viernes, 22 de enero de 2016

RUTA GASTRONÓMICA: ANCHOA, QUESO Y VINO PARA ANDAR POR LOS CAMINOS


En la mañana gélida de invierno, domingo 17 de enero, las 9 en punto y en el Centro de Salud del pueblo, una decena de curtidos caballeros veleños emprenden la partida teniendo como meta las aguas bravas, blanquecinas cuando corren con fuerza y arremeten con virulencia contra las piedras, generando remolinos y turbulencias, que a su vez se tornan cristalinas cuando se acercan y besan la orilla. Con el pensamiento puesto en el Molino Montoya, una vetusta joya, considerando que las últimas lluvias caídas habrán ocasionado en el río cierta crecida, nos ponemos en marcha buscando caminos del norte, el de Navalcán primero, más le abandonamos porque si por él  continuamos el Guadyerbas no cruzamos sin mojarnos; después el de Parrillas tomamos y al río veleño nos acercamos, tanteamos, pero no lo intentamos,y hacia la Aliseda nos desviamos, seguidamente cruzamos por el paso hormigonado. La escarcha de la helada tiñe de blanco los prados de los campos, mientras finas capas cubren de hielo las charcas; no obstante, desafiantes y bien pertrechos, los caballeros son osados y no tienen miedo, avanzan por la Cañada, ya vislumbran de Parrillas las primeras casas, proseguimos hacia Navalcán por el camino y saludamos a un cazador velaíno. Al llegar a Navalcán, es el momento de parlamentar, se presentan dos opciones: retornar o continuar. Renunciamos a la idea de arribar a las orillas del Tiétar, se hace tarde, el Molino Montoya esta vez no toca, lo dejamos para otra. Una pausa más larga, es la hora del bocadillo, y elegimos un puente típico; varias fotos en tan peculiar lugar tanto del grupo como individual; mientras tanto, se acerca un vecino conocido, además es velaíno, representante y promotor del suculento queso de "las córdobas", que nos invita a una degustación de anchoas, queso y vino para andar el camino: ¡vaya un festín! ¡En lugar del Montoya llenamos la "andorga"! ¡Comiendo y bebiendo, todos contentos! ¡El Maestre con su bendición da las gracias al señor y foto para la ocasión!
Descansados, alimentados y  calientes, seguimos de vuelta al Presidente, camino de la depuradora, camino de Talavera (rompiendo los hielos casi me la pego, pero me gusta el claqueteo: clak, clak, clak) Cañada hacia el Guadyerbas por el puente, después camino de Candeleda a Villabuena, atrás dejamos el Pozo del Arco, arroyo de Los Huertos, La Cruz Quebrada y entramos en Velada. Una jornada para recordar por el ágape de Navalcán.  










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