TOUR POR LA GRECIA CLÁSICA
DÍA 1. MADRID-ATENAS.
Iniciamos viaje a la ciudad histórica de Atenas, capital de Grecia, que tanto aportó en la Edad Antigua a la cultura y civilización de Occidente.
DÍA 2. ATENAS.
En primer lugar, visita panorámica de la ciudad: la Casa del Parlamento (cambio de guardia), La Plaza Sintagma, La Antigua Universidad de Atenas, la Academia y la Biblioteca Nacional (edificios, desde el punto de vista arquitectónico, de estilo neoclásico).
Seguidamente, la esperada visita a la ACRÓPOLIS ("ciudad alta"), con guía local. Se ubica sobre una gran roca caliza a una altura de 156 metros. En la entrada al recinto sagrado, lugar de culto, encontramos los Propileos ("antes de la puerta"), con columnas dóricas en la primera hilada y columnas jónicas detrás, más elegantes y con las típicas volutas del capitel. En el exterior, flanqueando la entrada principal de 5 puertas varias columnas dóricas; mientras que en el interior, espacio central, se hallan las columnas jónicas que soportan el techo de mármol.
A la derecha de los Propileos, en la esquina del recinto amurallado, se sitúa el Templo de Atenea Nike (dedicado a las diosas Atenea y Nike /"Victoria"). Se trata de un pequeño templo, cuyo estilo de la edificación es de orden jónico.
Avanzamos hacia el interior del recinto y nos situamos frente a la fachada Oeste del icónico Templo del Partenón (en restauración). La palabra griega Partenón significa "casa de la virgen". Estaba dedicado al culto de la diosa Atenea, patrona de la ciudad de Atenas, que en la disputa con el dios Poseidón, fue elegida por los ciudadanos como protectora y patrona. Según la mitología, en la disputa, Poseidón como regalo hizo brotar una fuente de agua salada, y Atenea plantó un olivo. Los ciudadanos votaron por Atenea como deidad protectora y patrona de la ciudad.
El proyecto de la construcción de un templo dedicada a la diosa Atenea se concibió tras la victoria de los griegos sobre los persas en la batalla de Maratón, que tuvo lugar en el año 490 a.C. Sin embargo, el templo que ha llegado hasta nuestros días, data de época de Pericles, fue construido entre los años 447-432 a.C. El Partenón representa un modelo arquitectónico de perfección, armonía y equilibrio; es decir, un canon de belleza de la arquitectura clásica, donde se proyecta "la proporción áurea" ideada por Fidias, basada en el número áureo "fi", cuyo símbolo matemático en honor a Fidias es una letra griega formada por una circunferencia atravesada verticalmente por su diámetro. El diseño genera una ilusión óptica al contemplar esta obra maestra de la arquitectura.
La edificación presenta un estilo de orden dórico, con ocho columnas en las fachadas Este y Oeste, y rodeado de columnas su perímetro. Está construido con mármol blanco. El friso estaba adornado con esculturas que representaban la procesión de la Panatenea. En los frontones, decorados con esculturas que representaban el nacimiento de Atenea en uno de ellos, y en el otro, la disputa de Atenea y Poseidón por la posesión de Atenas. En su interior, se situaba el santuario con la estatua crisoelefantina (oro y marfil) de la diosa Atenea Partenos, del célebre escultor Fidias (quien dirigió las obras de la Acrópolis).
En la parte Norte del recinto, se halla el templo del Erecteion ("Templo de Erecteo", rey mítico de Atenas), de estilo jónico, con el famoso Pórtico de la Cariátides (jóvenes doncellas) que soportan, a modo de columnas, el entablamento. Las esculturas son una réplica, puesto que las originales se encentran en el Museo de la Acrópolis. Está dedicado a los dioses Atenea Polias y Poseidón. Data de finales del siglo V a. C., entre los años 421-406 a.C. y está construido con mármoles del pentélico. Encontramos un olivo en honor a Atenea y una fuente en honor a Poseidón (también la huella, o marca, del tridente en el suelo).
Desde uno de los miradores contemplamos el emblemático Teatro de Dionisio (Dioniso), construido en en la ladera Sur de la Acrópolis, y es considerado como el primer teatro del mundo, siglo V a. C.
También en las inmediaciones, en la ladera suroeste de la Acrópolis, se encuentra el Odeón de Herodes Ático, construido en el siglo II d. C., donde en la actualidad se celebran eventos culturales.
