lunes, 16 de enero de 2017

RUTA DEL POZO DE LOS DORNAJOS

VEREDA DE LAS UMBRÍAS

Mañana del 15 de enero de 2017, a las nueve como últimamente, nos reunimos en Velada, frente al Centro de Salud, cinco intrépidos caballeros burriclistas veleños desafiando al frío de invierno; no obstante, el día se presenta soleado y sin viento, lo que augura una jornada de disfrute y entretenimiento. Rumbo a Mejorada por la calle de Los Perales para enlazar con el camino del mismo nombre, mientras pedaleamos se incorpora el maestro ceramista Alberto y aumenta a seis el "grupetto"; ascendemos la rampa de La Gamonosa y con el esfuerzo se van calentando los dedos. En la plaza de Mejorada nos esperan los talaveranos, exploradores consumados, Ilde y Diego, que nos han preparado "un tramo nuevo", por lo que nos dirigimos a Segurilla, donde observamos que una celebración están preparando -según dicen en honor a San Antón, de los animales su patrón-; nosotros pasamos de largo, y por el camino de Los Leñadores nos alejamos, tramo muy conocido y bastante atractivo, poco después al carreterín asfaltado nos incorporamos pero antes del casco urbano a la izquierda nos desviamos por una senda que enlaza con el Camino del Lomo, nuevamente en la intersección giramos a la izquierda en sentido al Marrupejo, después de un centenar de metros encontramos en la orilla a un grupo de ciclistas intentando arreglar una avería, se detiene la cuadrilla y Roberto ayuda con maestría, una vez resuelto pedaleamos de nuevo. Poco después, avistamos a la derecha de la marcha, pegado a la orilla del camino, un pozo ancho y redondo -antes de la subida a La Encina del Meregil-, llamado pozo de los Dornajos, que nos sirve de referencia para situarnos en la intersección con una vía de tierra, se trata de un camino que presenta una empinada cuesta, de unos cincuenta metros en su primer tramo, y algunos más después, pero con un desnivel más tendido pero de continua ascensión; tras coronar el cerro, nos reagrupamos de nuevo y nos preparamos para el descenso por su cara norte, en la umbría, que da nombre a la vereda, denominándose "vereda de Las Umbrías"...Por fin, es la novedad que tanto ansiábamos y estábamos esperando, nos encontrábamos expectantes, plenos de emoción; comenzamos la bajada por una vía que iba menguando a medida que avanzábamos y discurría entre muros de piedras apiladas  y alambradas, que delimitaban cercados de praderas ganaderas y explotaciones agropecuarias  salpicados de vegetación silvestre, como encinas, chaparros, retamas cubiertas de blanca escarcha, cantuesos, escaramujos, zarzas y otras herbáceas. Nos adentramos en la espesura cargada de humedad bajo un dosel de ramas entrelazadas que daban continuidad a la cubierta y flanqueados a ambos lados por los troncos arbóreos de recias encinas, el musgo y los líquenes tapizan las cortezas y las caras pétreas de los muros...la imaginación recorre parajes de fábula propios de bosques oscuros y sombríos, el sendero angosto parece atraparte, para quedarte y no dejarte marchar, somos prisioneros en este recóndito lugar impregnado de magia y encanto... no encuentro las palabras adecuadas para describir este maravilloso entorno, un peculiar sendero de arrieros y ganaderos que afortunadamente se ha conservado casi intacto, que nos permite remontarnos en el tiempo y trasladarnos al mundo rural de nuestros antepasados; por todo ello y un sinfín de sensaciones que descubrirás merece la pena transitar o pasear por el lugar. Algunas de las fotografías que fueron realizadas por los miembros del grupo captan la belleza del paraje, no podíamos dejar pasar esta inmejorable oportunidad. La vereda finaliza en su intersección con el camino de Segurilla a Marrupe, cerca del Marrupejo, donde fuimos a parar con nuestras burricletas, y tras la grata experiencia, un descanso para recrearnos comentándolo, mientras aprovechamos para alimentarnos. Después, tras el descanso, enfilamos hacia Segurilla por dicho camino, seguidamente nos desviamos por la senda La Cervera, que resulta más atractiva por la pericia requerida y a la localidad llegamos, aquí nos separamos, cada grupito por su lado, por San Román y Pepino los Talaveranos, por La Portiña y Canal un trío Veleño, y el otro trío por Mejorada a Velada. 
Ruta: 50 km/3:30 horas.































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