lunes, 20 de abril de 2015

RUTA DE CANTURIAS

LA RUTA DE LAS AMAPOLAS

En la mañana de abril, del domingo 19, toma la batuta de la escuadra el Gran Maestre. Y como por su cabeza ya le venía rondando, aprovechó la ocasión y tomó sabia decisión: A Canturias sin penurias, que es corta y llana para gusto de los que llegan los últimos, o les flaquean las fuerzas. Marchamos de Velada a Gamonal con cierta tranquilidad, Carreterín de Alberche comandando el Gran Maestre, Cordel  de Ganados en sentido Talavera buscando la rotonda de Talavera La Nueva, 
acceso a la circunvalación de la N-502 y paso por el viaducto del Tajo (estamos de estreno), seguidamente pocos metros después giramos a la derecha hacia una vaquería para enlazar con el Camino de las Herencias, que nos conducirá hasta la población, si bien atravesamos graveras, tierras de regadío sembradas de alfalfa, secaderos de tabaco semiderruidos, etc. 

En las Herencias, giramos hacia la izquierda en sentido Sur, divisamos las Escuelas, las viejas y las nuevas, y poco después nos toca ascender, por el Camino Real hacia el río Gévalo y Belvís de La Jara, mientras se oyen algunos reproches porque no estaba en el guión "la subida o subidón", una zona empedrada de cantos rodados dificulta la marcha, retamas a ambos lados y algunos chaparros, campos de cereal y algún que otro pastizal. 
La escuadra mientras nuevas tierras va explorando se va animando, comienza a resultar atractivo. En una bifurcación de caminos, tomamos el que sale a la derecha y en vez de bajar subimos una nueva cuesta, en sentido Oeste hasta la cuerda de los cerretes; campos de cereal y muchas amapolas que contemplar.

 El camino discurre por el alto de la loma y las vistas de la vega del Tajo son espectaculares, después pasamos por delante del hotel rural Canturias y por el camino de los Molinos entre almendros nos vamos acercando hasta salir a la carretera de Alcaudete-Calera, cruzamos el Puente sobre el río Tajo y nos adentramos en la finca El Arco, donde paramos y nos alimentamos. A continuación, seguimos por la Vía Verde, por cierto muy concurrida, donde admiramos el cadencioso pedaleo de una bella ninfa; por fin llegamos a Calera, más tarde enlazamos con el Camino de Velada, Casa de Postas, Cañada y Velada, contabilizamos 70 km. de marcha.













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