Paseamos por algunas de sus calles principales y más concurridas (hay calles muy complicadas, suciedad y ambiente que genera inseguridad), para visitar por la tarde noche edificios neoclásicos iluminados, como la Academia de Atenas, la Biblioteca Nacional de Grecia y la antigua Universidad; más adelante, la Catedral Católica de San Dionisio, el Museo Numismático y, finalizamos, en la gran Plaza Sintagma, donde se halla el majestuoso Palacio del Parlamento Griego, con el monumento al soldado desconocido y el vistoso cambio de guardia (coreografía).
Resulta también interesante la visita a la Catedral Ortodoxa de la Anunciación de Santa María (siglo XIX, estilos grecobizantino y neoclásico), si bien la vista exterior de la fachada es un tanto sobria, posee una decoración interior maravillosa, con frescos de pintura de gran belleza que cubren paredes, techos y cúpulas, así como magníficos iconos.
Las calles del Barrio Plaka, junto con la céntrica Plaza Monastiraki, suelen ser las más concurridas, donde se mezclan lugareños con turistas, con numerosas tiendas y establecimientos de hostelería. En la Monastiraki se halla la icónica iglesia ortodoxa de la Virgen Mary Pantanassa, su construcción data del siglo X como un antiguo Monasterio, denominado "El Gran Monasterio"; y en su interior alberga bellísimos frescos e iconos. Al lado, también encontramos la Mezquita Tzistarakis (no está abierta al culto), interesante construcción otomana.
Pasear entre la multitud de turistas que se dan cita por la calle Areos escuchando a músicos y cantantes callejeros viene a ser de obligada presencia. Recorrido por los alrededores de los restos arqueológicos de la Biblioteca de Adriano, el Ágora Romana, La Torre de los Vientos, La Puerta de Medrese, Biblioteca de Panteno, Estoa de Átalo, Restos arqueológicos romanos, Museos (Antigúedades, Cultura Griega, Historia de la Universidad de Atenas). Las vistas del imponente Hefestión (siglo V a.C,), un antiguo templo griego de estilo dórico con estructura de mármol y frisos en bajorrelieves. Se trata de uno de los templos mejor conservados de la antigua Grecia, situado en el noroeste del ágora de Atenas.
A los pies de la ladera de la colina de la Acrópolis se encuentra un restaurante con platos típicos de la gastronomía griega (ensaladas con riquísimas aceitunas, la moussaka, los postres...), su nombre Xenious Zeus, con ambiente agradable y buen servicio. Asimismo, hay un bar en la misma escalinata de subida con mesitas en la terraza y excelentes vistas del Hefesteion ( Hefestión) y de la muralla de la Acrópolis.
Al atardecer, para contemplar la puesta de sol proyectada sobre la Acrópolis, así como la iluminación en el anochecer, subimos al mirador donde se levanta el monumento conmemorativo a Filopapo (mausoleo construido con mármol del pentélico en el siglo II d.C. en honor a Filopapo, arconte en Atenas y cónsul en Roma, durante la etapa de dominio romano) que ofrece una de las vistas panorámicas más espectaculares de la Acrópolis. La ascensión no resulta complicada, ni requiere demasiado esfuerzo, pues es más bien corta. Además, existe otro excelente mirador intermedio. Las fotos tomadas desde lo alto son espectaculares y la experiencia inigualable.
Una de las noches nos acercamos al lujoso hotel Gran Bretaña, en su azotea se encuentra una espléndida terraza con una vista nocturna de la Acrópolis iluminada espectacular, que se puede acompañar con la degustación de uno de sus maravillosos cócteles, su precio un tanto elevado se compensa con el disfrute, merece la pena.
La visita al Museo Arqueológico Nacional de Atenas se hace imprescindible. El museo alberga obras artísticas de los distintos periodos históricos de la Antigua Grecia: prehistórico, arcaico, clásico, helenístico, romano...
Algunas de las más valiosas y famosas obras, especialmente esculturas, se recogen en fotos que fueron tomadas en las distintas salas del museo. En primer lugar, los tesoros de la necrópolis de Micenas (civilización micénica 1600-1050 a.C.), entre los que se halla la denominada máscara del rey Agamenón (comandante en jefe de la flota griega en la guerra de Troya); si bien, tras los estudios realizados, no se corresponde con la realidad, dado que no representa al rey Agamenón. El nombre fue dado por el arqueólogo alemán Schlieman, quien realizó las excavaciones y halló los tesoros de la antigua Polis de Micenas.
