeros, amigos, de la nobleza toledana, se disponían a batirse en duelo por una dama muy coqueta, de extraordinaria belleza, en una calle en la que había una hornacina con un Cristo que bajo sus pies tenía una calavera, un farolillo encendido alumbraba la imagen e iluminaba el espacio; sin embargo, cuando alzaban sus espadas el farolillo se apagaba y al bajarlas se volvía a encender. Así una y otra vez, hasta que impávidos oyeron una extraña voz que les instaba a deponer las espadas, y a no profanar el lugar, ni derramar sangre de un amigo en su presencia), El entierro del Conde de Orgaz, La calle de la Mano, El Cristo de la Luz, El Cristo de la Vega (varias versiones, José Zorrilla “A buen Juez, mejor Testigo), El Callejón del Infierno …

5. ARTE: MONUMENTOS, MUSEOS Y RESTOS ARQUEOLÓGICOS (subrayado lo más representativo de cada estilo o época que a mí más me gusta y recomiendo visitar especialmente).
ÉPOCA ROMANA Y VISIGODA.
Restos arqueológicos del Circo Romano y yacimiento arqueológico visigodo situados en La Vega Baja (al lado del Campus Universitario, también se ubica en la zona la Ermita del Cristo de la Vega con torre y ábside mudéjar).
En el casco antiguo se encuentran: La Cueva de Hércules (depósito de agua), las Termas Romanas (restos) y el Museo de los concilios y la cultura visigoda (iglesia de San Román, s. XIII mudéjar)


ÉPOCA ÁRABE.
Las murallas de la ciudad, Puerta Vieja de Bisagra (S. X, de origen árabe, sólo quedan algunos restos, reconstruida por los cristianos en siglos posteriores, estilo mudéjar, recibe el nombre de Puerta de Alfonso VI), Mezquita del Cristo de la Luz (antigua mezquita árabe reconvertida en Ermita, la queEl Puente de Alcántara (si bien su origen es romano, fue reconstruido varias veces, en el siglo X por los árabes y posteriormente por los cristianos, arco triunfal en extremo oriental barroco) y Puerta de Alcántara (S. X de origen árabe, con modificaciones en época cristiana), baños árabes de Tenerías (restos arqueológicos).
mejor se conserva, estilos árabe y mudéjar.
Leyenda. Hubo varias mezquitas en la época, todas desaparecidas salvo dos, la mayoría de ellas reconvertidas en iglesias, como la iglesia del Salvador antigua mezquita del S.X ),










ÉPOCA CRISTIANA.
Catedral Primada de Toledo (Catedral de Santa María, se levantó en el S. XIII donde con anterioridad se hallaba la Mezquita Mayor, y antes la basílica visigoda de Santa María. Predomina el estilo gótico, si bien reúne otros: coro renacentista, artesonado mudéjar, transparente barroco, La Capilla Mayor
con el retablo de estilo gótico florido. Destaca también la Capilla de los Reyes Nuevos, Capilla Mozárabe, Rejería de la Catedral, La Sacristía con impresionantes pinturas y cuadros de grandes artistas (El Greco, frescos de Lucas Jordán, Tiziano, Caravaggio, Van Dyck, Goya, Velázquez, Rafael Sanzio, José Ribera…) , La Capilla del Tesoro con la impresionante Custodia de Arfe y su rico artesonado. Por la riqueza que contiene es conocida como “La dives Toledana”

El ALCÁZAR. (Ubicado en lo más alto de la ciudad, su origen se remonta a los romanos, fue el palacio sede del pretorio, después visigodo, alcázar árabe, alcázar cristiano restaurado por Alfonso VI y  por Alfonso X,  remodelado y embellecido por Covarrubias y Juan de Herrera por mandato de Carlos V. Alberga el Museo del Ejército.
 Sobresale como uno de los iconos más reconocibles de la ciudad, junto con las torres de la Catedral y San Juan de Los Reyes, cuando desde la lejanía contemplamos absortos la ciudad con una vista panorámica).
Monasterio de San Juan de los Reyes (S. XV, estilo gótico isabelino, destaca la fachada exterior, su iglesia y el claustro, una auténtica joya arquitectónica).
Sinagoga del Tránsito (S.XIV, estilo mudéjar con rica ornamentación, alberga el Museo Sefardí). Sinagoga Santa María La Blanca (reconvertida en iglesia, mudéjar).
Iglesia de Santiago del Arrabal (impresiona la parte exterior del edificio con su triple ábside de estilo mudéjar y su majestuosa torre, en un entorno inigualable).

