jueves, 12 de agosto de 2010

LAS ABEJAS MEJOREÑAS

Despierte el alma dormida,

avive el seso y recuerde disfrutando:

Sucedió un domingo quince de junio,

cuando en la subida al cerro Picón

la marcha triunfal del equipo en formación

fue saboteada subrepticiamente por un enjambre de abejas al ataque,

quedando los flancos del pelotón al descubierto

y la escuadra de Velada

en dos mitades seccionada.

El zumbido aterrador de los furibundos insectos

puso música al cortejo (ña…ñi…ñu…!),

mientras despavoridos corrían

los ciclistas en su huída.

El grupo de cabeza bajó corriendo la cuesta,

indemnes unos y sin incidentes

se mostraban sonrientes;

llevaron otros peor parte

con aguijón clavado en sus carnes.

El Presi muy sofocado recita dioses en vano,

el carpintero que está a su lado intenta sacarle el clavo,

con el casco en una mano

llega el maestro gritando: dos abejas me han “picao”

y dos huevos me han “brotao”.

A Luci le fue clavada en el culo una estocada,

profunda y bien entronada atravesó la badana.

Alberto nos comentaba que a él nada de nada.

Y tal vez la Virgen de Gracia

a Chema le protegió con su magia;

mas no valió la lamparilla

y a Gabriel: un aguijón en las costillas!.

Llega dale que dale

Víctor a los pedales,

busca, encuentra y sale

el causante de sus males.

Llegan con gran alboroto

los hermanos (Julio y Gabriel), Javier y Goyo,

que nos cuentan con prudencia

para no hacer reír a la audiencia:

las abejas se han cebado

con Javier en lo más alto.

Miramos con extrañeza

todos a su cabeza,

está la calva muy roja

y la frente pimentona.

¡Que no es para risas nos dice!

que me duele la calvicie.

No aguantamos ya más

y nos empezamos a descojonar…ja,ja,ja, ja!


Multiusos ha llegado

y pregunta qué ha pasado,

pues a él no le ha tocado.

La escena no pinta bien

y se marcha a casa con Javier.

Cuenta Goyo ya después,

el “revientaruedas” supermen,

que al ir a auxiliar a Javier

le pincharon el cuerpo tres.

Y que gritaba desesperado

tirando la bici a un lado:

¡un médico, un médico, un médico aquí urgente!

¡que la cabeza la tengo caliente!

Corriendo y a monotazos

se aleja entre chaparros,

cosido a picotazos.

Y de esta historia, ¡ya nuestra!

No hay comentarios:

Publicar un comentario