Del célebre escultor Policleto la estatua del "Diadumenos" en Delos (450-425 a.C.)
La estatua de Poseidón en bronce, del período clásico (500-450 a.C.).
La estatua en bronce del "Jinete montado en caballo" encontrada en el cabo Artemision (Eubea)..
La estatua de Afrodita esculpida en mármol (versión que data del siglo II a. C. imitando el modelo de la Afrodita de Siracusa del siglo IV a.C.).
De la civilización minoica (en la isla de Creta) encontramos en la primera planta unos frescos de gran interés, destaca el llamativo colorido de la escena.
Realizamos, una de las tardes, la visita guiada a Cabo Sounion, ubicado en el extremo meridional de la región de Ática, donde se alza sobre el mar, en lo alto del promontorio, el Templo de Poseidón. Estas ruinas arqueológicas datan del siglo V a.C., durante el gobierno de Pericles. El edificio tenía forma rectangular, con columnata perimetral en sus cuatro lados, y cuya entrada principal se orientaba al Este, como la mayoría de los templos griegos. Se conservan bastante bien las nueve columnas de estilo dórico de la cara Sur, que se levantan sobre un podio, o base elevada. Lugar idóneo para ver una de las puestas de sol más hermosas de toda Grecia.
DÍA 3. METEORA-KALAMBAKA.
Partimos en autobús a realizar un tour viajero por varios de los lugares más emblemáticos de la Grecia Clásica. Iniciamos el recorrido dirigiéndonos hacia el Valle y Montañas de Meteora, concretamente a la ciudad de Kalambaka, donde se sitúa el alojamiento. En el trayecto realizamos una parada en el Oráculo del rey espartano Leónidas, quien con sus 300 soldados espartanos (y algunos griegos más, procedentes de otras "Polis", se enfrentaron al poderoso y numeroso ejército Persa en el estrecho Paso de las Termópilas "Puertas Calientes", oponiendo una resistencia heroica, y que murieron en su empeño de frenar, o al menos ralentizar, el avance de los Persas hacia la ciudad de Atenas (batalla que tuvo lugar en el año 480 a.C.). Este acto heroico de sacrificio sirvió para que las ciudades griegas se armaran y, unidas, derrotaran a los Persas en las batallas de Salamina y Platea. Este acontecimiento ha sido tratado en numerosas obras literarias y cinematográficas, como la famosa película de los "300". Por la tarde, tras el almuerzo en un restaurante con unas vista impresionante del paraje montañoso de roca oscura "Meteora", que etimológicamente significa "roca en el aire" - "suspendido en el aire". Dicho nombre se corresponde con la singularidad de las monumentales formaciones rocosas, pilares rocosos con forma de dedo pulgar, tolmos coronados por las edificaciones de monasterios (cenobios) asentados en lo alto. Los monasterios de Meteora son Patrimonio de la UNESCO, y forman parte de un paisaje natural de "ensueño", uno de los lugares más impresionantes que se pueden contemplar, un regalo para los ojos, las impactantes imágenes quedarán grabadas en nuestras retinas y en el recuerdo. En el pasado, existieron un total de 24 monasterios; y en la actualidad se hallan habitados 6 monasterios.
En primer lugar, realizamos la visita al Monasterio de Varlaam, fundado en en el siglo XIV por el asceta Horsius Varlam (la construcción actual data del siglo XVI), ubicado en lo alto de un torreón vertical de roca, al que se accede, en nuestros días, por un pequeño puente y escalera con numerosos escalones. Según el visionado de vídeos, en el pasado la ascensión se realizaba arropados en una red y elevados con una cuerda gruesa instalada en una polea que se operaba desde la torre. También se practicaba la escalada, como otra forma de acceso a los monasterios, mediante escalones (peldaños) labrados en la roca desnuda (oquedades talladas). Los monjes que los habitaban buscaban el aislamiento y la mayor cercanía al cielo, un entorno propicio para la oración y la reflexión (de "vida retirada"). Las vistas desde lo más alto son espectaculares, divisamos en los alrededores el Monasterio del Gran Meteoro (siglo XIV), suspendido sobre un saliente rocoso, el que se eleva a mayor altitud, con una altura de 613 metros sobre el nivel del mar. También avistamos el Monasterio de Roussanou, sobre un pilar rocoso aislado, que despunta entre la exuberante vegetación arbolada. de tonos verdes. Tomamos varias fotografías del lugar, las vistas son impresionantes, tiempo dedicado al goce y recreo de la contemplación de un paisaje "único", que supera todos los calificativos positivos. Alberga un museo con numerosas reliquias y tesoros ( iconos, manuscritos, vestimenta, crucifijos, báculos, coronas, tiaras...) y una iglesia Ortodoxa Bizantina con preciosos frescos de pintura.
