domingo, 8 de enero de 2017

LA GRAN HELADA

Mañana gélida del 8 de enero, estrenando año nuevo, 2017 levanta el vuelo, y tan sólo en la partida 5 caballeros. Estando ausente el Presidente toma las riendas el Lugarteniente, la propuesta del lago helado no resulta del agrado, los caballeros renuncian e Ilde toma la batuta: a Montesclaros por el Cordel de Los LLanos. Se inicia la ruta con un frío que nos turba, pero en cumplimiento de los sagrados mandamientos: con viento, haga frío o calor, pedalearé bajo el lema de "fuerza y vigor". Nos encontramos con el caballero Martín, que se ha negado a venir -tiembla Martín y el frío le hace desistir, je, je...y otros caballeros valientes que han resultado esta vez escuderos durmientes-. Atravesamos la gélida estepa del baldío sobre las arenas endurecidas por la escarchas y el crujido sobre las mismas apisonadas nos acompaña. Los dedos se nos congelan pero pedaleamos con presteza. Llegamos al lugar acordado, donde se incorpora el Talaverano- el caballero Antonio, bautizado en el pasado remoto-, en la intersección de La Ca´ñada Real con el camino de Talavera, mientras esperamos tomamos unas fotos de los prados escarchados, bien parece la tundra Siberiana, pero el Sol nos acompaña, para fortuna de la etapa. Rumbo a Montesclaros por el Cordelillo poco transitado, cruzamos el Guadyerbas sin incidencias, luego sorteamos el túnel de zarzas cuidando no pincharnos, después la alcornoquera que se erige en auténtica belleza, las mejores fotos bajo el dosel arbóreo, observarlas con atención porque son de lo mejor, a continuación pedreras y llanos tapizados de blanqueadas hierbas que la escarcha ha dejado sobre sus cubiertas, salpicados de numerosos charcos por lo que a menudo descabalgamos...El tramo resulta exigente y se va descolgando el Lugarteniente, más adelante el grupo hace un alto y un respiro nos damos; en adelante, hasta Montesclaros es bajada y la exigencia más relajada, salvo la cuestecilla de la Iglesia que requiere fuerza en las piernas. Descanso, aprovechamos para tomar agua y las viandas, conversar...Es la hora del retorno, elegimos el camino de Talavera para la vuelta, entre jaras, chaparras, encinas y vacas, las ruinas de la casa del polvorín o de las minas, después los establos de la ganadería, cruzamos el Guadyerbas subidos en la bicicleta, enfilamos la cuesta y llegamos a La Cañada, aquí Roberto nos deja, nosotros continuamos remontando el Camino de TAlavera a Mejorada hasta el sendero de Las Colmenas, donde giramos a la derecha, rumbo a Velada con el aire en popa, lo que facilita la cosa, pasamos la pista de los aeroplanos y nos adentramos en los llanos, avistamos vacuno trashumante pero sin inmutarnos, última cuesta superada con las últimas fuerzas, y entramos en Velada con la sensación de satisfacción, buena etapa disfrutada.















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