domingo, 19 de febrero de 2017

RUTA  DE  LOS  ALMENDROS  2017

El 19 de febrero se incorporaron de nuevo veteranos caballeros, que con vítores y algarabía fueron recibidos en la salida, hizo su aparición el hercúleo Goyo y Maca "el de la tasca", también esta vez nuestro Presi Andrés, mas no podía faltar el gamonino Roberto "mecánico de entuertos", que con su aliado Víctor "canilla" -marqués de la cocinilla-, formaron el cinquillo del pelotón, en buena disposición para arropar al Gran Maestre en la ruta de los almendros en flor, desechada la otra opción del Riscal y su molino, con su arroyo bien crecido; pero Goyo es reticente y ve demasiados inconvenientes tras tanto tiempo ausente. Emprendemos la marcha por la carretera hacia Calera, enseguida nos desviamos a la derecha por la vía de servicio de la nacional cinco, la salvamos por el puente y continuamos por un camino, que tras las lluvias, tiene su firme blando y el pedaleo adquiere un ritmo bajo, sembrados a los lados y un gavilán en lo alto; apunta el caballero Goyo, que el perdigón va el último solo (carcajadas y je, je...). En un rodal clareado corretean las perdices entre encinas y chaparros, alguna alza el vuelo y de vista la perdemos... A Calera llegamos, atravesamos por la carretera el casco urbano y a la Vía Verde nos incorporamos, fuertes rachas de viento que mejoran el rendimiento, viento en popa a toda vela empujando la trasera, mientras tanto, vamos observando la acumulación de agua en los bajos, lagunillas y charcos espaciados, anegadas de aguas las cunetas y pobladas de hierbas, se entremezclas los brotes tiernos, que verdean, con los tallos secos de otro tiempo, pajizas pardas, marrones y grisáceas...el campo rebosa de agua y una incipiente explosión de vida se aprecia por doquier, dentro de unos días, cuando vaya imponiéndose progresivamente el sol, asistiremos a un campo vestido de color, de múltiples olores asociados a las flores. Avistamos una docena, aproximada, de almendros en flor en la margen derecha de la vía, están bien cuajados y a pesar de la poca luz del día -está nublado- destacan los contrastes de la blancura de unos y el tono rosáceo de otros; fotos para la ocasión, un año más nos deleitamos y disfrutamos con los almendros en flor, el amigo Víctor se hace eco de la emoción y la capta en fotos tras el visor de su inseparable cámara -que por cierto, tras un percance cayó al suelo, se descompuso su cuerpo, pero fue recompuesto y como si nada, sigue apta- . Seguimos avanzando y encontrándonos con más almendros, que nos flaquean a ambos lados, pétalos blancos y rosados que el viento a esparcido y diseminado por el firme alquitranado, algunos de ellos en vuelo acarician nuestras mejillas y en el suelo se depositan, aparece algún tramo de flores alfombrado, en la retina con esta imagen nos quedamos -hay quien incluso comenta que le viene a la mente la imagen de aquella película "Excalibur", cuando los caballeros a galope tendido van en busca del Santo Grial y desfilan entre árboles floridos que les agasajan aventando sus pétalos sobre todos ellos-; pues parece como si quisieran saludarnos dejando caer sus flores mientras pasamos. Llegamos a Silos, nos detenemos para el avituallamiento, descansamos...y por el carreterín de Alberche regresamos, poco más que contar, salvo una pequeña incidencia en una burricleta, la llanta delantera ha petado, y una pequeña fisura o grieta se ha fraguado, por lo que hay que circular despacio; además el viento aprieta, pero ahora no es en popa sino en proa, empuja en contra, de frente, y ahora nos detiene, apenas avanzamos y aumenta el cansancio. Y después de Gamonal, por el camino con olivar, a Velada conseguimos llegar. Distancia: 47 Km. Tiempo: 3:30 horas.






 

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