Subimos al autobús y nos dirigimos a visitar el Monasterio de Monjas de San Estéfano, pero en el trayecto realizamos una parada en el mirador con impresionantes vistas del Monasterio Santísima Trinidad, que se alza en la cima de un vertiginoso acantilado. Sirvió de escenario para una de las secuencias más impactantes de la película de James Bond 007 titulada "Sólo para tus ojos". El mirador nos ofrece una perspectiva primorosa para la captura de bellas fotos.
Reanudamos la marcha hasta el estacionamiento situado frente a la entrada del Monasterio de San Estéfano, regentado por monjas de culto Ortodoxo. Destaca la exuberante decoración de la capilla. También posee un cuidado y hermoso jardín floral. Desde el patio se obtiene una buena vista panorámica de la localidad de Kalambaka y su entorno. Regreso al hotel de la ciudad, ducha, cena y paseo nocturno por la ciudad.
Al día siguiente, a primeras horas, subí a la azotea del hotel donde se encuentra la terraza para avistar desde lo alto la cadena montañosa de roca oscura. Tomé varias fotografías de las formaciones rocosas, alguna de ellas coronada en la cima por un monasterio.
DÍA 4. DELFOS.
En la salida hacia Delfos, cuando el autobús se alejaba de la ciudad, se divisaba al fondo una bella estampa de las montañas de Meteora y a sus pies la ciudad de Kalambaka.
En el trayecto hacia Delfos, realizamos una parada delante del monumento erigido en homenaje a los caídos del "Batallón Sagrado de Tebas" (considerado hasta entonces como invencible) en la batalla de Queronea, ocurrida en el año 338 a.C. , y donde el ejército comandado por Filipo II de Macedonia venció al ejército de coalición de las Polis griegas. El monumento es una escultura denominada "El León de Queronea", erigido en el lugar de la batalla.
Atravesamos una zona montañosa de exuberante vegetación arbolada, principalmente pinos, y realizamos otra parada para el almuerzo. El restaurante elegido lleva por nombre "Agelos House", buena comida, excelente servicio y con unas vistas maravillosas de la montaña.
Continuamos la ruta hasta los alrededores de las zonas arqueológicas de Delfos, pasada la localidad de Arachova, donde se hallaba nuestro alojamiento. Por la tarde, visitamos las ruinas del legendario Santuario de Delfos, donde en el pasado se situaba el famoso Oráculo de Delfos, al que acudían personajes poderosos e ilustres de la antigüedad greco-romana a consultar las predicciones de la Pitonisa "Pythia". En primer lugar, visita guiada al Museo, donde destacan, entre otras, la escultura denominada "El Auriga de Delfos" (474 a.C., en bronce), la obra "El Agias" (355 a.C.) del célebre escultor griego Lisipo de Sición, "Los Kouros de Kleobis y Bitón", "La Esfinge de Naxos", "El Ónfalo"...
Seguidamente, realizamos a pie un recorrido por el recinto arqueológico de Delfos. Nos detuvimos a admirar, mientras la guía nos facilitaba información, ante el templete del Tesoro de los Atenienses, construido en mármol entre los años 510-480 a.C, de orden dórico, que albergaba las ofrendas votivas de la Polis de Atenas al dios Apolo..
Más adelante, el pedestal donde se ubicaba el Ónfalo (ombligo del mundo, el centro de la tierra conocida, entre Oriente y Occidente. Según la mitología, donde se juntaron las águilas liberadas en extremos opuestos por el dios Zeus). Al fondo, la Montaña del "Monte Parnaso", morada del dios Apolo y las Musas, diosas de las artes, la literatura y la música.
