martes, 1 de marzo de 2016

EL RISCAL Y CAMINO NUEVO

EL RISCAL: LA MORADA DE LAS NINFAS

En el frío despertar de la mañana del 29 febrero, y como viene siendo habitual a las 9 en el Centro, nos reunimos once caballeros veleños, bien abrigados y dispuestos a estudiar lo que el Maestre ha propuesto. La primera opción, el balcón de Gredos, para contemplar el manto blanco sobre las laderas de la imponente Sierra, es desechada por el estado embarrado del camino que asusta al caballero Víctor. La otra opción, la ruta del Riscal, que tras las últimas lluvias debe revestir una panorámica atractiva y única, es la elegida por el grupo y marcará el rumbo. Afrontamos la etapa pedaleando con ganas, escalamos el alto de la Gamonosa pese a que tan temprano resulta costosa, una vez superado el obstáculo nos reagrupamos; sin embargo, poco antes de Mejorada pincha "El Maca", por lo que se hace un alto para que actúe el mecánico, mientras tanto, en un corralejo aledaño pastan unas bravas vaquillas con sus miradas fijas, nadie salta con el trapo y las fotografiamos desde lo alto. Atrás dejamos Mejorada y Segurilla nos aguarda, también la villa cruzamos y por el camino de Buenaventura nos alejamos. Por el camino alquitranado el Maestre va hablando y al grupo animando, "no os preocupéis que la Gran Muralla no la subiréis", nos desviamos a la derecha por una tortuosa senda...pero a la hora de la verdad, resultó ser una farsa y escalamos la Muralla hasta la cota más alta. 



















El sendero resulta atractivo pues discurre entre pétreos cercados, chaparros y prados, se divisan chajurdas en ruinas y corrales con pocos animales, sorteamos tocones y matorrales...enlazamos con el camino del Riscal y tras una tramo de bajada llegamos al lugar, junto a las ruinas de un antiguo molino dejamos aparcados los biciclos, el sonido de la caída del agua resuena en el salto de la cascada, un escalón granítico denominado risco, de dureza extrema, que el Marrupejo, a lo largo del tiempo, bruñe los peñascales que afloran por estos lares, para embellecer estos parajes, morada de las ninfas, que deambulan por sus orillas invisibles a nuestras miradas humanas. Idóneo momento para el avituallamiento, charlamos mientras tanto y nos vamos. Vadeamos el crecido Marrupejo por las pasaderas que hay colocadas en medio, saltamos de piedra en piedra con las bicicletas a cuestas. Por el camino del Hituero llegamos al crucero, el gran grupo se divide y cinco se despiden, queda media docena, decide que seguir a Víctor merece la pena, vamos a explorar un nuevo camino y en su busca partimos; por él circulamos, al fondo en un segundo plano una bella panorámica de la Sierra nevada contemplamos, la bajada se presenta larga y con fuerte pendiente descendente, por lo que bien podría calificarse de extrema, imponente...sobre todo si la ruta se invierte, se trata, en sentido ascendente de un Puerto de Categoría Especial: El Puerto de Valdecolmenares, sólo apto para Supermanes. Y de nuevo en el Marrupejo, mucha humedad en el ambiente destacando el color verde, que contrasta con la transparencia cristalina del agua, ¡qué bella estampa! Recorremos por el margen izquierdo el citado arroyo para deleite de los ojos, llegamos a un conocido camino que nos sube al observatorio astronómico, con mucho esfuerzo y poco a poco lo conseguimos todos. Bordeamos por el Oeste el casco urbano de Segurilla, nos encaminamos hacia Mejorada y después Velada. Mientras marchamos comentamos sobre la dureza extrema en subida del nuevo camino, bautizado como nuestro "Angliru Vecino", con una pendiente de porcentaje escalofriante, que omito para no alarmar al  Equipo...todo se andará, un nuevo reto que el futuro habrá que afrontar.

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