lunes, 1 de mayo de 2017

RUTA MTB POR LAS DEHESAS (VELADA-MONTESCLAROS)

EN  EL  CORAZÓN  DE  LAS  DEHESAS

Estrenamos mes de mayo, a las 8:30 frente al Centro de Salud, en día festivo y tan significado "1 de mayo día del trabajo", en el punto de partida cuatro caballeros toman la salida, esta vez rumbo a Montesclaros que el amigo Nico ha señalado. Tomamos el camino del Toril, atravesando los llanos, en el primer tramo de bajada las puntas de los dedos se quedan heladas, las mínimas de la noche han sido bajas y se nota fresca la mañana, cruzamos la carretera de Ávila y seguimos camino hacia la finca Casillas buscando "Las Juntas", donde nos incorporamos al Camino de Los Caleros, también llamado de Montesclaros, abrimos una modesta portera y avanzamos entre la densa vegetación de  hierbas altas cubiertas de rocío, tras lo cual, las zapatillas empapadas; por cierto, el tramo ha quedado despejado de zarzas por obra y gracia de un empleado del Ayuntamiento, por lo que lo agradecemos. A continuación, hemos de vadear el Guadyerbas que lo hacemos todos con solvencia, el bosque en galería de ribera tiene buena presencia, pedaleamos dejando huella en medio de la pradera hasta enlazar con un tramo de vía despejado de hierbajos, apertura de otra portera y rumbo a Montesclaros por el auténtico trazado, eso dice Nico, que dirige al grupito, muy cerca pasamos de una casilla del que fuera en el pasado guarda de ganados (el cabrero), avanzamos por el corazón de la dehesa de la finca de Casillas, que tras las últimas lluvias caídas, se muestra espectacular en primavera, no muy lejos canta la tórtola autóctona, de las que ya quedan pocas, cruzamos de frente la vía pecuaria "El Cordelillo" tras la apertura de las porteras y de nuevo en otra dehesa, canta el cuco con sus dos notas (cu-cu) repetitivas, la primera más alta que la segunda, no hay la menor duda, más adelante también oiremos a la abubilla al acercarnos al pueblo, pero en esta destacan sus tres notas "up-up-up" repetitivas pero a una escala más elevada. Las flores blancas de las jaras se alternan con las moradas del cantueso. Avistamos los hornos de la cal antes de llegar a la localidad, nos adentramos en el pueblo y afrontamos la dura rampa que nos conduce hasta la iglesia, después alteramos el trazado e Ilde nos lleva por otro lado, pasamos por delante del Colegio y a pocos metros nos detenemos, frente a una antigua casa de gran fachada, donde Nico e Ilde hablan observándola. Reanudamos la marcha por el Cordelillo, a nuestra derecha corre el arroyo con árboles altos y frondosos, escuchamos con agrado el canto melodioso del ruiseñor, tras la apertura de la correspondiente portera nos adentramos en la dehesa de Cabezas, ya en el término municipal de Velada, por el camino de Montesclaros a La Aldea de Arango, en las proximidades de un emblemático pozo con abrevadero, muy utilizado en el siglo pasado por los lugareños, se hallan dos espectaculares árboles, un quejigo con una voluminosa copa y un fresno, de gran altura y con grueso tronco que presenta un profundo agujero ovalado en el centro, ambos con un exuberante follaje verde resplandeciente en un día soleado y luminoso. Cuando nos acercamos al arroyo Nadinos llama nuestra atención la cubierta vegetal con florecillas blancas que cubren sus aguas, son plantas acuáticas denominadas ranúnculos que tapizan el cauce del arroyo, tomamos algunas fotografías del paraje y cruzamos al otro lado, después ascendemos una dura rampa de un 15% de desnivel y abrimos una nueva portera, al fondo y a lo lejos contemplamos una bella estampa de Gredos, con algunas cumbres nevadas. Alcanzamos La Aldea de Arango, donde hacemos un alto para alimentarnos, charlamos, descansamos y cuando nos disponíamos a reanudar la marcha, El Carpi dice que por hoy basta, poniendo rumbo a Velada, y en adelante no nos acompaña. Proseguimos el trío por el Camino de La