A continuación los restos arqueológicos del Templo de Apolo. Según la mitología, el dios Apolo mató a la Serpiente Pitón que encarnaba a "la madre Tierra", dejándola pudrirse bajo el sol. En la cripta del templo, bajando hacia el interior subterráneo, se hallaba el Oráculo de la Pitonisa (Pythia), quien tras entrar en "trance" (por los gases vaporosos que emergían de las profundidades, y bajo los efectos, tras masticar hojas de laurel) adivinaba el futuro y comunicaba sus predicciones a sus sacerdotes, estos a su vez se lo trasladaba a los que iban a consultar el oráculo; pero las predicciones se caracterizaban por su ambigüedad, y la interpretación resultaba un tanto difusa. En el Templo de Apolo se hallaban esculpidas frases filosóficas, entre las que destaca: "Conócete a ti mismo", "Nada en exceso" "Respeta la ley"... En este sentido, el dios Apolo representaba el equilibrio, la armonía, la razón; mientras que el dios Dionisio, dios del vino y el teatro, representa lo opuesto, es decir, la liberación de instintos, la pasión desenfrenada, el exceso incontrolado, la locura ritual embriagadora. El Santuario estaba dedicado a dos deidades y su culto dividido en dos periodos anuales, durante 6 meses, coincidiendo con el verano, se daba culto al dios Apolo (y se celebraban los juegos Píticos consagrados a Apolo. A los triunfadores se les premiaba con una corona de laurel, el árbol sagrado del dios Apolo. Según el mito de Apolo y Dafne, el dios perseguía a la ninfa Dafne, ésta cuando iba a ser alcanzada pidió ayuda a su padre, el dios río Ladón, quien la convirtió en Laurel. Apolo llorando se abrazó al Laurel y le adoptó como su árbol sagrado; y sus hojas siempre verdes coronarán las cabezas de las gentes como símbolo de victoria); por otro lado, durante los otros 6 meses, coincidiendo con el invierno se daba culto al dios Dionisio en su santuario, con celebraciones y fiestas en el Teatro (Actuación en el Teatro demostrativa de la buena acústica).
Delante del Templo de Apolo se halla un réplica de "La Columna de la Serpiente", también conocido el monumento como el Trípode de Platea, conmemorativo de la victoria griega sobre los persas en la batalla de Platea, que tuvo lugar en el año 479 a.C. La Columna original, en bronce, fue llevada a Constantinopla por Constantino El Grande, y en donde se encuentra actualmente. También delante de la entrada, se encuentra un laurel, árbol sagrado de Apolo, cuyas hojas eran masticadas por la Pitonisa, que sentada en un trípode entraba en "trance" y transmitía un mensaje ininteligible a un sacerdote, que se encargaba de elaborar y trasladar la respuesta, un tanto ambigua, al consultante, que en definitiva era quien debía interpretarla (en ocasiones sí se cumplían los vaticinios, pero en otras no; siempre los errores achacables a una mala interpretación).
Las ruinas del Templo de Apolo: rampa de acceso a la pronaos, con restos de 5 columnas de orden dórico que se levantan sobre un podio, el espacio de la Naos, debajo se ubicaba el oráculo, espacio del Opistodomos, y alrededor la Perístasis.
Continuamos el recorrido rodeando los restos arqueológicos del templo, sillares/bloques de piedra correspondientes a suelos, a la estructura de cimientos y partes bajas de los muros, pilares, columnas y graderíos...
Nos adentramos en el Teatro, situado en la ladera del Monte Parnaso, con su Cavea o graderío adaptado a la orografía del terreno, el círculo empedrado de la Orchestra y las ruinas de los muros de la Escena (Skene). Toma de fotos y fugaz audición.
Subimos remontando la ladera y alcanzamos, en lo más alto, el Estadio donde se celebraban las competiciones atléticas de Los Juegos Píticos, con la pista térrea y las gradas de piedra. Fue construido en el siglo IV a. C. y modificado en el siglo II a.C. Toma de fotos del estado actual.
Dentro del Santuario de Delfos se hallaba la ofrenda votiva "La Esfinge de Naxos" (escultura del siglo VI a.C.), de dicha isla, símbolo de protección, sobre una una columna de orden jónico, con capitel de volutas. Se trata de una criatura monstruosa de la mitología, con cabeza y pecho de mujer, y con cuerpo de leona alada. Su nombre significa estranguladora, pues planteaba un enigma de difícil resolución y quien no lo acertara era devorado (el enigma más conocido: "¿Qué criatura camina en cuatro patas por la mañana, en dos al mediodía y en tres al atardecer?". Edipo dio con la respuesta correcta, al responder que dicha criatura era el hombre, y así liberó a la ciudad de Tebas del monstruo).
La Fuente Castalia era el manantial sagrado del santuario, en la que se lavaban la Pitia (Pythia), los sacerdotes y se purificaban todos aquellos que iban a consultar al oráculo. Tomó el nombre de la ninfa Castalia, que, ante las pretensiones eróticas de Apolo, prefirió lanzarse al manantial y ahogarse.
