martes, 6 de enero de 2015

AL LAGO HELADO A TRAVÉS DE LA TUNDRA SIBERIANA

EL LAGO HELADO EN LA TUNDRA SIBERIANA


Como viene siendo habitual en los primeros días del nuevo año, los caballeros presentes, en número de cinco, a destacar las numerosas ausencias, el frío y otros menesteres habrán hecho mella, desafiando el frío gélido invernal y a la fuerte helada, que se halla bien cuajada sobre las vegetación herbácea en forma de blanquecina y en el agua congelada con buena capa de hielo, optan por la ruta conocida como la del lago helado; si bien, se trata del Embalse del Jabalí, ubicado en dicha finca, contigua al Dehesón del Encinar y en las proximidades del Pantano de Navalcán.
Nos ponemos en marcha, abrigados y bien pertrechos, no obstante el frío deja huella en los primeros momentos, las puntas de los dedos de las cuatro extremidades parecen témpanos; tomamos el Carril de las Mulas y atravesamos Cornocosillo, después El Arenal, a continuación La Dehesa Nueva, más tarde El Dehesón del Encinar, un manto blanco cubre el pastizal de la dehesa y el crujido de la capa helada que cubre la arena o tierra del camino al rodar sobre ellas va resonando en el trajín de la marcha, levanta el vuelo una bandada de grullas que pulula por el encinar. En la confluencia del camino del Dehesón a Corchuela con el Camino Real de La Vera, se halla a la derecha de la marcha, una
portera que da acceso al camino público de Lagartera a Navalcán; sin embargo, para nuestra sorpresa, han colocado un candado en el cierre, lo que nos obliga a saltar el obstáculo para adentrarnos en la finca adehesada. Una capa blanquecina tapiza la pradera y al incidir los primeros rayos del sol brilla cuan cristales de perlas o diamantes recalando en nuestras retinas, la dehesa escarchada, bien cuajada,  se asemeja a la tundra siberiana, marcándose sobre la superficie la rodadas dejadas. Cruzamos un arroyuelo, unos saltando y otros montados, evitando a toda costa el mojarnos; lo hemos logrado. Vislumbramos el trazado intermitente del camino que
se abre paso entre herbáceas y pastos, mientras en la lejanía una manada de cérvidos trota libre por el campo. Continuamos rumbo norte, con la vista puesta en las altas cumbres nevadas de la  Sierra de Grados, que dadas la condiciones atmosféricas de limpieza y claridad parecen estar a nuestro alcance, desde los altozanos contemplamos maravillados la silueta de montaña que resalta sobre un fondo azul: una bella estampa para deleite de nuestras miradas. Poco después, alcanzamos a divisar la casa y labranza de la finca El Jabalí , y al acercarnos encontramos el célebre embalse del Jabalí, al que denominamos "El Lago Helado"; no obstante, en este ocasión se halla medio helado -
en años anteriores ha estado completamente helado-; nos detenemos para disfrutar del paraje y tirar algunas fotos para ilustrar el reportaje, también aprovechamos para alimentarnos. Tras el descanso, proseguimos marchando guiados por el trazado del camino que figura en el plano de nuestros móviles; pero surge un imprevisto o inconveniente, las jaras ocultan el camino y hemos de abrirnos paso entre la espesura del matorral, toda una aventura realizada con destreza y bravura; al fin, lo hemos conseguido, no estamos perdidos,abrimos la portera que da acceso a la Cañada Real Leonesa, frente al Pantano de Navalcán, donde nos encontramos con dos
ciclistas veleños que venían por dicha vía pecuaria circulando, y que al grupo incorporamos. Bordeamos por el Sur el Pantano y mientras vamos marchando nos divertimos rompiendo el hielo de los charcos, recordando las travesuras de cuando éramos "críos", el crak-crak-craketeo del crujir del manto de hielo al hundirse las ruedas de las bicicletas...a veces, no cedía y atravesábamos por encima, deslizándonos por la superficie helada. Y tanto fue el cántaro a la fuente..., que en una de las travesuras, Domingo "El Maca" la pició, con tantas roturas y salpicaduras de escarchas de hielo la bici del Maca se quedó atrancada en medio, pero salió
del apuro sonriendo. Dejamos atrás la Cañada Real y hacia Velada nos encaminamos por el camino de Candeleda, atravesando la finca de Villabuena, continuamos por el de Navalcán, que hasta el pueblo de Velada nos ha de llevar.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=8583800


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