domingo, 24 de agosto de 2014

EPOPEYA DE LA CIUDAD DE CASTROS

EPOPEYA MTB DE GAMONAL Y VELADA A LA CIUDAD DE CASTROS

Foto: Víctor

Personados frente al Centro de Salud de la villa de Velada los caballeros veleños, a las 8:00 de la mañana, pertrechos aguardan a la escuadra de Gamonal, quienes entran en escena mientras se graba la toma primera: se anuncia la jornada épica del 17 de agosto de 2014, con una arenga a los congregados para la conquista de la Ciudad de Castros, más allá de nuestras fronteras, sita en una imponente colina entre los ríos Pedroso y Tajo. Tras la exhortación se inicia la partida, pero instantes después se produce la primera avería, la burricleta del Gran Maestre se arrepiente y se retira del contingente; rápidamente se hacen gestiones  y una nueva cabalgadura ocupa posiciones –se trata de una jaca “BH” que el Presi compró a los Apaches, entrada en años y con algunos desgastes-, 
reintegrado a la formación se marcha en columna de a dos: Cañada Real Leonesa Oriental, Laguna del Conejo, La Casa de Postas, Los Llanos Caleranos y Alcañizanos (unas parejas de avutardas en vuelo se alzan, un bando de palomas revolotea en la loma, corre veloz la liebre y pronto desaparece…un alto en la ciénaga del barranco que nos obliga a descabalgar y atrochar por el maizal; mientras tanto, amigablemente vamos charlando), Los Regadíos, Alcolea de Tajo, El Puente del Arzobispo con su imponente construcción sobre el río Tajo, senda de la margen izquierda del río, fotos del puente y de los molinos, La Cascada del Pedroso, 
  sendero extremeño paralelo al arroyo El Pedroso en dirección Oeste, Puente y ruinas de Molino, remontamos con las burricletas a cuestas la orilla del arroyo y avistamos en lo más alto lo que andábamos buscando “Las murallas de la fortaleza de la Ciudad de Castros”, 
 dejamos descansando a la sombra las burricletas y ascendemos andando la empinada cuesta hasta coronar el bastión más elevado de la fortaleza.

¡EUREKA! ¡EUREKA! La conquista está hecha!!!  Con alegría y entusiasmados nos fotografiamos,
Fotos: Roberto
mientras admirábamos desde el enclave la belleza del paisaje, con el curso del río Tajo a nuestros pies, desde la alturas oteábamos ambos valles que surcaban las profundidades, escoltados por cadenas de cerros montanos revestidos de pastizales y chaparros, salpicados de canchos berroqueños cenicientos. Recorrimos el interior del recinto amurallado, donde identificamos los restos de un aljibe, la puerta principal de acceso flanqueada por lienzos de muralla que aún se conservan, muros derruidos …
Foto: Martín
Tras el avituallamiento, iniciamos el descenso, cruzamos el arroyo, y tomamos de nuevo las burricletas para emprender la vuelta. De nuevo, hubo que saltar una valla de alambrada y seguir el intrincado sendero plagado de matojos que discurre paralelo al arroyo El Pedroso, luego continuamos a orillas del Tajo, cruzamos el monumental puente y la localidad de El Puente del Arzobispo, marchamos por el camino de Alcolea a Alcañizo (entretanto, el Gran Maestre no anda fino, con la fatiga y el calor parece indispuesto, su cara refleja el sufrimiento, por lo que el resto de la escuadra hace un descanso y para, después los más fieros caballeros, Martín  “El Delfín” y Roberto “Gamones”, le auxilian dándole empujones. Circunvalamos Alcañizo, tomando el camino de Silos hasta conectar nuevamente con la Cañada Real, pero al cruzar la línea férrea, el Maestre ya no pedalea,  agua más aportes vitamínicos para continuar el camino, a lo que hay que sumar la ayuda colosal de Víctor “Canilla” (marqués de la cocinilla) y Roberto “Timones” (marqués de los gamones). Avistamos a los que marchan en cabeza, pero llevan del ramal a sus bicicletas, hacían tiempo para esperar al resto, nos reagrupamos y continuamos. La fatiga hace de nuevo mella y el Gran Maestre se descuelga, pero allí están Víctor y Roberto para empujarle en lo que resta de trayecto. Por fin, con cansancio y mucho sufrimiento, llegamos a la meta, sanos y salvos la hazaña hemos logrados, grabamos el colofón con un botellón, una litrona de cerveza para reponer fuerzas.  Se despiden los miembros de la escuadra y se van a casa; pero se forma un triunvirato  representativo “El Gran Maestre, El Maca y Víctor”, quienes por el Presi del MTB VELADA son recibidos, procediéndose a  un brindis en su honor al grito de “fuerza y vigor, y vino para el corazón”, con vino añejo y buen queso para la celebración, siendo obsequiados con una botella de tinto y un ramo de orégano, dándose por finalizado el feliz encuentro.

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