En la lejanía, se divisan los restos arqueológicos del Gimnasio, en primer lugar, y al fondo, los del Templo o Tholos (circular) de Atenea Pronaia (siglo IV a.C.), donde permanecen en pie tres de sus columnas que sostienen parte del entablamento (restos del arquitrabe, friso y cornisa)...
DÍA 5. PATRAS- OLIMPIA.
Al día siguiente, continuamos nuestro Tour por la Grecia Clásica para dirigirnos a la ciudad de Olimpia, que se halla en la Península del Peloponeso. Para pasar de la Grecia Continental a la Península del Peloponeso cruzamos el moderno Puente de Patras, denominado Puente de Río-Antirio, entre el Golfo de Patras situado al Oeste y el Golfo de Corinto (conocido también como Golfo de Lepanto, donde tuvo lugar la histórica batalla naval de Lepanto, en la cual Don Miguel de Cervantes, autor del Quijote, perdió su brazo -"el manco de Lepanto"-). Este moderno puente atirantado sobre el mar Jónico, inaugurado a principios del siglo XXI, ha sido construido utilizando los nuevos avances técnicos y tecnológicos de la ingeniería moderna, resulta ser antisísmico y con un diseño estilístico de gran belleza.
Realizamos una parada en la ciudad portuaria de Patras, tercera ciudad más poblada de Grecia, para visitar la flamante Catedral de San Andrés Apóstol, de estilo bizantino y de culto ortodoxo, se inicio su construcción a principios del siglo XX, destaca en su exterior las grandes cúpulas y su fachada. En su interior, encontramos valiosos iconos y exuberante ornamentación, con paredes y techos cubiertos de frescos con hermosas pinturas. También merece mención, los tesoros que alberga y la esmerada artesanía del mobiliario (marquetería artística).
Por la tarde, llegamos a la ciudad histórica de Olimpia, donde se ubicaba el Santuario sagrado del dios Zeus Olímpico, padre de todos los dioses griegos del Olimpo (Foto). En primar lugar, visitamos el Museo Arqueológico de Olimpia, con numerosas y valiosas piezas maestras de la Antigüedad Clásica, entre las que destacan:
- Figura alada de mujer en bronce (Sala de la Colección de bronces antiguos).
- Hermes con el niño Dioniso del célebre escultor Praxíteles (datada 340-330 a.C.).
- Niké des Paionios. (Foto)
- Estatua del Toro. (Ofrenda votiva. Foto).
- Metopas y Frontones del Templo de Zeus en Olimpia. (Foto).
Tras cruzar la puerta de entrada, aparece a la derecha restos de columnas y muro de lo que fuera el Gran Gimnasio.
Más adelante, a la izquierda de la vía principal se encuentran las ruinas del Filipeión (Filipeo). Templo que mandó construir Filipo II de Macedonia (Tres columnas de orden jónico con sus dos volutas en el capitel, que sostienen el arquitrabe, el suelo empedrado de la planta circular).
Al lado, se sitúa el Templo de Hera, data de alrededor del año 590 a.C., de planta rectangular y de estilo dórico. Entre los restos arqueológicos que se han conservado, encontramos 4 columnas dóricas con su capitel, varios tambores de otras columnas superpuestos, el empedrado de la planta del suelo...
En el Sur del recinto, se sitúa el Templo de Zeus (470-456 a.C.), de orden dórico, con su entrada principal mirando al Oriente, sobre un podio con graderío de grandes bloques de piedra, de planta rectangular con los restos de columnas y muros. En el centro se ubicaba la "cella" con la estatua crisoelefantina del dios Zeus (destruida), obra del célebre escultor Fidias, considerada una de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo...
El encendido de La llama de los Juegos Olímpicos tiene lugar en el interior del recinto de Olimpia, frente a las ruinas del templo de Hera, y en la antigüedad ardía de manera permanente en el altar de Hestia, diosa del hogar y del fuego.
En las inmediaciones también se encuentran las ruinas del ninfeo, de estructura semicircular, pilas de agua proveniente de un manantial, construido en el siglo II d.C.
Pedestal de la estatua de mármol de la Niké (Victoria) alada de Peonio, cuya escultura se encuentra actualmente en el Museo de Olimpia.
