lunes, 1 de septiembre de 2025


 MONT  BLANC (FRANCIA)

Viaje en grupo al macizo francés del Mont-Blanc en coches

particulares, agosto de 2025, con parada y noche en la ciudad francesa de Narbona.

Tras dejar las

maletas en el alojamiento, un hotel en las afueras del casco urbano, nos dispusimos a caminar hacia el centro de la urbe, a últimas horas de la tarde, cuando ya caía el sol de poniente. Pasamos el canal por un llamativo puente, el Pont Voltaire", el más antiguo, y nos adentramos en la "cité", que posee

un casco histórico medieval muy interesante: Palacio de los Arzobispos de Narbona del siglo XIII, situado en la Plaza del Ayuntamiento, con su robusta torre del homenaje y la bella

fachada gótica; 

La Vía Domitia, restos arqueológicos de una calzada romana con adoquines; El Pass. de l'Ancre, un pasadizo cubierto


pétreo que nos retrotrae a tiempos del medievo; 




La Catedral de San Justo y San Pastor, sin terminar, data de los siglos XIII y XIV, de estilo gótico muestra aires de fortaleza con imponentes torres góticas, sus gruesos y altos muros, desde el exterior divisamos sus gárgolas y ventanales trifoliados; El

Jardín de la Catedral con su "fuente-reloj solar" y murallas del palacio arzobispal; El Palacio Museo

de Arte e Historia de Narbona, con su rica colección de obras; y, por último, el L'Horreum, almacenes subterráneos de origen romano. Por otro lado, Narbona cuenta con el mejor restaurante buffet de Europa, es necesario reservar con mucha antelación.

El tiempo apremia, no da para más, así que una pausa para tomar unas cervezas en una de las terrazas, y vuelta al hotel a descansar. 

Al día siguiente, tras el desayuno, rumbo al departamento francés de La Alta Saboya, situado en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, donde se
encuentra la casa rural alquilada "Chalet du Meilly", en la localidad de Saint-Gervais-les-Bains. Cuando llegamos
a nuestro destino al mediodía, lo primero que que experimentamos fue una grata sorpresa, al divisar en la distancia el

macizo nevado del Mont-Blanc, con unas vistas maravillosas del entorno montañoso; quedamos impresionados, tanto con la casa, en madera, típica de la zona, como con las extraordinarias vistas. Tras la distribución de las habitaciones, nos pusimos manos a la obra en la cocina y, seguidamente, el
almuerzo en la terraza con increíbles vistas del Mont Blanc y su glaciar, el
Glacier de Bionnassay. El Pico del Mont Blanc, con su cúpula nevada, destaca en el centro flanqueado por el
Dôme du Goûter, a la izquierda, y les Aiguille de Bionnassay, a la derecha;
también se aprecia la lengua del Glaciar acostado.


Por la tarde, mientras mis compañeros decidieron dar un paseo por los alrededores entre árboles y verdes praderas, decidí quedarme en la terraza de la casa para contemplar cómo los últimos rayos de sol del ocaso se proyectan sobre el macizo

del Mont Blanc. 

Y llegó el momento tan esperado, las vistas desde la casa

resultan impactantes, me sentí un privilegiado mientras contemplaba la fastuosa imagen de la montaña dorada, los rayos iluminaban la
cara Oeste del Macizo Alpino en tonos asalmonados. Majestuoso en el
centro, sobresaliendo, el Pico de Mont Blanc con sus 4.806 m.

También emergía espectacular por encima de las nubes el puntal de L'Aiguille du Midi, con sus 3.842 m. 

Fueron momentos inolvidables,


apuntamos el visor del telescopio a la cúpula blanca
del Mont Blanc y disfrutamos de la contemplación: una estampa digna de un póster.

Al día siguiente, teníamos planificada una ruta de senderismo, la ruta de las Pasarelas (las Passarelles) y el Lac Glacier, desde el Parking Bionnassay Le Crozat.