Aldea a Arenas, en la bajada me sorprende el paso de una animal de pelo castaño y cuerpo alargado, que por delante cruza el camino; pregunto a mis compañeros que podría ser, me responden que un turón tal vez; pero pienso en una garduña más bien. Llegamos a la N-501, cruzamos y nos incorporamos a la Cañada Real Leonesa Occidental, en su primer tramo con firme de tierra apisonada en buen estado, tras lo cual, las gramíneas y otras hierbas constituyen una densa cubierta vegetal, que dificultan el tránsito, hasta caer en los bajíos encharcados, en una zona de trampales, la bici se atasca, se detiene, el Maestre y Nico desmontan y se mojan los pies otra vez, se salva Ilde convirtiéndose en líder; pero un poco más allá, otra incidencia tuvo lugar, en un pequeño barranco el Maestre se dio un trompazo, pilló la liebre y la burricleta clavó los dientes, el freno se descuadró y la zapata se atravesó...¡Tenemos un problema! Nico, que se percata de la tardanza, acude presto e intenta arreglar el entuerto, así con pericia y mecánica destreza solventa la incidencia, se le concede indulgencia por cumplimiento de uno de los mandamientos: "principal y primero ayudar a todos mis compañeros". Ahora, la burricleta marcha de primera, solventado el rozamiento ahora vuela como el viento; pero surge un dilema para la reflexión y novedades para futuros proyectos: burricleta eléctrica, o bien, mantenemos la vieja. La GT ha sido reparada y la mejora demostrada, no se queda rezagado y los compañeros le dan ánimos, según los compañeros: "es cuestión de entrenar más y en semana salir más" (je, je...no sé, no sé, si lo cumpliré). Seguidamente, a la altura del Parador de Aguirre -San Prudencio-, abrimos la portera y nos adentramos nuevamente en la dehesa, en esta ocasión de la extensa finca  La Aliseda, por el camino conocido de Velada al Parador de Aguirre, todo es tranquilidad y sosiego, salvo cuando topamos con ganados con cuernos, que buscamos el parapeto del compañero -Nico se percata de la jugada y suelta alguna parrafada-; pero como el trazado  de la vía no se veía, la triada anda perdida, nos hemos despistado y atrochamos por medio de los prados, por fin, divisamos la portera que buscábamos. Saltamos las porteras, cruzamos la carretera  y seguimos el camino que discurre paralelo al Nadinos, el aprovechamiento ganadero es intenso, numerosas reses pastando a los lados, pasamos con cuidado, la marcha se acelera cuando atrás queda la recua, transitamos entre encinas de gran porte alternando con alcornoques, los quejigos al paisaje se suman acrecentando la hermosura...Cruzamos el Guadyerbas por el paso hormigonado de la Casa de La Aliseda, nos desviamos a la derecha para evitar las porteras, enlazando con el camino de Parrillas,  mientras pedaleamos escuchamos el canto de los abejarucos que vuelan entre los árboles y arbustos de ribera, abundan los majuelos de porte medio, sin embargo, llama especialmente la atención el colorista plumaje de dichas aves, verdes, dorados, azulados ...dependiendo de la incidencia de la luz se refleja un color según intensidad y frecuencia, que les confiere vistosidad por su belleza. Sobrepasamos Carniceros, Trujillanos y abandonamos las tierras del Patronato - Se trata de la Fundación de Aguirre o Patronato de San Prudencio, de la que forman parte el Arciprestazgo, y los Ayuntamientos de Velada y Talavera de la Reina, según tengo entendido-, cruzamos el arroyo Los Huertos siguiendo por el camino de Navalcán, circulamos por tierras del Baldío y afrontamos con fuerza la última cuesta, a continuación más relajados por la planicie de La Calancha avanzamos, las primeras casas del extrarradio sobrepasamos, plaza de la Constitución y llegamos a la meta situada en el punto de salida. 
Ruta: Circular, 50 km. y 4 horas con descanso.   
Fotos: Josema y Nico.


















 

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