Por último, una de las joyas más emblemáticas del recinto arqueológico de Olimpia, visitamos el ESTADIO ("Stadium"), con la superficie de la pista de tierra, rodeada de hierba y con la "exedra" de piedra). La entrada de acceso cuenta con un pasaje de bóveda de piedra, arco de medio punto y muros laterales. En el estadio tenían lugar las competiciones deportivas en honor al dios Zeus, con capacidad de aforo de hasta 50.000 espectadores, situados en los bancales de las laderas, y su actual ubicación data del siglo V a.C. La palabra "estadio" es una medida de longitud de la antigua Grecia que equivale a 192,27 metros (medida de la pista). Los primeros Juegos Olímpicos de los que se tiene constancia datan del año 776 a.C. en las fiestas a Zeus, y se celebraban cada 4 años. Durante la celebración de los Juegos tenía lugar un tregua entre las "Polis" (ciudades-estados), con cese de las hostilidades. El vencedor recibía como premio una corona de olivo silvestre, símbolo sagrado de victoria y prestigio.
Día 6. MYCENAS-EPIDAURO-CORINTO-ATENAS..
El Yacimiento Arqueológico de "El Tesoro de Atrio" en Micenas, también denominado La Tumba de Atrio, o La Tumba de Agamenon. Se trata de una monumental tumba incrustada en una colina, en las afueras de la Acrópolis de Micenas, data de la Edad de Bronce, alrededor del 1200 a.C. La entrada presenta un pasaje abierto de muros laterales ciclópeos y suelo empedrado. La puerta posee un dintel pétreo gigantesco que soporta el enorme peso mediante un triángulo de descarga. Se considera una originalidad arquitectónica su peculiar construcción. El interior tiene cubierta abovedada con forma de cono, conformada mediante hiladas de sillares que van menguando su circunferencia hasta cerrarse en el cénit.
En el interior, sala de planta circular, se abre una oquedad que constituye la tumba o cámara sepulcral. El histórico monumento funerario micénico del siglo XIII a.C. representa una obra maestra de la arquitectura de la Edad de Bronce..
La Acrópolis de Micenas se ubica en lo alto de una colina. Posee una muralla ciclópea perimetral y una la puerta de entrada impresionante, denominada "La Puerta de los Leones", pues por encima del dintel monolítico se hallan las esculturas de dos leonas tallados en piedra. La portada incorpora la estructura triangular de descarga que proporciona resistencia y equilibrio en la distribución de las cargas (peso). Una vía empedrada nos conduce hacia el interior, y encontramos un panel informativo sobre las necrópolis con estructura circular, y en el círculo de tumbas A se encontraron valiosos ajuares funerarios de oro (máscaras, espadas, cinturones, vasos, corazas pectorales, collares...). Una de las máscaras de oro recibió el nombre de "La Máscara de Agamenón" (rey de Mycenas, que según recoge la Ilíada de Homero comandaba el ejército griego en la guerra de Troya), dado por el arqueólogo descubridor del yacimiento, Heinrich Schliemann, si bien estudios científicos han descartado que se corresponda con la realidad en base a un importante desfase temporal de la datación. El ajuar funerario de Mycenas, datado en torno al año1600 a.C., compuesto por varias piezas de oro encontradas en las tumbas de la Acrópolis de Micenas se hallan expuestas en el Museo Arqueológico Nacional.
En la cima de la Acrópolis se situaban el Palacio Real y el Santuario con los Templos (Atenea y Hera), en la actualidad quedan restos arqueológicos de la configuración de los espacios de la planta.
Por la tarde, realizamos la visita al Museo Arqueológico del Asclepeion de Epidauro y al maravilloso Teatro de Epidauro.
El Asclepeion fue en la Edad Antigua un centro sagrado de culto y curación dedicado a Asclepio, dios de la medicina. El Templo de Asclepio ⚕️ era el núcleo central del complejo, en la actualidad desaparecido, pero en el museo se expone una colección de objetos procedentes del Santuario: réplicas de estatuas trasladadas al Museo de Atenas (Asclepio), relieves, esculturas, elementos arquitectónicos (friso, cornisa, arquitrabes, columnas), instrumentos médicos antiguos, ofrendas votivas ...
A parte del Templo, había Salas de Terapia, Baños, Gimnasio, Fuentes Acueducto, Escuela de Medicina y, la joya que nos ha llegado hasta nuestros días, el Teatro.
El Teatro de Epidauro está considerado como uno de los tres mejores conservados del mundo de la Edad Antigua. Se trata de un teatro al aire libre con capacidad para unas 14000 personas, que consta de cavea (graderío), orchestra, escena (skene). Las puertas de entrada conservan tres altos pilares que soportan el arquitrabe , friso y cornisa.