Puerta del Sol (S. XIV, arquitectura mudéjar de gran belleza, fabulosas vistas desde su torre).

















Puerta Nueva de Bisagra (construida en tiempos de Carlos V, en el lugar donde se hallaba una antigua árabe, en su fachada exterior destaca sobre el arco de medio punto el escudo imperial con el águila bicéfala, arquitectura mudéjar)
Puerta del Cambrón, o Puerta de los Judíos (acceso a la judería, arquitectura renacentista con reconstrucciones S.XVI).
Santo Domingo El Antiguo (renacentista, se halla enterrado El Greco).
Iglesia de Santo Tomé (mudéjar, cuadro del Greco “El entierro del Conde de Orgaz )
MUSEOS:  MUSEO HOSPITAL DE SANTA CRUZ (joya arquitectónica del siglo XVI, con una fachada plateresca, patio renacentista y escalera con suntuosa decoración. Museo de pintura, escultura, tapices, cerámica y etnográfico.
MUSEO DEL GRECO (casa-museo con amplia exposición de cuadros, dedicado a enmarcar la obra del pintor cretense Doménikos Theotokópoulos en la ciudad de Toledo y resaltar su figura).

Hospital Tavera (Edificio-Palacio de arquitectura renacentista del siglo XVI, sede del Museo Fundación Duque de Lerma, con preciosa fachada almohadillada de estilo florentino)
Palacio de Fuensalida (S. XV, sede de la presidencia de Gobierno de C-LM)
Convento de San Gil (S.XVII, sede de las Cortes de C_LM)
Convento de San Pedro Mártir ((sede universitaria)
Convento de San Clemente (fachada plateresca e interior de la iglesia decoración mudéjar)
Convento de Santa Isabel (S.XIV, tiene su origen en palacios mudéjares).

PLAZA DEL AYUNTAMIENTO. Un marco monumental maravilloso: La Catedral (con su fachada gótica y sus torres), el Palacio arzobispal de Toledo ( su fachada principal del siglo XVI y estilo
renacentista es de extraordinaria belleza), Casa Consistorial del Ayuntamiento (S.XVI-XVII, predomina el estilo herreriano en su fachada principal, proyecto de Juan de Herrera), Portada gótica y ventanales del Edificio de la Audiencia Provincial de Toledo (reaprovechados de otros edificios).



PLAZA DE ZOCODOVER. (su nombre en árabe significa mercado de bestias, plaza principal de la ciudad en el pasado histórico, utilizada también en celebraciones de corridas de toros, autos de fe, ejecuciones públicas; un incendio destruyó la plaza antigua en el siglo XVI y se construyó otra nueva en siglos posteriores, pero en la Guerra Civil quedó dañada casi en su totalidad. Punto de encuentro de toledanos y visitantes, muy concurrido. Rodeada de suntuosos edificios, destaca también el Arco de la Sangre con la torre del reloj)










Castillo de San Servando (S.XIV, levantado sobre otro anterior de origen árabe, y donde en tiempos de Alfonso VI se fundó el Monasterio de San Servando. Situado en un lugar estratégico para controlar el acceso del Puente de Alcántara. Posee unas vistas espectaculares del flanco Este de Toledo, con el Torno que describe el río Tajo en primer plano).



Y, por último, a destacar como principal celebración religiosa  la festividad del Corpus Christi y su procesión, con la espectacular custodia de Enrique de Arfe,
una joya de orfebrería del siglo XVI,  paseada por las calles engalanadas en un emotivo y multitudinario acto colorista. 
Asociada a esta festividad se programa la ruta por los patios de Toledo, que durante unos días se abren al público, y que resulta muy interesante.