En el centro de la Orchestra se halla el basamento del altar de Dionisio, dios del Teatro. Desde este punto se escucha el sonido desde las gradas al rasgar una cuartilla de papel. En este sentido, se puede comprobar que el Teatro de Epidauro tiene una acústica espectacular..
En el trayecto de autobús hacia la ciudad de Atenas, hemos de cruzar el Canal de Corinto que une los mares Jónico y Egeo. Realizamos una parada para admirar esta obra de ingeniería que se remonta al año 1893 en que fue inaugurada, y representó un hito de la ingeniería del siglo XIX. Abandonamos la Península del Peloponeso y nos adentramos en la Grecia Continental camino de Atenas.
DÍA 7. ATENAS-EL PIREO-ISLAS GRIEGAS: HYDRA, EGINA Y POROS.
Excursión abordo de un Crucero, con salida del Puerto El Pireo, para visitar tres islas griegas del mar Egeo, situadas en el golfo Sarónico.
Durante el recorrido avistamos en la lejanía las islas de Salamina, Egina y Poros, así como la costa oriental de la Península del Peloponeso, hasta alcanzar la isla de Hydra, nuestra primera parada. Tomamos fotos de algunos veleros navegando.
En la Isla Hydra realizamos un recorrido por algunas de sus calles más típicas y representativas: estrechas, escalonadas, en pendiente, con casas de paredes blancas y ventanas azules. También visitamos su iglesia ortodoxa con su alta torre campanario y el interior, de exuberante decoración con hermosos frescos de pinturas, iconos, mobiliario artesanal...
Subimos al mirador de la Casa-Palacio de Lazaros Kountouriotis, edificio histórico de estilo veneciano, que nos proporciona una vista panorámica del casco urbano y de su bien protegido puerto, con una sólida fortificación defensiva a ambos lados de la bocana, un bastión donde destaca el torreón del Castillo, defendido por una batería de cañones. También se halla en las inmediaciones del baluarte el Museo de Hydra, con los Archivos históricos. En el lado Oeste del Puerto, junto a los pies de los acantilados rocosos se encuentran coquetos lugares para el baño en aguas cristalinas.
Cabe señalar que en la isla de Hydra no pueden circular los coches, por lo que para moverse por el interior se ha de hacer a pie, o bien, montados en caballos y burros. Se ofertan rutas a caballo por la preciosa isla.
Seguidamente, parada en el Puerto de la Isla de Poros, frente a la Costa del Peloponeso, que se sitúa al otro lado del estrecho que da acceso al Puerto. Tan sólo una hora disponible, así que optamos por realizar la subida a la Torre del Reloj, que se ubica en lo alto del promontorio rocoso, que desde la lejanía destaca por sus brillantes colores azul y blanco. Una vez alcanzada la torre se puede observar en su interior las piezas que componen el mecanismo del reloj. Las vistas del puerto y del casco urbano son espectaculares, por lo que merece la pena subir.
Por último, atracamos en el Puerto de Egina, capital de la isla. Según la información recibida, la ciudad de Egina fue una de las primeras ciudades marítimas y comerciales de la Grecia Antigua, y además, fue la primera ciudad en acuñar moneda. Poseía uno de los templos sagrados más importantes de la Grecia Antigua, el Templo de Afaya (diosa de la fertilidad y la agricultura), yacimiento arqueológico que se puede visitar. Al bajar del crucero, nos acercamos a una de sus playas para bañarnos en aguas del mar Egeo.
Llegada al Puerto del Pireo dando por finalizada la excursión en Crucero por las Islas Sarónicas del mar Egeo (nombre que recibe del rey de Atenas "Egeo", padre en la mitología griega del héroe Teseo, y que lleva su nombre porque se tiró al mar y se ahogó, al pensar que su hijo Teseo que se enfrentó al minotauro de Creta había muerto, puesto que éste en su barco de regreso olvidó cambiar las velas negras por las blancas, según lo acordado).
Regreso a la ciudad de Atenas. Cena. Salida nocturna y cóctel en la terraza del fastuoso Hotel Gran Bretaña, con espectacular vista nocturna de la Acrópolis iluminada.
DÍA 8. ATENAS: MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL- AEROPUERTO. MADRID.
Tras el desayuno, visita temprana al Museo Arqueológico Nacional de Atenas (imprescindible). Traslado al Aeropuerto. Viaje en avión al Aeropuerto de Madrid..